A un día de las elecciones europeas, ¿qué se juega May con la votación por el "brexit"?
Haciendo concesiones que rompen con algunas de las líneas rojas que ella misma se marcó al iniciar la negociación con Bruselas hace dos años, May propuso incluir la posibilidad de que los diputados decidan sobre la convocatoria de un segundo referéndum y sobre una unión aduanera temporal con la Unión Europea.
- Redacción Internacional con información de agencias
El último intento de la primera ministra británica, Theresa May, de poner fin a meses de bloqueo parlamentario sobre su controvertido acuerdo de Brexit parecía el miércoles condenado al fracaso, tras decepcionar tanto a proeuropeos como a euroescépticos.
En una intervención ante la Cámara de los Comunes, May detalló el plan avanzado, consistente en un proyecto de Ley sobre el Acuerdo de Retirada cuyo texto, afirmó, será publicado el viernes.
(Le puede interesar: Theresa May abre la puerta a un segundo referéndum sobre el Brexit)
"La oportunidad que ofrece el Brexit es demasiado grande y las consecuencias de su fracaso demasiado graves para arriesgarse a más retrasos", dijo a los diputados en la víspera de unas elecciones europeas que hasta hace muy poco nadie en Reino Unido pensaba celebrar casi tres años después del referéndum de 2016, en el que 52% de británicos votó por abandonar la Unión Europea.
"Rechácenlo y todo lo que tendremos ante nosotros será división y estancamiento", agregó la primera ministra, que ante la creciente rebelión interna en su Partido Conservador ya prometió dejar el cargo tras esta nueva votación, prevista para una fecha de principios de junio aún por determinar, sea cual sea su resultado.
La primera ministra ha sobrepasado algunos de los límites que al inicio de la negociación prometió no rabasar, todo con tal de salvar el acuerdo que logró con Bruselas. Por ejemplo, May propuso incluir la posibilidad de que los diputados decidan sobre la convocatoria de un segundo referéndum y sobre una unión aduanera temporal con la Unión Europea. También garantías sobre los derechos de los trabajadores y la protección del medio ambiente.
Insuficiente para los laboristas
Son todas ellas reivindicaciones presentadas por el opositor Partido Laborista durante las seis semanas de negociaciones que terminaron en fracaso el viernes. Pero no bastaron para convencer a su líder, Jeremy Corbyn, quien las consideró integradas de forma deficiente y sin garantías.Lea también: Los que están detrás del infierno de Theresa May
Es "poco más que una versión aderezada de su acuerdo rechazado tres veces", afirmó ante el Parlamento. "Puede que la retórica haya cambiado, pero el acuerdo no lo ha hecho", añadió.
Reino Unido debería haber abandonado la Unión Europea el 29 de marzo. Pero el Parlamento rechazó estrepitosamente tres veces el Tratado de Retirada que May firmó en noviembre con Bruselas, lo que empujó a la primera ministra a aceptar un aplazamiento "flexible" del Brexit: hasta el 31 de octubre, aunque el país puede salir antes si halla una solución al bloqueo.
Todo esto contribuye a un ambiente de caos político que está haciendo estragos en las empresas británicas: el miércoles se anunció la liquidación de la acería British Steel, amenazando casi 25.000 puestos entre empleos directos e indirectos, que atribuyó sus tener graves problemas de liquidez al impacto de la incertidumbre del Brexit en su actividad.
Inaceptable para los conservadores
La "nueva" propuesta de May tampoco convenció a los conservadores defensores de un Brexit neto, que en anterior votaciones se opusieron por decenas al acuerdo de la primera ministra con Bruselas y a quienes la negociación con los laborista había enfurecido.Según la prensa británica, hay incluso voces en el gobierno de May que intentan convencerla de no someter el plan al Parlamento para evitar una nueva humillación.
Preguntado al respecto, el ministro de Medio Ambiente, Michael Gove, dio a entender en las ondas de la BBC que la decisión se podría revisar: "creo que en el transcurso de los próximos días reflexionaremos sobre la forma en que la gente ve la propuesta que se ha presentado".
Y uno de los más fervientes opositores a May y a su acuerdo de Brexit entre sus propias filas conservadoras, el ex ministro de Relaciones Exteriores Boris Johnson, fustigó la idea en Twitter.
Ver más: El día D que nunca fue en Reino Unido
"Ahora nos piden que votemos sobre una unión aduanera y un segundo referéndum. El proyecto de ley va en contra de nuestro programa, no votaré por él", escribió Johnson, que ya se declaró oficialmente como candidato para suceder a May en las riendas del partido, del gobierno y de la negociación con Bruselas.
El último intento de la primera ministra británica, Theresa May, de poner fin a meses de bloqueo parlamentario sobre su controvertido acuerdo de Brexit parecía el miércoles condenado al fracaso, tras decepcionar tanto a proeuropeos como a euroescépticos.
En una intervención ante la Cámara de los Comunes, May detalló el plan avanzado, consistente en un proyecto de Ley sobre el Acuerdo de Retirada cuyo texto, afirmó, será publicado el viernes.
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"La oportunidad que ofrece el Brexit es demasiado grande y las consecuencias de su fracaso demasiado graves para arriesgarse a más retrasos", dijo a los diputados en la víspera de unas elecciones europeas que hasta hace muy poco nadie en Reino Unido pensaba celebrar casi tres años después del referéndum de 2016, en el que 52% de británicos votó por abandonar la Unión Europea.
"Rechácenlo y todo lo que tendremos ante nosotros será división y estancamiento", agregó la primera ministra, que ante la creciente rebelión interna en su Partido Conservador ya prometió dejar el cargo tras esta nueva votación, prevista para una fecha de principios de junio aún por determinar, sea cual sea su resultado.
La primera ministra ha sobrepasado algunos de los límites que al inicio de la negociación prometió no rabasar, todo con tal de salvar el acuerdo que logró con Bruselas. Por ejemplo, May propuso incluir la posibilidad de que los diputados decidan sobre la convocatoria de un segundo referéndum y sobre una unión aduanera temporal con la Unión Europea. También garantías sobre los derechos de los trabajadores y la protección del medio ambiente.
Insuficiente para los laboristas
Son todas ellas reivindicaciones presentadas por el opositor Partido Laborista durante las seis semanas de negociaciones que terminaron en fracaso el viernes. Pero no bastaron para convencer a su líder, Jeremy Corbyn, quien las consideró integradas de forma deficiente y sin garantías.Lea también: Los que están detrás del infierno de Theresa May
Es "poco más que una versión aderezada de su acuerdo rechazado tres veces", afirmó ante el Parlamento. "Puede que la retórica haya cambiado, pero el acuerdo no lo ha hecho", añadió.
Reino Unido debería haber abandonado la Unión Europea el 29 de marzo. Pero el Parlamento rechazó estrepitosamente tres veces el Tratado de Retirada que May firmó en noviembre con Bruselas, lo que empujó a la primera ministra a aceptar un aplazamiento "flexible" del Brexit: hasta el 31 de octubre, aunque el país puede salir antes si halla una solución al bloqueo.
Todo esto contribuye a un ambiente de caos político que está haciendo estragos en las empresas británicas: el miércoles se anunció la liquidación de la acería British Steel, amenazando casi 25.000 puestos entre empleos directos e indirectos, que atribuyó sus tener graves problemas de liquidez al impacto de la incertidumbre del Brexit en su actividad.
Inaceptable para los conservadores
La "nueva" propuesta de May tampoco convenció a los conservadores defensores de un Brexit neto, que en anterior votaciones se opusieron por decenas al acuerdo de la primera ministra con Bruselas y a quienes la negociación con los laborista había enfurecido.Según la prensa británica, hay incluso voces en el gobierno de May que intentan convencerla de no someter el plan al Parlamento para evitar una nueva humillación.
Preguntado al respecto, el ministro de Medio Ambiente, Michael Gove, dio a entender en las ondas de la BBC que la decisión se podría revisar: "creo que en el transcurso de los próximos días reflexionaremos sobre la forma en que la gente ve la propuesta que se ha presentado".
Y uno de los más fervientes opositores a May y a su acuerdo de Brexit entre sus propias filas conservadoras, el ex ministro de Relaciones Exteriores Boris Johnson, fustigó la idea en Twitter.
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"Ahora nos piden que votemos sobre una unión aduanera y un segundo referéndum. El proyecto de ley va en contra de nuestro programa, no votaré por él", escribió Johnson, que ya se declaró oficialmente como candidato para suceder a May en las riendas del partido, del gobierno y de la negociación con Bruselas.