Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
El obispo auxiliar de Managua, Silvio Báez, señaló hoy al Gobierno del presidente Daniel Ortega de atravesar "el límite de lo inhumano y de lo inmoral" en el marco de la crisis sociopolítica que sufre este país y que se ha cobrado al menos 351 vidas desde el pasado 18 de abril.
Báez, quien fue agredido el lunes pasado en una basílica en la ciudad de Diriamba por un grupo de parapolicías afines al Gobierno, dijo a través de su cuenta en Twitter que "lo ocurrido desde anoche con los ataques criminales de la policía y parapoliciales contra estudiantes de la UNAN y Parroquia Divina Misericordia en Managua, provocando heridos y muertos, es inhumano e injustificable".
Un grupo de estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN) se refugió desde ayer en la tarde en la casa cural de la parroquia Divina Misericordia de Managua. Hasta este lugar se habían estado trasladando opositores heridos que llevaban varias semanas en la sede universitaria exigiendo la denuncia del presidente, Daniel Ortega. Hasta hoy permanecieron asediados por un grupo de parapolicías y paramilitares.
(Puede leer: Nicaragua: marchas, paros y miedo)
Uno de los jóvenes que permanecía encerrado en esa iglesia de Managua, murió esta madrugada de un disparo. La víctima fue identificada como Gerald Vásquez, de 20 años, y estudiaba Técnica en construcción en esa universidad.
Vásquez, se encontraba encerrado desde anoche en la parroquia, junto a una decena de estudiantes, tres periodistas, médicos y sacerdotes. Y murió tras recibir un disparo certero en la cabeza, de acuerdo con la información brindada por los sacerdotes. Por lo menos, otros cinco estudiantes resultaron heridos, uno de ellos de gravedad.
Tras los sucesos, el cardenal Leopoldo José Brenes y el nuncio apostólico Stanislaw Waldemar Sommertag se dirigieron a la parroquia Divina Misericordia, en Managua, donde lograron que las ambulancias pudieran pasar para trasladar a los heridos y negociaron la salida del resto de las personas que permanecían encerrados en el templo.
(Contexto: Daniel Ortega, el liberador que se volvió un dictador)
Los estudiantes salieron en vehículos, camionetas y un autobús hasta la Catedral Metropolitana, escoltados por obispos y la Cruz Roja Nicaragüense, y fueron entregados a sus familiares en el jardín trasero de la Catedral Metropolitana de Managua en medio de cánticos religiosos y el himno nacional.
Las protestas contra Ortega, que originaron las revueltas, se iniciaron el 18 de abril pasado por unas fallidas reformas en la seguridad social y se convirtieron en un reclamo que pide la renuncia del mandatario, después de once años en el poder, con acusaciones de abuso y corrupción en su contra.