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La tensión entre Estados Unidos e Irán es la más importantes de los últimos años. La visita de Vladimir Putin a Siria no es coincidencia, pues llegó para reunirse con el presidente sirio, Bashar al Asad, cosa que no hacía desde el inicio del conflicto en 2011. El motivo del viaje todavía está sujeto a especulaciones, lo cierto es que, como Donald Trump mantiene una base militar en Siria con 600 soldados, la región se podría convertir en uno de los focos de posible turbulencia.
Al Asad, principal aliado de Irán, acudió a la sede de operaciones que tienen sus socios rusos en la capital siria y donde se sentó junto a Putin para charlar sobre los desarrollos en la región y la lucha contra el "terrorismo", sobre todo en Idlib, el último bastión insurgente en Siria y que escapa al control de Damasco, informó la Presidencia siria. Esta fuente, en paralelo a la agencia estatal SANA, fue publicando fotografías de ambos líderes estrechando la mano y felicitándose por la Navidad Ortodoxa, que se celebra este martes.
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Idlib y Turquía, ejes del encuentro
"Los presidentes Al Asad y Putin han abordado en su encuentro de hoy los últimos desarrollos en la región y han tratado los planes para acabar con el terrorismo que amenaza la seguridad de los ciudadanos sirios en Idlib", reza un comunicado de la Presidencia siria. En la provincia de Idlib, en el noroeste de Siria, se libra la batalla del Ejército sirio y las tropas rusas contra los grupos rebeldes y yihadistas que tienen presencia en la región, fronteriza con Turquía.
El principal objetivo de Damasco y Moscú es acabar con los grupos ligados al Frente al Nusra, antigua denominación de la exfilial siria de Al Qaeda y que ahora está incluida en la alianza islamista Organismo de Liberación del Levante, que controla prácticamente todo Idlib.
La ofensiva comenzó el pasado 30 de abril, y tras un alto el fuego unilateral el pasado 31 de agosto, se ha vuelto a reactivar en el sur de la provincia y sus unidades avanzan para seguir capturando poblaciones.
En el encuentro de este martes, también afirmaron que han abordado "la situación en el norte de Siria y las medidas que Turquía" está tomando allí, sin dar más detalles.
Y es que Turquía ha ocupado una extensa área en el norte y noreste de Siria, que estaba anteriormente controlada por los kurdos, quienes a su vez acabaron pidiendo ayuda a Damasco y los rusos para desplegar sus tropas y combatir a los turcos. Según lo informado por las fuentes oficiales, no ha habido ningún comentario sobre la muerte del comandante iraní Qasem Soleimaní el pasado día 2 en Bagdad por un ataque estadounidense.
El poderoso comandante iraní fue clave para Al Asad en las operaciones que los iraníes realizaban en Siria y ayudó a capturar algunas de las ciudades clave del país, como Alepo.
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Visita por Damasco
Se trata de la segunda visita que realiza Putin a Siria desde el inicio del conflicto, pues en 2017 visitó a sus tropas en la base aérea que tienen en Latakia, a orillas del Mediterráneo.
Rusia entró en el conflicto en Siria en septiembre de 2015 y varias ONG le acusan de participar en operaciones que han acabado con la vida de civiles, un extremo que Moscú niega. Tras el encuentro entre ambos líderes, que curiosamente se realizó en la sede de las fuerzas rusas y no en el palacio presidencial de Al Asad, como suele ocurrir cuando recibe a personalidades, Putin caminó junto al líder sirio por Damasco.
Visitaron la simbólica capilla de San Juan el Bautista en la mezquita de los Omeyas de la capital damascena y dejó su firma en el libro de visitas, tal y como mostraron las imágenes difundidas por la Presidencia.
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En el tour religioso, acudieron después a la Catedral mariamita de Damasco, sede de la Iglesia Griega Ortodoxa de Antioquía, donde Putin encendió unas velas junto a Al asad para conmemorar la Navidad Ortodoxa.
Está previsto que Putin viaje posteriormente a Estambul para reunirse mañana con su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan, y participar en la puesta en marcha del gasoducto Turk Stream, que transportará el combustible ruso a Turquía por el mar Negro. Además, según el Kremlin, ambos líderes tratarán la situación en Siria y en Libia.