El chavismo pide pista en el proceso de transición

Con el desinfle de las marchas en Venezuela la oposición se ve obligada a estudiar otras alternativas para buscar la salida de Nicolás Maduro del poder, como conectarse con las bases chavistas que también quieren un cambio. Sin embargo, la conexión ha sido imposible, de acuerdo con Indira Urbaneja, coordinadora del movimiento Chavismo Bolivariano.

Jesús Mesa / @JesusMesa
13 de mayo de 2019 - 02:00 a. m.
Sectores dentro del chavismo críticos con el rumbo del actual gobierno reclaman un cambio en venezuela.   / EFE
Sectores dentro del chavismo críticos con el rumbo del actual gobierno reclaman un cambio en venezuela. / EFE
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La situación en Venezuela parece estar estancada. Después de la fallida insurrección militar el pasado 30 de abril, la oposición venezolana, liderada por Juan Guaidó, se encuentra en un terreno complicado. El apoyo popular en las manifestaciones dentro de Venezuela se ha reducido ostensiblemente, las deserciones en las Fuerzas Armadas han sido a cuentagotas y la permanencia en el poder por parte de Nicolás Maduro parece, al menos por ahora, segura. Le puede interesar: Guaidó llama a no desfallecer pese a jornada de débiles jornadas de protestas contra Maduro

La incapacidad de la oposición de convencer a las Fuerzas Armadas de cambiar de bando, en conjunto con la desconfianza que generan varios de sus líderes en gran parte de la población han dificultado los planes opositores en estos meses. La desconexión de este sector político con el sector chavista de la población es todavía muy profunda y, según varios analistas, es imperativo que estos también tengan voz en el proceso.

En entrevista con El Espectador, Indira Urbaneja, coordinadora del movimiento Chavismo Bolivariano, que defiende el legado de Hugo Chávez, pero aboga por la salida de Nicolás Maduro, explica por qué es importante para la oposición incluir a las bases del chavismo si quieren tener éxito en su objetivo de deponer al presidente venezolano.

¿De qué se trata eso del Chavismo Bolivariano?

Es la reivindicación de la base chavista, que se diferencia de la cúpula del gobierno. A todos se les dice chavistas, pero hay una diferencia entre los venezolanos que creyeron en Hugo Chávez y quienes hoy gobiernan, que en su mayoría son delincuentes.

¿Cuándo surgió esta idea de reivindicar al chavismo originario?

Nace porque nos sentimos excluidos por el proyecto del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), que se diferencia del programa bolivariano propuesto en 1998 por Chávez. Defendemos lo que se vivió desde 1998 hasta el año 2005, antes de que Chávez se declarara abiertamente socialista y manifestara la implementación del socialismo del siglo XXI.

Entonces, ¿no todos los chavistas están con Maduro?

Para nada. Hay chavistas críticos, democráticos, como nosotros, que no creemos en la violación de derechos humanos ni en el secuestro de los poderes públicos. Que defendemos la Constitución de 1999 y que desde el mismo chavismo queremos generar el cambio. Porque así como están los que son leales a Maduro, están los que no lo queremos.

¿Hablar de chavismo democrático no es algo contradictorio? Sectores de la oposición dicen que el objetivo de Chávez era llegar a lo de hoy...

Hay declaraciones públicas de Chávez en las que, en sus inicios, él dice que no era socialista y que ese no era su proyecto de gobierno. En 1998 Chávez hablaba de bolivarianismo y nacionalismo y por eso fue que votamos por él. No lo hicimos pensando en que él tenía la carta del socialismo debajo de la manga.

¿Las bases chavistas reconocen a Guaidó como presidente?

Al menos nuestro movimiento no lo ha hecho. Juan Guaidó es para nosotros el presidente de la Asamblea Nacional, único poder legítimo que se encuentra en Venezuela. No reconocemos su autoridad porque consideramos que la transición no ha comenzado. Para que esta se dé tiene que haber una apertura, que todos los sectores políticos estén involucrados. No que sea un proceso de transición liderado por una única visión de país, como ocurre ahora. Le recomendamos: La tragedia de las Fuerzas Armadas de Venezuela 

¿La base se siente excluida?

Sí, claro. Nosotros no queremos que solo nos escuchen, sino que tengamos espacios realmente incluyentes, donde las bases chavistas se vean reflejadas en la transición. Pero no solo las bases chavistas, sino que se vean reflejados todos los factores de la izquierda democrática que no caben en el PSUV ni en la oposición. Porque lo que está claro es que Venezuela no soporta más a Nicolás Maduro.

¿Cómo sería ese proceso de transición que usted propone?

Un proceso abierto y democrático. En Venezuela no podemos salir de un sectarismo para entrar en otro. Además, esto pondría en riesgo la gobernabilidad. Es imperativo que en ese proceso participemos todos, desde militares, oposición y chavismo. Si eso no sucede sería un error, como muchos de los que la oposición ha cometido en estos meses.

¿A qué errores se refiere?

A la forma en que se está enviando el mensaje. Cuando se dice que tiene que haber cese de la usurpación y transición, a muchos venezolanos, sobre todo a los de la base de chavismo, no les gusta, porque relacionan estos conceptos a figuras como Juan Guaidó, Leopoldo López, la OEA y Estados Unidos, algo que no ha permitido que sectores chavistas y de las Fuerzas Armadas le crean a la oposición. Esto, además de eventos puntuales como los del 30 de abril o el 23 de febrero, en donde se vio que no tenían un plan y que muestran un profundo inmediatismo

¿A qué se refiere con eso?

Es eso que sucede cuando después del impacto mediático no tienen un plan a largo plazo. El 30 de abril ocurrió luego de que las imágenes les dieran más importancia a los diputados que a los militares, y el 23 de febrero, cuando la oposición invitó a los militares a cruzar la frontera y desertar. Meses después esos oficiales dicen que no saben qué hacer ahora. Eso es no tener un plan más allá de provocar impacto mediático. Y eso lo que termina haciendo es afectando el proceso y fortaleciendo a Maduro. Por eso, de manera constructiva, proponemos que se reevalúe la estrategia y se piense más en los detalles. En propuestas desarrolladas que tengan una secuencia inmediata de hechos.

¿Por qué es tan difícil que las bases chavistas crean en la oposición?

Hay una natural desconfianza entre la base y la oposición, y viceversa. Pero también es que en 21 años se le ha dicho al chavismo que la oposición quiere destruir lo construido. Y esto es algo difícil de sacar del imaginario de los simpatizantes de Chávez, porque, además, hay un sector radical de la oposición que afirma, sin titubeos, que todo lo que se hizo en estos años estuvo mal. Entonces, cuando se escuchan este tipo de expresiones, entienden que lo que se les ha dicho por 21 años es cierto, que si salen de Nicolás Maduro van a quedar huérfanos y la oposición va a llegar a cobrarles.

¿Cuál es la solución que su movimiento plantea? ¿Un nuevo diálogo?

El único dialogo que puede existir es para establecer las condiciones de la salida de Nicolás Maduro, pero la salida pasa por una decisión de las Fuerzas Armadas. Pero no es plantearles, como se ha hecho, que se pongan del lado de Maduro o de Guaidó, sino convencerlos de que se pongan del lado del pueblo y la Constitución. Por eso hay que reformular el proceso de transición con una reapertura, donde se sienten todos los actores. Tenemos que mostrarles a las Fuerzas Armadas y a la comunidad internacional que todos los actores políticos estamos dispuestos a unirnos: chavismo, oposición, militares, iglesia y academia. El proceso de transición tiene que quedar en manos de todos los venezolanos y todos los venezolanos tienen que sentirse incluidos y reflejados. Mientras eso no se logre, seguiremos con Maduro.

Por Jesús Mesa / @JesusMesa

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