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Brasil está a punto de vivir una de las elecciones presidenciales más movidas y divididas de su historia. El ultraderechista, Jair Bolsonaro, buscará arrebatarle el poder a una izquierda, que durante 13 años se mantuvo en el poder de la mano de los populares Luiz Inácio Lula da Silva y Dilma Rouseff, pero que hoy está profundamente herida por los escándalos de corrupción en su contra. Algo que sin duda ha perjudicado las aspiraciones del candidato del Partido de los Trabajadores (PT) Fernando Haddad.
Pero aunque siempre ha parecido un país distante del resto del continente, los 1.645 kilómetros que comparte Brasil con Colombia y distintos acuerdos comerciales entre ambos, obligan al nuevo presidente colombiano, Iván Duque, a estar muy atento de las elecciones de este domingo, pues hay asuntos importantes, a niveles económicos y sociales, que están en juego para el país.
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Y es que Brasil es uno de los principales socios comerciales de Colombia. En lo que va del año, el gigante suramericano es el sexto país al que Colombia más exportaciones, con transacciones cercanas a US$1.107 millones, de acuerdo con el DANE. En cuanto a importaciones, la relación es aún más estrecha, pues es el cuarto país al que más le compramos, con operaciones de US$1.552 millones.
De acuerdo con el Ministerio de Comercio colombiano, los productos que más llegan desde Brasil son petróleo refinado, partes de vehículos, teléfonos, circuitos electrónicos y medicamentos dosificados. Mientras que lo que más exportamos es habas de soya, petróleo crudo y azúcar.
Pero además del comercio de materias primas, la relación económica entre Brasil y Colombia se ha fortalecido también en otros sectores. En el 2015, cuando Dilma Rousseff no había sido destituida como presidenta, firmó con el entonces presidente de Colombia, acuerdos en materia de inversiones, comercio, agricultura, educación e investigación científica.
A esto se suma que el papel que juega Brasil para la región no es de poca monta. Es una de las 10 economías más fuertes del mundo, uno de los socios comerciales más importantes de China y de Alemania en América Latina, tiene una relación significativa con Estados Unidos y una alianza estratégica con Francia, desde el 2005. Además, hace parte del Brics, el grupo económico conformado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica.
Migración venezolana, otro tema en común
Uno de los primeros puntos de contacto entre el próximo presidente brasileño y el mandatario colombiano será la migración venezolana, un problema que comparten ambos países por su extensa frontera con Venezuela. Según el Gobierno Federal, en los últimos dos años entraron más de 120.000 venezolanos a Brasil, una situación que ya ha provocado problemas de orden público en la ciudad fronteriza de Roraima, en la que los habitantes pidieron la expulsión de los migrantes.
En la Asamblea General de la ONU, celebrada la semana pasada en Nueva York, el presidente de Colombia, Iván Duque, se reunió con su homólogo brasileño, Michel Temer, para hablar, entre otras cosas, sobre la necesidad de buscar soluciones ante la migración venezolana y promover la designación de “un Representante Especial Conjunto del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) y de Organización Internacional para las Migraciones para coordinar la acción multilateral”, según informó Cancillería.
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Sobre este tema, Jair Bolsonaro, en línea con sus posturas ultraderechistas advirtió que a su país “no puede entrar el que quiera” y para ello se deben decretar posturas de mano dura. "Brasil no puede ser un país de fronteras abiertas. La cuestión de acoger a los venezolanos es una cosa. Pero creo que se puede buscar a la ONU para que cree campos de refugiados para atenuar el problema".
Los mercados preferirían a Bolsonaro
El mercado brasileño y los inversores parecen tener claro a Bolsonaro como su favorito, quien se ha manifestado a favor de la continuidad de las reformas económicas del gobierno de Michel Temer, a diferencia del candidato del PT, Fernando Haddad. De hecho, la bolsa de Sao Paulo avanzó esta semana un 2,04 % y su índice Ibovespa, referencia del parqué, se situó en 83.273 puntos, en medio del optimismo de los inversores ante el avance de Bolsonaro en los últimos sondeos.
Y es que el candidato ultraderechista ha expresado su deseo de privatizar gran parte de las empresas estatales si llega al poder, tras las elecciones, lo que ha animado a los inversores, en la línea opuesta de lo defendido por el Partido de los Trabajadores (PT), que incluye a Haddad.
Camilo Silva, analista financiero de Valora Inversiones, aseguró que podría haber turbulencia en los mercados si llegase a darse una sorpresa. “Si finalmente queda un candidato al que los mercados financieros no le tienen preferencia, evidentemente, vamos a tener ruidos en Brasil”, explica. “Ciertas compañías de Colombia están expuestas a ese país y por ser uno de los socios comerciales o de las economías de mayor protagonismo, nos puede generar algo de ruido”, agrega.
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Por su parte, Diego Franco, analista financiero, aseguró a este diario que el gobierno colombiano está pendiente de estos comicios, por el papel clave que juega Brasil en la región. “Lo que nosotros estamos viendo es que hay una correlación con las compañías que están en Brasil porque allí hay varias colombianas. Por ese lado tendremos un impacto directo y dependerá mucho de quién llegue a ganar las elecciones. Serán importantes las diferencias que vaya a tener el candidato ganador y el segundo, porque seguramente habrá segunda vuelta”.
Además, según el experto no conviene que Brasil entre en una crisis económica, pues “el hecho de que no logre estabilizarse y siga estando en una realidad fuerte política, que ya hemos visto que le pasa factura al aspecto económico, pues seguirá haciendo que la turbulencia de los emergentes, particularmente en Latinoamérica, se siga presentando”.