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Lo que sería una simple actualización de los estudios, elaborados hace nueve años para la construcción de la troncal de Transmilenio por la carrera Séptima, se ha convertido en un reto para la administración. Primero fue el rechazo ciudadano; luego, los retrasos del contratista, y, ahora, las dudas alrededor de los diseños. Pese a que hace un mes se anunció que el interventor los había aprobado, éstos no pasaron la revisión preliminar que realizó el Distrito. Por ahora se adelantan mesas de trabajo para subsanar las dudas, a la par con la estructuración de la licitación.
Así se evidencia tras analizar un cruce de memorandos internos entre las subdirecciones de Desarrollo y de Infraestructura del Instituto de Desarrollo Urbano (IDU). En ellos, expertos de la administración hacen una serie de reparos relacionados con la falta de estudios, de información y de detalles en aspectos cruciales para el buen desempeño de la controvertida troncal. Aunque hay cuestionamientos que se han atendido, hay otros más complejos que se mantienen y esperan resolver la próxima semana. De no hacerlo, dice el Distrito, se tomarán el tiempo necesario para seguir adelante.
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El primer memorando es del 18 de junio. En él, Francisco Uribe Ramos, subdirector de Infraestructura del IDU, le relaciona a Rafael Eduardo Abuchaibe, subdirector general de Desarrollo, una serie de observaciones sobre falencias en los estudios de taludes (inclinación del terreno), reparos a las estructuras, deficiencias en detalles del espacio público, dudas frente al componente de tránsito y el cronograma. Este informe, que advierte es preliminar, lo complementa un oficio del 6 de julio, en el que no sólo agrega datos al informe inicial, sino que incluye un nuevo capítulo: dudas frente al estudio de suelos y pavimentos. En ambos, la conclusión es la misma: de no aclararse, sería inviable avanzar en la estructuración de la licitación.
Entre las observaciones más complejas estaban, por ejemplo, que los estudios de subsuelos estaban incompletos, lo que no hacía factible conocer con suficiencia el comportamiento y la capacidad de soporte del terreno por donde pasaría la troncal. De igual forma, pidió aclarar el funcionamiento de la intersección de la calle 72, donde la troncal se conectará con la avenida Caracas, ya que el diseño no mostraba el empalme del sistema; reparos a los materiales y diseños de los pasos a desnivel; la falta de información sobre conexiones, y sobre obras complementarias a lo largo y ancho del nuevo corredor (andenes, muros, conexiones de ciclorrutas, señalización, entre otros).
Las observaciones llevaron a la Subdirección de Desarrollo a promover una reunión con los responsables del proyecto para analizar los reparos punto por punto. En un nuevo cruce de memorandos, Abuchaibe acusa recibo de las observaciones y le envía a Uribe las actas de las mesas de trabajo realizadas con la participación del consultor, la interventoría y los equipos de trabajo de la Dirección Técnica de Proyectos, de la Subdirección General de Desarrollo Urbano, de la Subdirección General de Infraestructura y el coordinador del proyecto.
“Se analizaron cada una de las observaciones, señalando la respuesta del consultor y especificando si se subsana con los soportes entregados, si la respuesta debe ser complementada, si está en otro aparte de los componentes de la consultoría o si debe entregarse información adicional. Para el efecto se fijaron las fechas indicativas, que en ningún caso pueden superar el 30 de julio”, señala y agrega que en la medida en que se allegue información nueva, será remitida a la Subdirección de Infraestructura. “Sin perjuicio de lo anterior, se advierte que actualmente se adelantan procesos sancionatorios contra el consultor y el interventor”.
El mismo día, Uribe le respondió a Abuchaibe diciendo: “Conforme a lo anterior y teniendo en cuenta que se ha viabilizado el proyecto, se inicia la estructuración de la licitación para contratar la construcción de la troncal, quedando atento a la información adicional que conforme a los compromisos en mesa de trabajo alleguen el consultor y la interventoría”. Es decir, a pesar de que se mantienen algunas dudas, avanzará el proceso.
Sigue la estructuración
Tras conocerse uno de los memorandos, los detractores de la troncal por la Séptima aprovecharon para insistir en frenar su construcción, al resaltar que son tantas las irregularidades de este proyecto, que ni siquiera el Distrito tuvo cómo aprobar los diseños. Uno de ellos fue el concejal Manuel Sarmiento, quien señaló que “en estas condiciones y como los diseños quedaron mal hechos, la licitación no se puede abrir. Si el IDU insiste en este despropósito, la ciudad va a quedar expuesta a enormes riesgos de sobrecostos por el mal diseño de las obras”.
No obstante, la lectura del Distrito es opuesta: argumentan que esta etapa de observaciones es un paso normal para blindar el proyecto, de cara a la licitación. Así lo manifiesta Yaneth Mantilla, directora del IDU, quien asegura que si algo tiene claro es que sólo abrirá licitación hasta resolver todas las dudas. “Cuando recibimos los estudios aprobados por el interventor pude haber abierto la licitación. Sin embargo, como lo hago con todos los proyectos, ordené que 50 especialistas del Instituto se dedicaran a revisar con lupa cada detalle. Producto de esa revisión es que surgen los memorandos internos, que no son un concepto. Sencillamente son las dudas, que debe resolver el consultor”.
Agrega la funcionaria que en este proceso llevan un mes y a la fecha se han resuelto el 90 % de los reparos. “Vamos a ir avanzando con la estructuración. Pero como directora del IDU, le aseguro que abriré licitación sólo hasta que se resuelvan todas las dudas. Todo lo tengo que blindar y, en especial, un proyecto que tiene tantos detractores. No puedo apresurarme, hay que ser perfeccionistas. Estoy haciendo lo correcto. Quiero dejar la mejor troncal de la ciudad; con unos diseños claros, para que el constructor adelante la obra en los plazos establecidos”.
Por su parte, el subdirector de Infraestructura, Francisco Uribe Ramos, quien fue el que hizo los reparos, insiste en que el proyecto no se hundirá y que, por el contrario, lo que están haciendo es perfeccionar los diseños. “Tenemos que garantizar que los estudios sean entendibles para los proponentes, para que no se generen problemas. Cuando se abre un proceso como este, siempre hay observaciones y lo que estamos haciendo es anticipándonos. El documento no les está dando la razón a los detractores del proyecto. Estamos resolviendo sus dudas en esta etapa y haciendo los ajustes, porque queremos una licitación limpia y clara”, manifiesta.
Sobre el trabajo del consultor, los directivos del IDU señalan que, si bien hubo retrasos, se hicieron unas prórrogas en tiempo, mas no en dinero. De todas formas, por estas demoras está en curso un proceso sancionatorio, que surtirá el debido proceso. Por ahora, aunque se tiene establecido el 30 de julio para subsanar todos los reparos, la directora del IDU señala que si tiene que tomarse un tiempo adicional antes de abrir la licitación, lo hará.