Donald Trump y Melania, una relación distante
A pesar de vivir juntos, el presidente estadounidense y la primera dama mantienen mucha distancia entre sus rutinas diarias.
-Redacción Internacional
El polémico libro de Michael Wolff, Fire and Fury, reveló los pormenores de la relación entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su esposa, Melania. La primera dama no llegó a la Casa Blanca sino hasta cinco meses después de que lo hiciera su esposo. Cuando arribó, la señora Trump desempacó sus maletas en una habitación distinta a la del magnate neoyorquino. Decidió conservar distancia de la vida agitada de la presidencia, y construyó un mundo paralelo para refugiarse del caos.
El medio estadounidense The Washington Post reveló que Melania Trump permanece en el Ala Este de la Casa Blanca, menos concurrida que el otro extremo del recinto. Mientras el presidente se levanta a las 5:30 de la mañana a ver televisión y tuitear desde su sofá, ella se despierta más tarde, alista a su hijo Barron para que vaya al colegio. “Pocas veces pone un pie por el Ala Oeste”, contó una fuente al Post. Solo se asoma de vez en cuando al Despacho Oval y a la oficina de su hijastra, Ivanka Trump.
En contexto: El delicado estado de la unión matrimonial de Trump
Melania Trump es la parte opuesta a su homóloga Jackie Kennedy, quien en 1992 mientras fue primera dama llegó a dirigir el tour al recinto del presidente para los visitantes. La esposa de Trump no se deja ver. Cuenta el medio estadounidense que, según el libro de Wolff, Melania fue infeliz el día en que se conocieron los resultados de las elecciones de 2016. Estaba tranquila, pues le decían que Trump no iba a ganar. Sin embargo, cuando se supo que el neoyorquino sería el nuevo presidente, rompió en llanto, y no fue por felicidad. Días antes de las elecciones salieron unas fotos de ella desnuda que hicieron parte de un juego sucio electoral. Le advirtió a su esposo que no quería un futuro lleno de eso. No fue así.
Algo que comparte la primera dama de Kennedy y Melania Trump es estar rodeada de las acusaciones de supuestas infidelidades de sus maridos. El escándalo de la actriz porno Stormy Daniels, quien dijo recibir un soborno para silenciar que tuvo relaciones sexuales con Donald Trump, ha sacudido a toda la Casa Blanca, incluido a Melania Trump. Apenas se supo esa noticia, la primera dama canceló los planes que tenía con su esposo para ese fin de semana en el Foro Económica Mundial en Davos. Llegaron en autos separados al evento.
Mientras la vida ocio del presidente es altamente conocida, teniendo cenas con empresarios, tuiteando o jugando golf, la de Melania Trump es misteriosa. Una portavoz de la primera dama afirma que sí pasan tiempo juntos, pero que la agitada agenda del presidente no les permite estar mucho juntos. Sin embargo, los medios acusan al presidente de descuidar a su esposa y de borrarla de su agenda personal. El periódico también afirma que Donald Trump odia que su esposa esté ganando en popularidad mientras él desciende. Según los datos, la modelo eslovena llegó al 57% de aprobación en las últimas encuestas, mientras el mandatario cayó al 42%.
Con su nuevo programa, Be Best, se espera que Melania Trump se integre más a sus tareas como primera dama. Su predecesora, Michelle Obama, era reconocida por asumir su rol con toda entereza y fijarse objetivos para ayudar al plan de gobierno mientras su esposo estaba ocupado. Pero Melania Trump no es Michelle Obama, y nunca ha estado cómoda con su papel como primera dama. La relación con su esposo ha influido en esa incomodidad.
Le puede interesar: ¿Por qué liberar a Melania Trump?
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