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En los últimos días el Ministerio de Cultura publicó las inversiones que se validaron para la economía naranja el próximo 2020. Dos billones de pesos fue la cifra que dio MinCultura y el Viceministerio de creatividad y economía naranja, que además explicaron dando primero las cifras que invertirán los ministerios y entidades del gobierno, seguidas de los montos que proyectan de las alcaldías, gobernaciones y demás organizaciones que le apostarán a las actividades naranjas en el país.
Felipe Buitrago resaltó que, desde los primeros quince meses del gobierno del presidente Iván Duque, “veintiún entidades del orden nacional han venido haciendo inversiones en economía naranja”. Buitrago, que se posesionó el pasado 2 de septiembre en el cargo, aseguró que esta es la primera vez en la historia en la que se pone como prioridad a la cultura en Colombia.
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Estas son las cifras:
- El SENA destinó más de 579.000 millones de pesos para formación técnica, tecnológica y en competencias relacionadas con áreas de la economía creativa a más de un millón de personas. También destinó más de 25.000 millones de pesos para la creación de empresas naranja. Entre agosto de 2018 y julio de 2019 esta entidad desembolsó 14.282 millones de pesos para 118 empresas, que esperan generar 705 empleos directos en 68 municipios de 25 departamentos.
- Colciencias destinó más de 567.000 millones de pesos a procesos de investigación y creación relacionados con la economía naranja.
- Mintic e INNpulsa Colombia destinaron más de 8.000 millones para beneficiar a 287 emprendedores de la Economía Naranja, de los cuales 124 participaron en los programas Mega i Naranja, Capital Naranja y Aldea Naranja.
- Colombia Productiva, en alianza con Mintic, destinaron más de 18.000 millones de pesos para el programa de desarrollo y asimilación de tecnologías avanzadas, donde se benefician empresas naranjas.
- Artesanías de Colombia apoyó a 14.971 artesanos en 300 municipios del país, a través de programas de asistencia técnica y fomento a la comercialización, generándoles ingresos por casi 10.000 millones de pesos.
- Se consolidaron 17 nodos naranja en las regiones, con la participación de 250 entidades públicas y privadas. Esto permitirá focalizar los recursos públicos e incentivar la inversión privada en este sector.
- Mincultura aumentó en 69 % el presupuesto del Programa Nacional de Estímulos. Se destinaron 25.000 millones de pesos para convocatorias que promueven la formación, investigación, creación y circulación de bienes y servicios culturales.
- Mincultura apoyó, a través del Programa Nacional de Concertación, a 773 festivales en 32 departamentos, con una inversión de 23.833 millones de pesos.
- A noviembre de 2019, el recaudo logrado a través de la Ley de Espectáculos Públicos (LEP) superó los 27.000 millones de pesos, una cifra histórica que va a permitir el fortalecimiento de la infraestructura cultural destinada para el desarrollo de las artes escénicas.
- Colpensiones y Mincultura otorgaron más de 63.000 millones de pesos en Beneficios Económicos Periódicos (BEPS) a creadores y gestores culturales.
Además de las cifras, Buitrago también se refirió a los cambios que ha implementado desde su llegada al viceministerio, ya que, aunque según él la gestión de su antecesor David Melo iba por muy buen camino, tuvo que cambiar la estrategia de, por ejemplo, el plan de comunicaciones, que, a su parecer, no estaba funcionando.
Para muchos ciudadanos, pero, sobre todo, para muchos de los que integran el sector cultural, el término “economía naranja” aún sigue siendo incomprensible. A pesar de que la ministra Carmen Inés Vásquez ha dado declaraciones sobre el tema, y de que desde presidencia se ha querido aclarar qué significa y cuáles son sus beneficios, los esfuerzos no han dado resultados: aún hay una mayoría que rechaza la estrategia, otros aducen que no la entienden y que por consiguiente no se acercan para informarse, y los demás, sobre todo los artistas que no están interesados en emprender, manifiestan que el único propósito de la economía naranja es “mercantilizar su arte”.
Buitrago cree que todo esto se debe a que las comunicaciones desde el origen (viceministerio) no han sido claras, y que, aunque se han hecho avances, la ciudadanía aún los desconoce. También cree que se debe a una cuestión de oferta: “Es normal que la gente se abrume. Si yo tengo una caja de leche en el supermercado es fácil elegir. Pero si me ofreces siete tipos y todas tienen beneficios, pues me confundo, y la idea no es esa. El objetivo es que la gente elija informada y convencida los estímulos y oportunidades que ahora tiene la cultura”.
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¿Cómo encontró el viceministerio?
Desde que comenzó el Gobierno Duque hasta que yo llegué al Ministerio, David (Melo) activó el Consejo Nacional de Economía Naranja y la creación del Viceministerio, que se iniciaba en los procesos de elaboración y consulta de una política integral de economía naranja. Trabajamos muy de la mano cuando yo estaba en la Consejería en toda la estructuración del Plan de desarrollo para la cultura y su articulación trasversal como las minorías, equidad de género, personas con discapacidad, etc.
¿Y qué fue lo que sostuvo y cambió de la gestión de David Melo?
Cuando Melo se fue lo que hicimos fue reconocer que el viceministerio iba por muy buen camino, pero como esto tiene una curva de aprendizaje natural, lo primero de lo que nos dimos cuenta fue que teníamos unas dificultades de comunicación. Parte de eso ha significado que, por las instrucciones del Consejo Nacional de Economía Naranja, se generara una instancia de coordinación para que todas las entidades comenzáramos a hablar más coordinadas. Hemos venido haciendo un esfuerzo para unificar el mensaje. Es decir, cada uno tiene algo diferente que contar, pero es sobre un mismo todo. El primer reto es ese: que todo lo que se ha hecho se visibilice. También que lo que se hará llegué a los oídos de todos los colombianos.
Es decir, ¿cree que se podría entender mejor la economía naranja y lo que el término implica con la nueva estrategia de comunicaciones que está implementando el viceministerio?
Este es un tema complejo y ambicioso. Su naturaleza es de una magnitud muy difícil de dimensionar. En el proceso nos dimos cuenta de que necesitábamos una lógica diferente para comunicarnos: nada de "tenemos temas en común y cada jefe de prensa de cada ministerio se encarga de comunicarlas", no. Nosotros tenemos un tema que une a muchos ministerios, pero no a todos. Siempre se ha hablado de la importancia de la cultura, pero solo hasta ahora con semejantes dimensiones. Creo que sí, las cosas las estamos haciendo con el fin de que podamos hablar el mismo idioma.