El país que produce más opio según la ONU es Afganistán
Este país que lleva cerca de 17 años en guerra, atraviesa una de sus etapas más sangrientas tras el final de la misión de la OTAN en 2015.
-Redacción Internacional
La producción de opio aumentó un 65% de 2016 a 2017 para alcanzar las 10.500 toneladas, "la mayor estimación registrada por la Oficina de Naciones Unidas para las Drogas y el Crimen (UNODC) desde que comenzó a monitorear la producción global de opio a principios del siglo XXI".
Afganistán es responsable de la inmensa mayoría con una producción de 9.000 toneladas y un aumento de 87% respecto a 2016. "Entre los impulsores de este incremento se encuentran la inestabilidad política, la falta de control gubernamental y las reducidas oportunidades económicas", señala el informe.
La UNODC agrega que el aumento de la producción en Afganistán condujo a un incremento del 37% en el área de cultivo de amapola, hasta las 420.000 hectáreas. El informe estima que más de las tres cuartas parte de esa superficie se encuentra en Afganistán.
Ver más: Mercado y producción mundial de drogas llegó a máximos históricos
Kabul, la capital afgana se convirtió, según la ONU, en el lugar más peligroso del país para los civiles, con un recrudecimiento de los grandes atentados en el último año, generalmente perpetrados por suicidas y reivindicados por los talibanes o el grupo Estado Islámico.
Desde principios de año, Kabul fue blanco de al menos 15 atentados que dejaron cientos de muertos y heridos. De acuerdo con un informe de 2017 del grupo de análisis International Crisis Group, "las fracturas políticas debilidan al Gobierno de Unidad Nacional afgano a medida que la insurgencia talibán se expande y un afiliado del Estado Islámico fortalece su posición".
Después de 17 años de conflicto, la barbarie de la guerra no termina y en el último año cobró la vida a cerca de 110.000 personas. De acuerdo con un informe del periódico español El Mundo, lo que vive Afganistán es muestra del fracaso de la comunidad internacional. En 2017 y enero de 2018 el número de muertos lelgaba a 2.000. Los heridos eran 5.000.
Ver más: El talibán tiene presencia en el 70% del territorio afgano
"Sólo durante los últimos ocho meses 1.372 civiles han muerto y 2.360 han resultado heridos a consecuencia de los ataques terroristas, siendo Kabul el lugar donde se ha producido la mayor cantidad de muertos civiles con alrededor de 600", le explicó a El Mundo el director del Centro de Protección y Defensa Civil, Abdul Rahim Khurram.
Después de la capital, las provincias de Nangarhar, Herat, Ghor, Kunduz y Helmand, que llevan el peso de la guerra y se encuentran situadas en los cuatro puntos cardinales del país, son las que más víctimas civiles han registrado. Y es justo en estas mismas provincias donde florece el cultivo de amapola. La provincia de Helmand (sur) concentra el grueso de la producción, el 79%.
De acuerdo con Europa Press, en Balj ha aumentado en más de 10.000 hectáreas, en Kandahar, más de 7.500, en Nimroz 6.200 y en Uruzgan 6.000 hectáreas.
Después de 17 años de conflicto y miles de millones invertidos por la comunidad internacional, el balance es lamentable: cerca de 110.000 personas, entre civiles y combatientes han muerto y 35.000 civiles han resultado heridos, muchos de ellos han quedado mutilados.
Ver más: Esto es lo que deja el conflicto en Afganistán
Según el Crisis Group, el aumento de la insurgencia y una tensa transición política están exacerbando una sensación de inseguridad ya generalizada sobre el futuro de Afganistán. Desde la retirada militar internacional de 2014, el resurgimiento de los talibanes ha ampliado rápidamente su presencia en todo el país.
"El Estado Islámico-Khorasan (IS-K), un afiliado del Estado Islámico en Irak y Siria (ISIS), también tiene un punto de apoyo, aunque limitado y principalmente en algunos distritos del este", señala el informe.
Se calcula que el valor total del mercado de la heroína a nivel mundial es de unos 65.000 millones de dólares; el de opio es de unos 10.000 millones; y el de morfina alcanza los 20.000 millones de dólares.
"Es decir, el valor total de opio y sus derivados alcanza unos 95.000 millones de dólares, de los cuales 90.000 millones se originan en Afganistán. De esta cantidad, solamente 3.300 millones de dólares (el 3,5%) se quedan en su tierra nativa, lo que aporta un 19% al Producto Bruto Interno (PBI)", explica la prensa estadounidense.
¿Paz en Afganistán?
Y a pesar del terrible panorama, las recientes treguas observadas por el Gobierno y por los talibanes y las elecciones previstas para este año demuestran que existen oportunidades "sin precedentes" para lograr la paz en Afganistán, aseguró la ONU."Los próximos meses van a presentar oportunidades clave para que la comunidad internacional revise y ajuste seriamente la forma en que está apoyando a Afganistán en sus esfuerzos para conseguir paz, democracia y autosuficiencia", apuntó el enviado de Naciones Unidas para el país, Tadamichi Yamamoto.
Ver más: La historia no está del lado de Trump en Afganistán
En un discurso ante el Consejo de Seguridad, el diplomático subrayó que los acontecimientos recientes muestran que existen "oportunidades sin precedentes" para avanzar hacia la paz.
Afganistán tiene previsto celebrar comicios parlamentarios en octubre y presidenciales la próxima primavera y, según destacó Yamamoto, por primera vez desde 2003 está llevando a cabo un registro completo de votantes.
La producción de opio aumentó un 65% de 2016 a 2017 para alcanzar las 10.500 toneladas, "la mayor estimación registrada por la Oficina de Naciones Unidas para las Drogas y el Crimen (UNODC) desde que comenzó a monitorear la producción global de opio a principios del siglo XXI".
Afganistán es responsable de la inmensa mayoría con una producción de 9.000 toneladas y un aumento de 87% respecto a 2016. "Entre los impulsores de este incremento se encuentran la inestabilidad política, la falta de control gubernamental y las reducidas oportunidades económicas", señala el informe.
La UNODC agrega que el aumento de la producción en Afganistán condujo a un incremento del 37% en el área de cultivo de amapola, hasta las 420.000 hectáreas. El informe estima que más de las tres cuartas parte de esa superficie se encuentra en Afganistán.
Ver más: Mercado y producción mundial de drogas llegó a máximos históricos
Kabul, la capital afgana se convirtió, según la ONU, en el lugar más peligroso del país para los civiles, con un recrudecimiento de los grandes atentados en el último año, generalmente perpetrados por suicidas y reivindicados por los talibanes o el grupo Estado Islámico.
Desde principios de año, Kabul fue blanco de al menos 15 atentados que dejaron cientos de muertos y heridos. De acuerdo con un informe de 2017 del grupo de análisis International Crisis Group, "las fracturas políticas debilidan al Gobierno de Unidad Nacional afgano a medida que la insurgencia talibán se expande y un afiliado del Estado Islámico fortalece su posición".
Después de 17 años de conflicto, la barbarie de la guerra no termina y en el último año cobró la vida a cerca de 110.000 personas. De acuerdo con un informe del periódico español El Mundo, lo que vive Afganistán es muestra del fracaso de la comunidad internacional. En 2017 y enero de 2018 el número de muertos lelgaba a 2.000. Los heridos eran 5.000.
Ver más: El talibán tiene presencia en el 70% del territorio afgano
"Sólo durante los últimos ocho meses 1.372 civiles han muerto y 2.360 han resultado heridos a consecuencia de los ataques terroristas, siendo Kabul el lugar donde se ha producido la mayor cantidad de muertos civiles con alrededor de 600", le explicó a El Mundo el director del Centro de Protección y Defensa Civil, Abdul Rahim Khurram.
Después de la capital, las provincias de Nangarhar, Herat, Ghor, Kunduz y Helmand, que llevan el peso de la guerra y se encuentran situadas en los cuatro puntos cardinales del país, son las que más víctimas civiles han registrado. Y es justo en estas mismas provincias donde florece el cultivo de amapola. La provincia de Helmand (sur) concentra el grueso de la producción, el 79%.
De acuerdo con Europa Press, en Balj ha aumentado en más de 10.000 hectáreas, en Kandahar, más de 7.500, en Nimroz 6.200 y en Uruzgan 6.000 hectáreas.
Después de 17 años de conflicto y miles de millones invertidos por la comunidad internacional, el balance es lamentable: cerca de 110.000 personas, entre civiles y combatientes han muerto y 35.000 civiles han resultado heridos, muchos de ellos han quedado mutilados.
Ver más: Esto es lo que deja el conflicto en Afganistán
Según el Crisis Group, el aumento de la insurgencia y una tensa transición política están exacerbando una sensación de inseguridad ya generalizada sobre el futuro de Afganistán. Desde la retirada militar internacional de 2014, el resurgimiento de los talibanes ha ampliado rápidamente su presencia en todo el país.
"El Estado Islámico-Khorasan (IS-K), un afiliado del Estado Islámico en Irak y Siria (ISIS), también tiene un punto de apoyo, aunque limitado y principalmente en algunos distritos del este", señala el informe.
Se calcula que el valor total del mercado de la heroína a nivel mundial es de unos 65.000 millones de dólares; el de opio es de unos 10.000 millones; y el de morfina alcanza los 20.000 millones de dólares.
"Es decir, el valor total de opio y sus derivados alcanza unos 95.000 millones de dólares, de los cuales 90.000 millones se originan en Afganistán. De esta cantidad, solamente 3.300 millones de dólares (el 3,5%) se quedan en su tierra nativa, lo que aporta un 19% al Producto Bruto Interno (PBI)", explica la prensa estadounidense.
¿Paz en Afganistán?
Y a pesar del terrible panorama, las recientes treguas observadas por el Gobierno y por los talibanes y las elecciones previstas para este año demuestran que existen oportunidades "sin precedentes" para lograr la paz en Afganistán, aseguró la ONU."Los próximos meses van a presentar oportunidades clave para que la comunidad internacional revise y ajuste seriamente la forma en que está apoyando a Afganistán en sus esfuerzos para conseguir paz, democracia y autosuficiencia", apuntó el enviado de Naciones Unidas para el país, Tadamichi Yamamoto.
Ver más: La historia no está del lado de Trump en Afganistán
En un discurso ante el Consejo de Seguridad, el diplomático subrayó que los acontecimientos recientes muestran que existen "oportunidades sin precedentes" para avanzar hacia la paz.
Afganistán tiene previsto celebrar comicios parlamentarios en octubre y presidenciales la próxima primavera y, según destacó Yamamoto, por primera vez desde 2003 está llevando a cabo un registro completo de votantes.