Las barras que insultan al presidente argentino

En el Gobierno están convencidos de que el malestar contra el mandatario es producto de una operación para desestabilizarlo. Hay algo más.

DANIEL AVELLANEDA
03 de marzo de 2018 - 03:00 a. m.
Las barras que insultan al presidente argentino
Foto: AP - Pablo Stefanec
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La canción fluyó en la tribuna de San Lorenzo de Almagro durante el clásico con Boca Juniors. Enojados con un arbitraje que perjudicaba al club azulgrana, el hincha estalló. “Mauricio Macri, la puta que te parió”, se entonó con vehemencia en todo el estadio. Un insulto propio de los argentinos y con un destinatario directo, el presidente de la nación, que se hizo carne en varias canchas del fútbol doméstico. Una situación que molestó al primer mandatario, pero tiene un costado político y una historia oculta que no sólo tiene que ver con un penal no cobrado o una expulsión injusta.

Macri fue presidente de Boca entre 1995 y 2007. Se trató de una época dorada para uno de los equipos más importantes del país. Durante su gestión, el gigante azul y oro ganó 17 títulos, 11 internacionales y ocho locales. Resultó ser su plataforma, a fin de cuentas, para lanzarse a la política. Hizo carrera como jefe del gobierno porteño y el 10 de diciembre de 2015 se puso al frente de la Argentina. Sin embargo, nunca pudo despegarse de su vinculación con el club de sus pasiones.

Para muchos de los aficionados que tapizan los estadios de la Superliga argentina, Macri está por encima de la estructura piramidal del fútbol. Y aunque es cierto que existe una concentración de poder de gente de Boca en puestos muy importantes, resulta disparatado pensar que el presidente de los argentinos es el líder de una conspiración para favorecer a su equipo. Así y todo, en las canchas se enarbola el insulto. Nació en el Nuevo Gasómetro, dicho está, pero también se escuchó con fuerza en las gradas de River Plate, Huracán, Independiente, Chacarita Juniors y Racing Club.

Ver más: ¿Por qué a los argentinos no les gusta la reforma pensional de Macri?

¿Cuánto tiene que ver la fantasía de la teoría conspirativa y cuánto influye el malhumor popular por su modo de conducir el país? El año pasado se filtraron varios audios privados que tenían como protagonista al titular de Boca, Daniel Angelici, amigo íntimo de Macri y uno de los principales operadores del Gobierno.

El Tano, como lo conocen en el mundillo del fútbol, le pidió a Luis Segura, por entonces al mando de la Asociación del Fútbol Argentino, que Germán Delfino, árbitro de Boca-Vélez Sarsfield, “se equivoque lo menos posible”, lo que puede interpretarse como un condicionamiento para el juez. Y otra escucha reveló al propio Angelici en diálogo con Fernando Mitjans, mandamás del Tribunal de Disciplina, pidiéndole que tuviera contemplaciones con la sanción que debían recibir Cristian Erbes y Leandro María, quienes habían sido expulsados en un amistoso del verano y tenían que jugar, justamente, contra Vélez un partido que tenía como objetivo el pase a la Copa Libertadores de 2015. A raíz de esta situación, Mitjans, escribano e hincha de Boca, fue removido de su cargo como vice del Comité de Apelaciones de FIFA. Sin embargo, continúa al frente del juzgado de penas de la AFA.

Angelici, además, es vicepresidente de la AFA que conduce Claudio Tapia. Chiqui fue presidente de Barracas Central, un equipo que juega en la tercera división, pero es hincha y socio de Boca. También, el yerno de Hugo Moyano, titular de Independiente y secretario del gremio de los Camioneros. Pero para el público del fútbol, la relación Macri-Tapia-Angelici genera sospechas. Hasta Marcelo Tinelli, vice de San Lorenzo en licencia y uno de los conductores más populares de la TV argentina, fue contundente al respecto en su cuenta de Twitter. El clima está convulsionado en las tribunas, está claro. Casi de acuerdo con el momento que vive el país.

En el Gobierno están convencidos de que los insultos para Macri son producto de una operación que busca desestabilizarlo. No está alejada de la realidad esta idea, pero hay un poco de todo. En San Lorenzo y River tuvo que ver con los polémicos arbitrajes. En Huracán, con un corte de luz que demoró el partido contra Estudiantes. En Independiente, Chacarita y Racing, en cambio, hubo un condimento político. Y contagió, claro, a aquel hincha que está descontento con el primer mandatario. En los últimos tres meses, producto de la reforma previsional, el aumento del dólar y el escándalo que protagonizó el ministro de Trabajo con una empleada, bajó 10 puntos en las encuestas.

Ver más: ¿Quién es Hugo Moyano, el sindicalista argentino intocable?

Moyano, según pudo averiguar El Espectador, estuvo detrás de los insultos que se escucharon en la tribuna del estadio Libertadores de América en el entretiempo del partido contra Banfield. El excapo de la Confederación General del Trabajo (CGT) está enfrentado con Macri. Sin ir más lejos, el miércoles 21 organizó una marcha en el medio de la avenida 9 de Julio en repudio a la política del presidente de la nación. Asistieron unas 100.000 personas. Muchos vincularon este acto a la situación judicial del sindicalista que tiene tres causas en su contra por lavado de dinero, supuesto desvío de fondos en la obra social del sindicato y presunta asociación ilícita por fraude al club que preside.

En este último delito por el que se lo acusa también está involucrado su hijo, Pablo, y otros dos dirigentes rojos a raíz de las declaraciones de Pablo Álvarez, alias Bebote, líder de la barra brava detenido en el penal de Ezeiza. Moyano cree que Macri lo quiere ahogar entre expedientes porque es uno de los máximos opositores.

Y así como se oyó el “Mauricio Macri, la puta que te parió” en Independiente, también tronó en Chacarita el último domingo, antes del duelo entre los funebreros y Belgrano. Luis Barrionuevo, quien fuera presidente del club entre 1993 y 2005, todavía conserva influencias en la tribuna. El titular de la Unión de Trabajadores del Turismo, Hoteleros y Gastronómicos es otro de los sindicalistas que están en la vereda opuesta del presidente de la nación, quien quiere recortar los privilegios de aquellos sindicalistas que hace décadas están enquistados en los gremios y hacer una profunda renovación.

El miércoles, en la cancha de Racing, antes del partido copero contra Cruzeiro y en el entretiempo se escuchó el cantito contra Macri. La barra de la Academia guarda vínculos con la Municipalidad de Avellaneda, que conduce Jorge Ferraresi. El intendente K intercedió para que el club de Avellaneda le prestara el estadio a Cristina Fernández de Kirchner en el cierre de campaña de las legislativas.

Guillermo Marconi, un exreferí que está al frente del Sindicato de Árbitros de la República Argentina, le propuso a la AFA parar los partidos cada vez que se cante contra el presidente, considerándolo como un acto discriminatorio. Desde la casa madre del fútbol argentino lo descartaron. Y en las redes sociales se viralizaron (y ridiculizaron) canciones a favor de Macri. El sarcasmo argentino...

Por DANIEL AVELLANEDA

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