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Reino Unido acusó el jueves a la inteligencia militar rusa de algunos de los principales ciberataques realizados en el mundo en los últimos años al mismo tiempo que Holanda reveló otro intento de ataque informático ruso contra una organización internacional, comportamiento que la OTAN calificó de "temerario".
Las autoridades holandesas anunciaron haber frustrado un ciberataque ruso lanzado contra la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) en abril. En ese momento, la organización con sede en La Haya analizaba el presunto uso de armas químicas por el gobierno sirio, aliado de Moscú, y el envenenamiento con una sustancia neurotóxica del exespía ruso Serguéi Skripal, que Londres atribuyó a Rusia. Lea también: Holanda expulsa a 4 rusos tras intento de ciberataque
Holanda expulsó a cuatro agentes rusos, afirmó su gobierno, precisando que contó para esta operación con la ayuda de Gran Bretaña. "Con la operación expuesta hoy hemos arrojado nueva luz sobre las inaceptables actividades cibernéticas del servicio de inteligencia militar ruso, el GRU", afirmaron en un comunicado conjunto la primera ministra británica Theresa May y su homólogo holandés Mark Rutte.
Desde Bruselas, la Unión Europea condenó la "agresiva" campaña de ciberespionaje rusa y el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, urgió a Rusia a "cesar su comportamiento temerario, incluido el uso de la fuerza contra sus vecinos, el intento de injerencia en procesos electorales y las campañas de desinformación generalizadas".
El secretario de Defensa de Estados Unidos, James Mattis, anunció inmediatamente después que pone los medios de ciberdefensa de su país a disposición de la OTAN. Aunque varios importantes ataques informáticos han sido atribuidos en el pasado a Rusia, esta es la primera vez que Londres designa directamente al GRU y en última instancia al Kremlin. Le puede interesar: EE.UU. y Reino Unido acusan a Rusia de respaldar un ciberataque masivo
Además, el gobierno de Estados Unidos decidió poner a disposición de la OTAN sus capacidades en materia de ciberdefensa para ayudarle a contrarrestar mejor los ciberataques procedentes de Rusia. El jefe del Pentágono explicó ante la prensa que Washington seguía los pasos de otros Estados miembros que ya se comprometieron a proporcionar "ciber-recursos" a la Alianza Atlántica, como el Reino Unido, Dinamarca y Estonia.
Rusia, que siempre ha negado toda implicación en estos casos, reaccionó con ironía a las nuevas acusaciones. "La espionitis aguda de los occidentales cobra importancia", escribió el ministerio ruso de Relaciones Exteriores en un comunicado.
El Centro Nacional de Ciberseguridad (NCSC) británico determinó que un número de personas o grupos conocidos por haber llevado a cabo varios ciberataques en todo el mundo trabajan para ese servicio.
Entre estos ataques figura el del partido demócrata estadounidense, preludio del escándalo sobre la injerencia rusa en las elecciones presidenciales estadounidenses de 2016, y del que Washington ya había acusado a la inteligencia militar rusa.
Pero el gobierno británico citó también las filtraciones de documentos confidenciales tras el pirateo de la base de datos de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) en 2017 y ataques contra el sistema de transportes en Ucrania.
El NCSC afirma así que el GRU fue casi seguramente responsable del virus de secuestro de datos BadRabbit que en octubre de 2017 encriptó numerosos discos duros provocando perturbaciones, entre otros, en el aeropuerto de Odesa, el banco central de Rusia y varios medios de comunicación rusos.
Según la empresa rusa de seguridad informática Kaspersky Lab, el virus también impactó, aunque en menor medida, en Turquía y Alemania.
Estas acusaciones amenazan con tensar aún más las difíciles relaciones entre Reino Unido y Rusia, que comenzaron a degradarse en 2006 tras el asesinato en Londres del exespía ruso Alexander Litvinenko con polonio 210, una sustancia radioactiva.
"Estas no son las acciones de una gran potencia, estas son acciones propias de un Estado paria", afirmó el ministro de Defensa británico, Gavin Williamson, desde Bruselas. "Seguiremos trabajando con nuestros aliados para aislarlos, hacerles entender que no pueden seguir comportándose de este modo", agregó.
También el jueves, la justicia de Noruega prolongó dos semanas la detención provisional de un ruso detenido el 21 de septiembre en el aeropuerto de Oslo y sospechoso de haber captado informaciones de la red informática del parlamento noruego.
Rusia no es el único país al que se acusa de haber llevado a cabo agresivas operaciones cibernéticas internacionales en los últimos años.
Estados Unidos atribuyó a Corea del Norte el pirateo informático de los estudios de cine Sony en 2014 y el virus de secuestro de datos WannaCry que el año pasado bloqueó los ordenadores de cientos de miles de usuarios en 150 países.
Investigadores estadounidenses también afirmaron el miércoles que un grupo de háckers norcoreanos estuvo detrás de los ataques contra bancos de todo el mundo en los que lograron hacerse con "cientos de millones" de dólares en operaciones complejas que afectaron también a instituciones en Chile, México y otros países de América Latina. Le recomendamos: Los ciberataques son costosos y podrían empeorar