Cumbre inédita entre Vladimir Putin y Kim Jong-un a finales de este mes
En medio de tensiones entre Pyongyang y Washington tras la cumbre de febrero que terminó sin resultados, los líderes de Corea del Norte y Rusia se reunirán por primera vez a finales de abril.
- AFP
El Kremlin anunció el jueves la preparación de una cumbre inédita entre el dirigente norcoreano Kim Jong Un y el presidente Vladimir Putin, prevista para fines de abril en Rusia.
El anuncio se produce en medio de tensiones entre Pyongyang y Washington tras la cumbre de febrero que terminó sin resultados y el pedido de Corea del Norte de que el presidente Donald Trump aparte de las negociaciones al secretario de Estado Mike Pompeo.
"Por invitación de Vladimir Putin (...) Kim Jong Un viajará a Rusia para una visita durante la segunda mitad del mes de abril", indicó el Kremlin en un comunicado. Se trata del primer encuentro entre Kim y el presidente ruso. Los dos países mantienen relaciones de amistad.
(Le puede interesar: El alto precio de ser “amigo” de Trump)
Esta cumbre era objeto de especulaciones desde hace varios días en la prensa rusa, surcoreana y japonesa. El periódico ruso Izvestia había informado el miércoles, citando fuentes diplomáticas, que el encuentro tendrá lugar en la ciudad rusa de Vladivostok, situada cerca de Corea del Norte, antes de un viaje de Putin a China el 26 y 27 de abril para un foro económico.
Rusia tiene que decir algo sobre la situación en la península coreana, señaló Andrei Lankov, de la universidad Kookmin de Seúl. "Los últimos acontecimientos dejaron fuera a casi todo el mundo, exceptuando a Corea del Norte y Estado Unidos".
Al igual que China, Rusia promueve el diálogo con Corea del Norte sobre la base de una hoja de ruta definida por las dos potencias.
(Ver más: Kim Jong-un desafía a Trump y supervisa el lanzamiento de nuevo misil)
En 2011, el padre de Kim Jong Un, Kim Jong Il, viajó a Siberia para reunirse con Dimitri Medvedev, actual primer ministro ruso entonces presidente. El líder norcoreano, que murió poco después de esa visita, había dicho entonces estar dispuesto a renunciar a los ensayos nucleares.
El enviado estadounidense para Corea del Norte, Stephen Biegun, y la consejera de Trump, Fiona Hill, están actualmente en Moscú para dialogar con responsables rusos.
Luego de un 2018 marcado por un espectacular acercamiento en la península coreana y una histórica cumbre entre Kim Jong Un y Trump, el recalentamiento de la relación parece más frágil, luego del fracaso de la segunda cumbre en febrero.
"Temo que si Pompeo sigue participando en las negociaciones (...) se van a enredar de nuevo", declaró el director general del departamento de Asuntos Estadounidenses en el ministerio de Relaciones Exteriores norcoreano Kwon Jong Gun, según la agencia KCNA.
Pyongyang ya lo había acusado, junto al asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca John Bolton, de ser responsables del fracaso de la cumbre de Hanoi por haber "creado una atmósfera hostil y de desconfianza". El verano pasado, Corea del Norte denunció sus "métodos de gángster".
Kwon Jong Gun, que según KCNA respondía a una pregunta de un periodista, dijo que el líder Kim Jong Un dejó en claro que la actitud de Estados Unidos debe cambiar.
(Ver más: ¿Kim Jong-un volverá a la política suicida con Estados Unidos?)
Desde el comienzo del proceso diplomático el año pasado, Pyongyang siempre prefirió tratar directamente con Pompeo, que presenta a Kim como su "amigo" y casi nunca evoca la violación masiva de los derechos humanos imputada al régimen norcoreano.
Estas extraordinarias declaraciones fueron publicadas horas después de que KCNA afirmara que el líder norcoreano Kim Jong Un había supervisado el ensayo de una nueva "arma táctica guiada" con una "potente ojiva".
Este ensayo permitió verificar el funcionamiento del "sistema particular de guiado en vuelo y el cargamento de una poderosa ojiva", afirmó KCNA. Kim Jong Un lo calificó como "muy significativo, ya que incrementa el poderío de combate" de las Fuerzas Armadas norcoreanas.
Esta es la segunda vez que el Norte afirma que procedió al ensayo de un arma desde el comienzo de las negociaciones con Estados Unidos sobre sus programas balístico y nuclear.
El Kremlin anunció el jueves la preparación de una cumbre inédita entre el dirigente norcoreano Kim Jong Un y el presidente Vladimir Putin, prevista para fines de abril en Rusia.
El anuncio se produce en medio de tensiones entre Pyongyang y Washington tras la cumbre de febrero que terminó sin resultados y el pedido de Corea del Norte de que el presidente Donald Trump aparte de las negociaciones al secretario de Estado Mike Pompeo.
"Por invitación de Vladimir Putin (...) Kim Jong Un viajará a Rusia para una visita durante la segunda mitad del mes de abril", indicó el Kremlin en un comunicado. Se trata del primer encuentro entre Kim y el presidente ruso. Los dos países mantienen relaciones de amistad.
(Le puede interesar: El alto precio de ser “amigo” de Trump)
Esta cumbre era objeto de especulaciones desde hace varios días en la prensa rusa, surcoreana y japonesa. El periódico ruso Izvestia había informado el miércoles, citando fuentes diplomáticas, que el encuentro tendrá lugar en la ciudad rusa de Vladivostok, situada cerca de Corea del Norte, antes de un viaje de Putin a China el 26 y 27 de abril para un foro económico.
Rusia tiene que decir algo sobre la situación en la península coreana, señaló Andrei Lankov, de la universidad Kookmin de Seúl. "Los últimos acontecimientos dejaron fuera a casi todo el mundo, exceptuando a Corea del Norte y Estado Unidos".
Al igual que China, Rusia promueve el diálogo con Corea del Norte sobre la base de una hoja de ruta definida por las dos potencias.
(Ver más: Kim Jong-un desafía a Trump y supervisa el lanzamiento de nuevo misil)
En 2011, el padre de Kim Jong Un, Kim Jong Il, viajó a Siberia para reunirse con Dimitri Medvedev, actual primer ministro ruso entonces presidente. El líder norcoreano, que murió poco después de esa visita, había dicho entonces estar dispuesto a renunciar a los ensayos nucleares.
El enviado estadounidense para Corea del Norte, Stephen Biegun, y la consejera de Trump, Fiona Hill, están actualmente en Moscú para dialogar con responsables rusos.
Luego de un 2018 marcado por un espectacular acercamiento en la península coreana y una histórica cumbre entre Kim Jong Un y Trump, el recalentamiento de la relación parece más frágil, luego del fracaso de la segunda cumbre en febrero.
"Temo que si Pompeo sigue participando en las negociaciones (...) se van a enredar de nuevo", declaró el director general del departamento de Asuntos Estadounidenses en el ministerio de Relaciones Exteriores norcoreano Kwon Jong Gun, según la agencia KCNA.
Pyongyang ya lo había acusado, junto al asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca John Bolton, de ser responsables del fracaso de la cumbre de Hanoi por haber "creado una atmósfera hostil y de desconfianza". El verano pasado, Corea del Norte denunció sus "métodos de gángster".
Kwon Jong Gun, que según KCNA respondía a una pregunta de un periodista, dijo que el líder Kim Jong Un dejó en claro que la actitud de Estados Unidos debe cambiar.
(Ver más: ¿Kim Jong-un volverá a la política suicida con Estados Unidos?)
Desde el comienzo del proceso diplomático el año pasado, Pyongyang siempre prefirió tratar directamente con Pompeo, que presenta a Kim como su "amigo" y casi nunca evoca la violación masiva de los derechos humanos imputada al régimen norcoreano.
Estas extraordinarias declaraciones fueron publicadas horas después de que KCNA afirmara que el líder norcoreano Kim Jong Un había supervisado el ensayo de una nueva "arma táctica guiada" con una "potente ojiva".
Este ensayo permitió verificar el funcionamiento del "sistema particular de guiado en vuelo y el cargamento de una poderosa ojiva", afirmó KCNA. Kim Jong Un lo calificó como "muy significativo, ya que incrementa el poderío de combate" de las Fuerzas Armadas norcoreanas.
Esta es la segunda vez que el Norte afirma que procedió al ensayo de un arma desde el comienzo de las negociaciones con Estados Unidos sobre sus programas balístico y nuclear.