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Después de 30 años de su muerte, llega Beuys, un documental que, por medio de grabaciones y archivos de la vida del artista, se reconstruye el camino que trasncurrió una figura polémica. Un hombre obsesionado con la renovación espiritual de occidente, y un experto en promocionarse a sí mismo y a su obra.
La carrera de este artista alemán, nacido el 12 de mayo 1921, no solo se limita al campo artístico. Trabajó como profesor universitario, fue piloto de la segunda guerra mundial, padre de familia, héroe de guerra condecorado dos veces con la Cruz de Hierro. En pleno combate su avión fue derribado sobre Crimea y lo rescató un grupo de Tártaros nómadas que lo envolvieron en grasa y fieltro para protegerlo del frío y así salvarle la vida.
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Beuys se presentará en dos únicas funciones: el 20 y 22 de noviembre en 12 salas de Bogotá, Medellín, Cali, Bucaramanga y Manizales.
El documental sobre el artista, pionero en las nuevas definiciones de perfomance, es dirigido por el alemán Andres Veiel. Beuys también trabajó con esculturas, instalaciones e hizo pedagogía de arte en tiempos de guerra. Un hombre que se resisitió a la idea del arte como una práctica aislada que permitió ampliar el horizonte de lo que hasta ese momento se consideraba como artístico. Le quitó la cerradura a las imposiciones y las reglas que determinaban quien sí y quien no era artista. Abrió posibilidades.
Beuys no siempre estuvo seguro de sus prácticas trasgresoras respecto a las ideas impuestas sobre el arte. En 1955 sufrió de depresión a causa de las dudas que su desempeño como artista le hacían sentir. Tuvo problemas económicos y no se libró de las heridas emocionales desde su paso por la Segunda Guerra Mundial. Se recuperó regresando al dibujo y profundizando en la ciencia, el arte y la filosofía.
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Joseph Beuys fue el pimer artista alemán que expuso en el Guggenheim de Nueva York, mientras en su país natal su obra fue considerada "la basura más cara de todos los tiempos"