Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
El próximo jueves 21 de noviembre, las calles de diferentes ciudades del país serán escenario de movilizaciones ciudadanas, convocadas por diversos gremios y sectores sociales con el fin de protestar contra el presidente Iván Duque. Estudiantes, educadores, sindicalistas, comunidades indígenas, pensionados, taxistas, barristas y ciudadanos del común, demostrarán su descontento por varias decisiones tomadas por el Gobierno.
Ante las expectativas que genera lo que espera ser un paro a nivel nacional, las autoridades de seguridad en Bogotá redoblaron sus trabajos con el fin de garantizar, junto a los manifestantes, que la jornada se desarrolle de forma pacífica.
(LEA: El caldeado ambiente en torno al paro del 21 de noviembre)
La decisión más evidente es el aumento del pie de fuerza disponible para el día de la movilización. De hecho desde este lunes, por orden del comandante de las Fuerzas Armadas, general Luis Fernando Navarro, todas las unidades de la Fuerza Pública están en acuartelamiento con ocasión del paro nacional. El objetivo es coordinar el trabajo de Ejército y Policía para enfrentar las posibles amenazas que se presenten durante la jornada y estos días previos. Asimismo, con el acuartelamiento se busca extremar las medidas de seguridad en la infraestructura de las instalaciones militares.
La capital contará con la presencia de más de 10.000 policías, y en total habrá unos 30.000 uniformados en diferentes dispositivos de seguridad. Dicha actividad es reforzada por miembros del Ejército. Durante la semana anterior hubo denuncias sobre militarización por horas y sectores en Bogotá, y aunque el Ejército asegura que se trató de un apoyo a la Policía de cara a la temporada decembrina, lo cierto es que ambas instituciones coordinan la manera de contrarrestar los posibles actos vandálicos que se presenten durante la jornada.
(LEA: Ejército realizará dispositivos de control en puntos neurálgicos de Bogotá)
Las labores de patrullaje del Ejército se están haciendo en puntos neurálgicos de la capital, como el centro o el borde con Soacha; sin embargo, el día de la manifestación habrá presencia en localidades perimetrales y en las que se llevará a cabo la movilización, como Ciudad Bolívar, Usme, Rafael Uribe Uribe, Chapinero, Bosa y zonas rurales de Sumapaz. Asimismo, habrá 107 fiscales realizando investigaciones para aportar información sobre posibles amenazas a la seguridad ciudadana.
Por otra parte, movimientos cívicos que buscan hacer frente a encapuchados que generen desmanes durante la marcha, han pedido a las autoridades de la capital que se extremen las medidas de seguridad para proteger el transporte y el mobiliario urbano. Su petición puntual es que, por ejemplo, ese jueves se suspenda el servicio de Transmilenio, con el fin de evitar acciones vandálicas contra las estaciones y los buses del sistema. Lo mismo con otro edificios y espacios que por lo general sufren ataques durante las movilizaciones.
(LEA: Estudiarán demanda que pide detener el Paro Nacional del próximo 21 de noviembre)
Por último, el Gobierno, a través de los ministerios de Defensa y del Interior, prepara un decreto que establece medidas de seguridad a propósito del paro nacional, entre las que se encuentra la potestad que tendrían alcaldes y gobernadores para aplicar el toque de queda, de acuerdo con la situación de seguridad en el territorio.