La petición de Melania Trump frente a la separación de inmigrantes ilegales
La primera dama de los Estados Unidos criticó las medidas que ha tomado el Gobierno sobre cómo padres e hijos provenientes de otras nacionalidades, que pretenden entrar al país, se despiden en la frontera con México.
Olivia Hampton / AFP
En un período de seis semanas, Estados Unidos ha sido el culpable de separar a cerca de 2.000 familias inmigrantes que tenían el objetivo de llegar completas al país. Frente a esta situación Melania Trump se manifestó este domingo en desacuerdo a la política migratoria de cero tolerancia.
"Gobernar con el corazón" fue la petición que hizo en un comunicado la esposa del presidente que promulga esta medida. Trump también abogó por un acuerdo entre demócratas y republicanos para frenar esta situación en la frontera con México.
"Detesta ver a los niños separados de sus familias y espera que los dos lados del Congreso puedan por fin acordar una reforma migratoria exitosa", se lee en el comunicado.
Además de la primera dama, el Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU también calificó de inadmisible y cruel las políticas migratorias que separan a padres de sus hijos.
"Pensar que un Estado busca disuadir a los padres infligiendo tal abuso a los niños es inadmisible", dijo Zeid Ra'ad Al Hussein en la apertura de una sesión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra.
Respondiendo a esta medida polémica, Donald Trump acusó a los demócratas de ser los responsables de esa situación y reclamó una vasta reforma migratoria para poner fin al problema. Esta acusación ellos la rechazaron en bloque.
Lea más: A partir del caos: Trump transformó la inmigración.
"Por una vez, los demócratas podrían aportan una solución a la separación forzada de las familias en la frontera trabajando con los republicanos para una nueva ley", escribió Trump el pasado sábado en su cuenta de Twitter.
La Casa Blanca reivindica abiertamente esta política, sin negar su aspecto polémico. "La gente no quiere ver a los bebés arrancados de las manos de sus madres", dijo este domingo al canal NBC Kellyanne Conway, cercana asesora de Trump.
Los demócratas no han escondido su indignación, pero tampoco algunos republicanos. "Ellos lo llaman 'tolerancia cero' pero un mejor nombre es 'humanidad cero', y también hay cero lógica en esta política", dijo el senador Jeff Merkley, quien lideró a un grupo de legisladores demócratas que visitaron estos días la frontera.
Tras ir a un supermercado transformado para la ocasión en un centro de acogida para 1.500 niños de migrantes, Merkley afirmó que "herir a los niños para obtener beneficios legislativos es inaceptable. Es diabólico".
Las reacciones políticas
El expresidente demócrata Bill Clinton también tuiteó sobre el tema, que tomó fuerza durante el fin de semana del Día del Padre en Estados Unidos. "Estos niños no deben ser un instrumento de negociación", escribió.
La legisladora Sheila Jackson-Lee acusó en tanto a Trump de "no decir la verdad" cuando asegura que solo sigue las leyes vigentes. "No hay ninguna ley, no hay ninguna política que le permita apartar a los niños de sus familias", dijo.
También, la senadora republicana Susan Collins tildó la medida de "traumatizante para los niños que son víctimas inocentes".
Por su parte, la exprimera dama Laura Bush criticó de forma igualmente abierta lo que se está haciendo. "Vivo en un estado fronterizo. Entiendo la necesidad de reforzar y proteger nuestras fronteras internacionales, pero esta política de tolerancia cero es cruel. Es inmoral y rompe mi corazón", aseguró en una editorial del Washington Post.
El número de las separaciones se ha acelerado desde comienzos de mayo, cuando el secretario de Justicia Jeff Sessions anunció que todos los migrantes que crucen ilegalmente desde México serían arrestados, acompañados de menores o no. Como los niños no pueden ser enviados a los centros donde son detenidos los padres, son separados.
Lea más: Niños inmigrantes, a bases militares de Estados Unidos.
La Academia Estadounidense de Pediatría advirtió que estas separaciones causan "daños irreparables" a los niños. Ya el mes pasado, un solicitante de asilo hondureño se suicidó en un centro de detención tras ser separado de su esposa y su hijo de tres años por las autoridades estadounidenses, según un reporte del Washington Post.
Parece que los republicanos, que se encuentran divididos, finalmente presentarán la próxima semana dos propuestas de ley: una para satisfacer al ala dura y otra que busca reconciliar a moderados y conservadores pero que incluye las demandas de Trump, especialmente la de disponer de US$25.000 millones para construir un muro en la frontera mexicana.
Ese texto debería tener un apartado donde se deje claro que "los menores que acompañan a sus padres detenidos en la frontera no deben ser separados de estos", según una fuente republicana.
Los albergues
Al separar a los niños de sus padres, se les conduce a hogares de acogida que ya están reportando que se quedan sin espacio para recibir a más personas.
Existen planes por parte de las autoridades de levantar campamentos temporales para suplir la necesidad de espacio, sin embargo, se piensa hacer en el desierto de Texas donde las temperaturas pueden llegar a unos 40 grados.
Este fenómeno de separación ha existido desde gobiernos pasados, pero activistas del tema aseguran que en los pasados meses ha aumentado la cifra de perjudicados.
En un período de seis semanas, Estados Unidos ha sido el culpable de separar a cerca de 2.000 familias inmigrantes que tenían el objetivo de llegar completas al país. Frente a esta situación Melania Trump se manifestó este domingo en desacuerdo a la política migratoria de cero tolerancia.
"Gobernar con el corazón" fue la petición que hizo en un comunicado la esposa del presidente que promulga esta medida. Trump también abogó por un acuerdo entre demócratas y republicanos para frenar esta situación en la frontera con México.
"Detesta ver a los niños separados de sus familias y espera que los dos lados del Congreso puedan por fin acordar una reforma migratoria exitosa", se lee en el comunicado.
Además de la primera dama, el Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU también calificó de inadmisible y cruel las políticas migratorias que separan a padres de sus hijos.
"Pensar que un Estado busca disuadir a los padres infligiendo tal abuso a los niños es inadmisible", dijo Zeid Ra'ad Al Hussein en la apertura de una sesión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra.
Respondiendo a esta medida polémica, Donald Trump acusó a los demócratas de ser los responsables de esa situación y reclamó una vasta reforma migratoria para poner fin al problema. Esta acusación ellos la rechazaron en bloque.
Lea más: A partir del caos: Trump transformó la inmigración.
"Por una vez, los demócratas podrían aportan una solución a la separación forzada de las familias en la frontera trabajando con los republicanos para una nueva ley", escribió Trump el pasado sábado en su cuenta de Twitter.
La Casa Blanca reivindica abiertamente esta política, sin negar su aspecto polémico. "La gente no quiere ver a los bebés arrancados de las manos de sus madres", dijo este domingo al canal NBC Kellyanne Conway, cercana asesora de Trump.
Los demócratas no han escondido su indignación, pero tampoco algunos republicanos. "Ellos lo llaman 'tolerancia cero' pero un mejor nombre es 'humanidad cero', y también hay cero lógica en esta política", dijo el senador Jeff Merkley, quien lideró a un grupo de legisladores demócratas que visitaron estos días la frontera.
Tras ir a un supermercado transformado para la ocasión en un centro de acogida para 1.500 niños de migrantes, Merkley afirmó que "herir a los niños para obtener beneficios legislativos es inaceptable. Es diabólico".
Las reacciones políticas
El expresidente demócrata Bill Clinton también tuiteó sobre el tema, que tomó fuerza durante el fin de semana del Día del Padre en Estados Unidos. "Estos niños no deben ser un instrumento de negociación", escribió.
La legisladora Sheila Jackson-Lee acusó en tanto a Trump de "no decir la verdad" cuando asegura que solo sigue las leyes vigentes. "No hay ninguna ley, no hay ninguna política que le permita apartar a los niños de sus familias", dijo.
También, la senadora republicana Susan Collins tildó la medida de "traumatizante para los niños que son víctimas inocentes".
Por su parte, la exprimera dama Laura Bush criticó de forma igualmente abierta lo que se está haciendo. "Vivo en un estado fronterizo. Entiendo la necesidad de reforzar y proteger nuestras fronteras internacionales, pero esta política de tolerancia cero es cruel. Es inmoral y rompe mi corazón", aseguró en una editorial del Washington Post.
El número de las separaciones se ha acelerado desde comienzos de mayo, cuando el secretario de Justicia Jeff Sessions anunció que todos los migrantes que crucen ilegalmente desde México serían arrestados, acompañados de menores o no. Como los niños no pueden ser enviados a los centros donde son detenidos los padres, son separados.
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La Academia Estadounidense de Pediatría advirtió que estas separaciones causan "daños irreparables" a los niños. Ya el mes pasado, un solicitante de asilo hondureño se suicidó en un centro de detención tras ser separado de su esposa y su hijo de tres años por las autoridades estadounidenses, según un reporte del Washington Post.
Parece que los republicanos, que se encuentran divididos, finalmente presentarán la próxima semana dos propuestas de ley: una para satisfacer al ala dura y otra que busca reconciliar a moderados y conservadores pero que incluye las demandas de Trump, especialmente la de disponer de US$25.000 millones para construir un muro en la frontera mexicana.
Ese texto debería tener un apartado donde se deje claro que "los menores que acompañan a sus padres detenidos en la frontera no deben ser separados de estos", según una fuente republicana.
Los albergues
Al separar a los niños de sus padres, se les conduce a hogares de acogida que ya están reportando que se quedan sin espacio para recibir a más personas.
Existen planes por parte de las autoridades de levantar campamentos temporales para suplir la necesidad de espacio, sin embargo, se piensa hacer en el desierto de Texas donde las temperaturas pueden llegar a unos 40 grados.
Este fenómeno de separación ha existido desde gobiernos pasados, pero activistas del tema aseguran que en los pasados meses ha aumentado la cifra de perjudicados.