El peor día de Trump (hasta ahora)
En menos de una hora, dos exasesores de Donald Trump cayeron ante la justicia por múltiples delitos que pesan sobre la investigación que se adelanta sobre el mandatario. Según analistas, al presidente estadounidense le esperan días más amargos, ¿por qué?
-Redacción Internacional con información de agencias
El 21 de agosto de 2018 es considerado, por ahora, el peor de los 578 días de Donald Trump en la Casa Blanca. En menos de una hora, dos de sus principales exasesores cayeron ante la justicia por múltiples delitos que sacuden la investigación que se adelanta sobre el presidente estadounidense.
El primero fue su exabogado por más de una década, Michael Cohen, quien le dijo a una corte federal de Manhattan que había roto la ley en 2016 durante la campaña a la presidencia de su protegido, pues pagó a dos mujeres con quienes el entonces candidato sostuvo relaciones extramatrimoniales para que guardaran silencio. Lea también: Michael Cohen, abogado que conoce todos los secretos de Trump
En un giro sensacional al proceso, el hombre que una vez dijo que era tan leal al presidente que "recibiría un balazo" por él lo señaló como un conspirador. En su declaración ante los federales, Cohen admitió cometer ocho delitos: cinco cargos de evasión de impuestos, declaración falsa a entidades bancarias y dos violaciones a las reglas de financiamiento de campañas electorales.
Cohen habló en el marco de un acuerdo que hizo horas antes con la fiscalía estadounidense. El abogado sentenció que actuó “en coordinación y bajo la dirección de un candidato a un cargo federal” y que tuvo “esta conducta con el propósito de influir en las elecciones”. El abogado dijo ante el juez que pagó entre 130.000 y 150.000 dólares a dos mujeres que afirmaron tener una aventura con el presidente a cambio de su silencio.
"¿Usted sabía que todo esto estaba mal y era ilegal?", le preguntó el juez Pauley.
"Sí su señoría", le respondió Cohen, la voz temblorosa.
Durante la audiencia, Cohen "testificó bajo juramento que Donald Trump le ordenó cometer un crimen al hacer pagos a dos mujeres para influir en la elección", dijo tras la audiencia su abogado Lanny Davis en un comunicado. "Si esos pagos eran un crimen para Michael Cohen, ¿entonces por qué no lo serían para Donald Trump?", preguntó.
Además de dos cargos de violación de las leyes de financiamiento electoral, Cohen se declaró culpable de cinco cargos de fraude fiscal y uno de fraude bancario. Durante la audiencia, el juez federal William Pauley informó a Cohen, de 51 años, que enfrentaba un máximo de 65 años de prisión.
Esta confesión puso a Trump más cerca de las actividades delictivas que le acusa la justicia electoral, y principalmente, el fiscal Robert Mueller, pues plantea la posibilidad de que Cohen revele sus secretos a cambio de reducir su sentencia en prisión. Pero la tarde no había acabado para Trump.
Al mismo tiempo en el que Cohen confesaba sus delitos ante el FBI, el exjefe de campaña de Trump, Paul Manafort, era declarado culpable por un jurado del estado de Virginia del Este por ocho de diez y ocho delitos entre los que destacan fraude fiscal, fraude bancario, y omisión de declaración de cuentas en el extranjero. Vea también: Jurado declara culpable de cargos por fraude al exjefe de campaña de Trump
Desde el 31 de julio de 2018 se libró un juicio en su contra como parte del primer proceso derivado de la investigación del fiscal especial Robert Mueller sobre la posible intromisión de Rusia en los comicios de 2016 y la posible connivencia entre el equipo de campaña de Trump y Moscú. Manafort fue un hombre clave para que Trump consiguiera la nominación a la presidencia por parte de los republicanos en 2016.
Tras cuatro días de deliberaciones, el jurado lo encontró culpable. Podría pasar en teoría el resto de su vida tras las rejas. Justo antes de dejar el tribunal, Manafort le picó el ojo a su esposa. Según un experto legal consultado por AFP, el exjefe de campaña podría pasar menos de una década preso. Un acuerdo de declaración de culpabilidad le ofrecería a Manafort una reducción en su sentencia, a cambio de que comparta lo que sabe sobre las conexiones entre Rusia y la campaña de Trump.
Los dos casos fueron golpes legales muy fuertes para Trump, y grandes victorias para el fiscal Mueller. La Casa Blanca se negó a dar comentarios sobre la declaración de Cohen. “Consulten al asesor externo del presidente”, fue el pronunciamiento de Sarah Sanders, secretaria de prensa de Trump. El que sí habló sobre el caso fue el actual abogado de Trump y exalcalde de Nueva York, Rudolph Giuliani, quien aseguró en un comunicado que “no hay acusaciones de ningún delito contra el presidente en los cargos presentados contra Cohen”.
Como si fuera poco, la exasesora de la Casa Blanca Omarosa Manigault Newman reveló que tiene más grabaciones comprometedoras sobre el presidente en el marco de su arremetida contra Donald Trump. En las últimas semanas, la exfuncionaria del mandatario entregó pruebas sobre audios de Trump en el que se le escuchan comentarios racistas, lo que causó polémica en el país.
En un día, los miembros clave del círculo interno de Trump en su campaña de 2016 terminaron en serios problemas legales y la defensa del presidente sobre ellos se desmoronó. Ahora, deberá esperar por las revelaciones que sus dos hombres de confianza le entreguen al fiscal Mueller. "Este es el peor día de la presidencia de Trump, pero tengo que decir, que hay días peores que vienen en camino", afirmó Paul Begala, exasesor del presidente Bill Clinton en la Casa Blanca.
El 21 de agosto de 2018 es considerado, por ahora, el peor de los 578 días de Donald Trump en la Casa Blanca. En menos de una hora, dos de sus principales exasesores cayeron ante la justicia por múltiples delitos que sacuden la investigación que se adelanta sobre el presidente estadounidense.
El primero fue su exabogado por más de una década, Michael Cohen, quien le dijo a una corte federal de Manhattan que había roto la ley en 2016 durante la campaña a la presidencia de su protegido, pues pagó a dos mujeres con quienes el entonces candidato sostuvo relaciones extramatrimoniales para que guardaran silencio. Lea también: Michael Cohen, abogado que conoce todos los secretos de Trump
En un giro sensacional al proceso, el hombre que una vez dijo que era tan leal al presidente que "recibiría un balazo" por él lo señaló como un conspirador. En su declaración ante los federales, Cohen admitió cometer ocho delitos: cinco cargos de evasión de impuestos, declaración falsa a entidades bancarias y dos violaciones a las reglas de financiamiento de campañas electorales.
Cohen habló en el marco de un acuerdo que hizo horas antes con la fiscalía estadounidense. El abogado sentenció que actuó “en coordinación y bajo la dirección de un candidato a un cargo federal” y que tuvo “esta conducta con el propósito de influir en las elecciones”. El abogado dijo ante el juez que pagó entre 130.000 y 150.000 dólares a dos mujeres que afirmaron tener una aventura con el presidente a cambio de su silencio.
"¿Usted sabía que todo esto estaba mal y era ilegal?", le preguntó el juez Pauley.
"Sí su señoría", le respondió Cohen, la voz temblorosa.
Durante la audiencia, Cohen "testificó bajo juramento que Donald Trump le ordenó cometer un crimen al hacer pagos a dos mujeres para influir en la elección", dijo tras la audiencia su abogado Lanny Davis en un comunicado. "Si esos pagos eran un crimen para Michael Cohen, ¿entonces por qué no lo serían para Donald Trump?", preguntó.
Además de dos cargos de violación de las leyes de financiamiento electoral, Cohen se declaró culpable de cinco cargos de fraude fiscal y uno de fraude bancario. Durante la audiencia, el juez federal William Pauley informó a Cohen, de 51 años, que enfrentaba un máximo de 65 años de prisión.
Esta confesión puso a Trump más cerca de las actividades delictivas que le acusa la justicia electoral, y principalmente, el fiscal Robert Mueller, pues plantea la posibilidad de que Cohen revele sus secretos a cambio de reducir su sentencia en prisión. Pero la tarde no había acabado para Trump.
Al mismo tiempo en el que Cohen confesaba sus delitos ante el FBI, el exjefe de campaña de Trump, Paul Manafort, era declarado culpable por un jurado del estado de Virginia del Este por ocho de diez y ocho delitos entre los que destacan fraude fiscal, fraude bancario, y omisión de declaración de cuentas en el extranjero. Vea también: Jurado declara culpable de cargos por fraude al exjefe de campaña de Trump
Desde el 31 de julio de 2018 se libró un juicio en su contra como parte del primer proceso derivado de la investigación del fiscal especial Robert Mueller sobre la posible intromisión de Rusia en los comicios de 2016 y la posible connivencia entre el equipo de campaña de Trump y Moscú. Manafort fue un hombre clave para que Trump consiguiera la nominación a la presidencia por parte de los republicanos en 2016.
Tras cuatro días de deliberaciones, el jurado lo encontró culpable. Podría pasar en teoría el resto de su vida tras las rejas. Justo antes de dejar el tribunal, Manafort le picó el ojo a su esposa. Según un experto legal consultado por AFP, el exjefe de campaña podría pasar menos de una década preso. Un acuerdo de declaración de culpabilidad le ofrecería a Manafort una reducción en su sentencia, a cambio de que comparta lo que sabe sobre las conexiones entre Rusia y la campaña de Trump.
Los dos casos fueron golpes legales muy fuertes para Trump, y grandes victorias para el fiscal Mueller. La Casa Blanca se negó a dar comentarios sobre la declaración de Cohen. “Consulten al asesor externo del presidente”, fue el pronunciamiento de Sarah Sanders, secretaria de prensa de Trump. El que sí habló sobre el caso fue el actual abogado de Trump y exalcalde de Nueva York, Rudolph Giuliani, quien aseguró en un comunicado que “no hay acusaciones de ningún delito contra el presidente en los cargos presentados contra Cohen”.
Como si fuera poco, la exasesora de la Casa Blanca Omarosa Manigault Newman reveló que tiene más grabaciones comprometedoras sobre el presidente en el marco de su arremetida contra Donald Trump. En las últimas semanas, la exfuncionaria del mandatario entregó pruebas sobre audios de Trump en el que se le escuchan comentarios racistas, lo que causó polémica en el país.
En un día, los miembros clave del círculo interno de Trump en su campaña de 2016 terminaron en serios problemas legales y la defensa del presidente sobre ellos se desmoronó. Ahora, deberá esperar por las revelaciones que sus dos hombres de confianza le entreguen al fiscal Mueller. "Este es el peor día de la presidencia de Trump, pero tengo que decir, que hay días peores que vienen en camino", afirmó Paul Begala, exasesor del presidente Bill Clinton en la Casa Blanca.