En Bogotá hay más de 1.500 llamadas de emergencia que recibe a diario el Centro Regulador de Urgencias y Emergencias (CRUE). En lo corrido del año se han efectuado más de 6.000 traslados de pacientes en estos vehículos.
Con una inversión de más de 7 mil millones de pesos, la administración distrital adquirió 41 nuevas ambulancias y creó dos unidades funcionales, una en el sur y otra en el norte, para administrar las operaciones de los vehículos de emergencia. “Anteriormente las ambulancias dependían de cada uno de los 22 hospitales, ahora las tripulaciones pasaron a estas unidades que tienen cada una, una gerencia operativa”, explicó Luis Gonzalo Morales Sánchez, secretario de Salud.
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Las 41 nuevas ambulancias cuentan con equipos de atención básica y medicalizada. Las primeras tienen una dotación básica y cuentan con un equipo de enfermería, técnico o tecnólogo en atención prehospitalaria. Las segundas, tienen un equipo de dotación avanzado para atender situaciones críticas y son tripuladas por un médico entrenado, una enfermera o tecnólogo en atención prehospitalaria. Las ambulancias destinadas al transporte asistencial básico (TAB) son 30 y para el transporte asistencial medicalizado (TAM) son 11.
Además, los vehículos cuentan con un sistema de radio y georreferenciación que permitirá a la administración monitorear la ubicación, velocidad y tiempo de desplazamiento. “Tenemos dos equipos de supervisión permanente que vigila tanto la ubicación de las ambulancias como los tiempos de atención para mejorar el traslado de los pacientes”, afirmó el secretario de Salud.
No obstante, la situación de la cobertura de emergencias por parte del Distrito suscitaba variadas opiniones, pues había quienes defendían que la ciudad tenía un déficit de ambulancias para la atención de emergencias y aseguraban que la capital contaba con una ambulancia pública por cada 60 mil habitantes, mientras que la Organización Mundial de la Salud (OMS), recomendaba que fuera un vehículo por cada 25 mil personas.
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En contraste, el secretario de Salud se defendió y afirmó que a la ciudad solo le correspondía atender situaciones de emergencia en vía y espacio público y señaló que, incluso, había más de la cuenta. En su momento dijo “nuestra obligación es atender emergencias y desastres en el espacio público, y para ello se disponen de 132 ambulancias que seguirán cubriendo emergencias. Lo que no vamos a seguir cubriendo serán las obligaciones de entidades privadas y la gente puede estar tranquila, hay capacidad suficiente (…) Bogotá no tiene déficit de ambulancias y hay más de la cuenta, lo que pasa es que actúan en desorden”, manifestó el funcionario.
Sin embargo, casos como el de Alejandra Caldas o Gladis Lemus, quienes murieron a la espera de una oportuna atención en 2016, demostraron que la respuesta del Distrito no era acorde a la demanda de atención de emergencias. (Lea:Supuesta negligencia de línea 123 habría ocasionado muerte de estudiante embarazada)
Ahora, la ciudad contará con un equipo de 109 ambulancias para una mayor efectividad en la atención. “Bogotá tiene un tiempo de atención de emergencias de 15 minutos, pero aspira a cumplir con los estándares internacionales de menos de 10 minutos”, concluyó el secretario de Salud.
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