Síndrome de Down en animales: ¿verdad, mentira o tendencia?
Aunque varios medios de comunicación han afirmado que este diagnóstico es certero por la viralidad de algunos contenidos en redes sociales, expertos en el tema afirman que el chimpancé es el único animal que podría desarrollar esta condición.
Angie Valentina Suárez Moreno
Monty es un gato que cuenta con más de 650 mil seguidores en Instagram, su colección de fotos, a simple vista, lo muestran como un gato “normal”, sin embargo, al observar al detalle, sus ojos son más separados de lo que estamos acostumbrados a ver en los felinos y no tiene puente nasal. Fue adoptado cuando era solo un cachorro en un refugio para animales en Dinamarca, sus dueños, Mikala Klein y Michael Bjorn dijeron que se “habían enamorado de él y él de ellos porque sintieron que los había elegido”.
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Monty es un gato que cuenta con más de 650 mil seguidores en Instagram, su colección de fotos, a simple vista, lo muestran como un gato “normal”, sin embargo, al observar al detalle, sus ojos son más separados de lo que estamos acostumbrados a ver en los felinos y no tiene puente nasal. Fue adoptado cuando era solo un cachorro en un refugio para animales en Dinamarca, sus dueños, Mikala Klein y Michael Bjorn dijeron que se “habían enamorado de él y él de ellos porque sintieron que los había elegido”.
Su historia se hizo viral en 2016, luego de que la pareja contara a un medio local que, al poco tiempo de tenerlo se dieron cuenta de que él tenía una condición extraña. Una de ellas era que se orinaba mientras dormía y respiraba con dificultad.
Tras replicar la historia, varios medios de comunicación titularon que el gato tenía síndrome de Down y que tenía enamorados a los internautas. Pero más allá de la ternura que este animal pueda generar en la web, es importante aclarar que no podemos hablar de este tipo de trastorno genético en animales.
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Miguel Novoa, director científico de Genética Animal, enfatiza que, aunque las enfermedades genéticas existen en cualquier especie, en el caso de los animales, no es correcto afirmar que padecen este síndrome por la cantidad de cromosomas que tienen los humanos – que es diferente en animales- y, específicamente por el que se ve afectado, el 21.
“Esto ocurre por anormalidades en temas genéticos como una trisomía, usualmente, por un problema de heredabilidad de los padres”, aclara. Es decir, esta condición se diagnostica como tal y su origen está basado en una alteración genética, algo que no sucede en los animales, quienes pueden presentar malformaciones no solo por enfermedades hereditarias sino también por causas infecciosas, virales y traumáticas.
Maria Fernanda Prieto médica veterinaria y especialista en gatos, explica que estas alteraciones genéticas dependen del entorno, la raza y lo que vive la mamá durante la gestación: “algunas gatas que se han intoxicado o han estado muy enfermas durante esta etapa pueden heredar problemas a sus cachorros”, ejemplifica.
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Estas variaciones pueden desarrollar problemas cardiacos, respiratorios o renales. “En el caso de una enfermedad poliquística del riñón que se presenta con frecuencia en los gatos persa, que es congénita, puede ser diagnosticada como una enfermedad renal debido al órgano principal, que es el afectado”, explica Prieto.
De esta forma, cuando vemos estos famosos animales con el rostro parecido al del síndrome de Down no necesariamente están padeciendo la misma malformación genética. Los especialistas insisten en que se debe encontrar cuál es la característica que generó que el gato o perro se vea físicamente alterado, para así evaluar el tipo de afecciones que pueda tener de forma crónica.
De hecho, según Heather Rally, veterinaria de PETA, lo que cambia mayoritariamente en estos felinos es su aspecto físico: “suelen tener una cabeza más pequeña que la media y los ojos bizcos y muy separados entre sí”.
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El caso de los chimpancés
Un estudio presentado por investigadores de la Universidad de Kyoto, evaluó el desarrollo de esta enfermedad en primates, evidenciando que sus pares de cromosomas son similares a los del ser humano. Para ello, presentaron un caso de trisomía 22 de chimpancé en una hembra nacida en cautiverio quien experimentó un crecimiento retardado: cataratas infantiles y problemas de visión, incluidos nistagmo, estrabismo y queratocono; comunicación interauricular congénita e hipodoncia.
De acuerdo con el estudio, todos estos síntomas son comunes en el síndrome de Down humano debido a que el cromosoma 22 de los grandes simios es homólogo al cromosoma 21 humano, que presenta la trisomía que da origen al trastorno.
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¿Puedo adoptar un animal con alguna alteración genética?
Lo primero que debe saber es que es poco probable que estos animales duren con vida mucho tiempo. En el caso de los gatos, su vulnerabilidad ante el medio hace que sean cazadores, pero también presas, por eso, necesitan un buen desempeño para sobrevivir y esta característica es evaluada por las madres luego del parto.
Si su cachorro no cumple con los estándares para desarrollarse naturalmente, es decir, si tiene alguna alteración en la visión, audición o anomalías motrices, ellas lo alejan de su camada o lo sacrifican porque no se pueden defender en el medio. Algo que, según Novoa, ocurre en varias especies animales.
Por su parte María Fernanda Prieto, se refiere al tema manifestando que: “para mí eso que hacen las mamás gatitas es el acto más grande de amor, ellas prefieren matarlos o hacer que mueran lo más pronto posible para evitarles sufrimiento en un futuro”. No obstante, algunos logran sobrevivir y, ante esto, si usted decide rescatarlos y adoptarlos debe garantizarles un espacio y cuidados adecuados según sus necesidades.
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Esto, por supuesto, significa un alto gasto económico en su hogar porque los procedimientos de las patologías derivadas de alteraciones genéticas suelen ser costosos. “Lo ideal es que se invierta en veterinarias especializadas para que sus profesionales puedan llegar a diagnósticos acertados e integrales y que le permitan darle una mejor calidad de vida a su mascota”, insiste Prieto.
También puede ayudarles a que se sientan seguros en su hogar al adaptar sus espacios para que sea menos riesgosa su movilidad. Por ejemplo, si su mascota tiene alguna alteración en la visión, es importante que use estímulos olfativos o táctiles para que su gato o perro no sufra algún accidente.
La alimentación también es un factor esencial de acuerdo con la patología que se diagnostique, por eso, es importante que consulte a su médico veterinario por la mejor alternativa para cada caso en particular.
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