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La canciller alemana, Angela Merkel, aseguró este miércoles que su país es libre e independiente y decide sin injerencias externas su política, horas después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, calificase a Berlín de "rehén" de Rusia. (Lea: El sacudón que pretende generar Trump en la cumbre de la OTAN)
"Yo misma vi como una parte de Alemania estaba controlada por la Unión Soviética. Y estoy muy agradecida de que ahora estemos unidos en libertad en la República Federal. Por eso podemos decir que hacemos nuestra propia política independiente y tomamos independientemente nuestras decisiones.Y eso está bien", afirmó al llegar a la cumbre de líderes de la OTAN en Bruselas.
Horas antes, durante una reunión con el secretario general de la Alianza Atlántica, Jens Stoltenberg, Donald Trump había cargado contra la primera economia de la zona euro, un "país rico" que, a su juicio, no gasta lo suficiente en defensa y invierte mucho dinero en gas ruso. (Lea: ¿Qué gana Colombia al convertirse en socio de la OTAN?)
El presidente de Estados Unidos, cuyo presupuesto en defensa es del 3,5% del PIB y representa dos tercios del total de los 29 países aliados, vinculó así al terreno de la seguridad su prioridad de vender gas natural a los europeos.
Angela Merkel, cuyo país destina un 1,24% de su PIB al gasto militar, expresó su compromiso de cumplir con el objetivo acordado en la cumbre de Gales en 2014 de "avanzar en la dirección del 2% del gasto de defensa" para 2024, como exige Trump.
El mandatario estadounidense había criticado previamente a sus aliados, especialmente a Alemania, por no cumplir con ese objetivo. "Estados Unidos está pagando demasiado", "no es justo para los contribuyentes", agregó.
Más allá del presupuesto nacional, la canciller alemana defendió el papel de su país en la OTAN, "el segundo mayor proveedor de tropas" y "muy comprometido en Afganistán". "Por lo tanto también defendemos los intereses de Estados Unidos", agregó.