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El calendario de Vladimir Putin ha arrasado en ventas en los últimos años. Su éxito se debe a las fotografías del mandatario ruso fuera de lo común. En él se han visto imágenes del presidente con el torso desnudo, montando a caballo, pescando o incluso zambulléndose en agua helada. Pero para la próxima edición, el Kremlin ha realizado un cambio total en este producto. Ahora Putin estará con traje, saludando a diferentes líderes mundiales y sonriendo junto a ellos. Vea también: Calendario de Putin de 2019 es un éxito en ventas en Japón
La idea de las ediciones pasadas era transmitir la imagen de un mandatario apto para actividades al aire libre que fuera fuerte, pero también cercano al pueblo. Ahora, lo que se pretende es mostrar a un estadista, firme en las relaciones diplomáticas y como el moldeador de las políticas mundiales. Y luego de que este año se identificó una política exterior rusa mucho más agresiva, este cambio tiene sentido.
“Creo que ha sido un tema recurrente en la narrativa rusa: que Rusia es una gran potencia, que es uno de los centros mundiales de poder", dijo Eugene Rumer, director del programa Rusia y Eurasia en el Carnegie Endowment for International Paz a The Washington Post.
El mes de febrero, por ejemplo, estará acompañado de una imagen de Putin al lado del presidente francés, Emmanuel Macron, el presidente estadounidense, Donald Trump, y la canciller alemana, Ángela Merkel, en una reunión en la que fueron fotografiados luego de sellar un lucrativo acuerdo comercial. Le recomendamos: Putin enciende su maquinaria propagandista en África
Noviembre, en cambio, tendrá la imagen del mandatario junto a Mohammed bin Salman, el príncipe heredero de Arabia Saudita. Con él, Putin comenzó a coordinar actividades conjuntas en el mercado mundial petrolero. La influencia rusa se extendió en Medio Oriente en octubre de 2019, cuando se medió un alto al fuego en el norte de Siria con el presidente turco Recep Tayyip Erdogan.
Los calendarios, que tienen una versión de pared y otra de escritorio, fueron aprobados por el Kremlin en seis ediciones diferentes que variarán en algunas fotografías. El enfatizar en la personalidad de estadista de Putin es una apuesta segura para el gobierno, pues sus esfuerzos en política exterior son muy populares entre los rusos, incluso aunque haya perdido algo de terreno dentro de su propia nación.