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El presidente de Ecuador, Lenín Moreno, llegó este miércoles a Quito, procedente de Guayaquil, para monitorear en la capital la situación durante las manifestaciones contra la eliminación del subsidio a los combustibles, decretado en el marco de un acuerdo crediticio con el Fondo Monetario Internacional (FMI). El país está a la espera de que el presidente anuncie si negociará con los manifestantes.
Se desconoce el lugar al que se desplazará el jefe de Estado que tiene en el centro histórico la sede del Ejecutivo, y que se encuentra al momento custodiado con vallas, alambres y un fuerte resguardo de las fuerzas del orden. Y es jutamente ahí, desde hace unas horas se han presentado fuertes disturbios entre los manifestantes y la policía.
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La multitud, que recorrió varias calles del centro de Quito, se congregó en las inmediaciones de la Plaza del Teatro, en el casco colonial de la ciudad, unas cinco cuadras de distancia del Palacio de Gobierno, que lucía fuertemente custodiado por las fuerzas del orden. Con piedras y palos, trataron de romper el impresionante cerco policial que protege la Plaza de la Independencia, donde se encuentra el Palacio de Carondelet, donde habitualmente se ubica la sede del Ejecutivo.
Pancartas y banderas de organizaciones como el Frente Unitario de Trabajadores (FUT), de la Juventud Revolucionaria del Ecuador (JRE) y del Partido Comunista Marxista Leninista (Pcmle) desfilaron por ese sector, donde se produjeron los enfrentamientos con policías que, por su parte, usaron gran cantidad de gas lacrimógeno y arremetieron con carros que lanzaban chorros de agua y otro tipo de vehículos blindados.
Jóvenes encapuchados encararon a los gendarmes en varias calles, mientras otros trabajadores quemaron palos y neumáticos en esquinas para interrumpir el escaso tránsito de vehículos. A momentos, los manifestantes lograron retirar las vallas metálicas de seguridad que les impedía el paso hacia el Palacio de Gobierno, aunque de apoco recuperaban el control de la situación.
De forma paralela, una gran marcha de indígenas caminó por las calles del centro de la ciudad, sin incidentes ni forcejeos con los policías, hasta llegar a la Plaza de Santo Domingo, situada en el sector sur del casco central de la urbe. Decenas de miles de ellos, desde varias zonas del interior del país, llegaron este lunes a Quito en el marco de un "levantamiento" progresivo de las comunidades que también se oponen a las medidas económicas aplicadas por el Gobierno.
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La ausencia de violencia se dio en parte por la coordinación de una estrategia con el gobierno nacional para delimitar una ruta clara hacia el casco histórico de la ciudad. Romo había advertido que en mesas de diálogo con los indígenas -en las que representantes de Naciones Unidas y las universidades actúan como mediadores-, se había gestado el operativo y así lograr "diferenciar a aquellos que tienen otra intencionalidad política".
Le llegada de Moreno a Quito se produjo poco después de que su vicepresidente, Otto Sonnenholzner, dijera desde Guayaquil que están logrando "frenar" la pretensión "de desestabilizar" al Gobierno.
"Gracias al esfuerzo de todos, gracias a lo que hacemos en conjunto con las Fuerzas Armadas, con la Policía Nacional, con los municipios del país estamos logrando frenar esta pretensión de desestabilizar al Gobierno Nacional por parte de grupos políticos organizados y enfocados en hacerle daño a Ecuador", dijo.