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Aunque el mundo esté ahora concentrado en luchar contra el peligroso avance del coronavirus, lo que está pasando también es grave: en apenas ocho días, fuerzas extranjeras (Estados Unidos, Portugal, Reino Unido y España) han sido blanco de tres ataques mortales con cohetes. El problema es que el gobierno de Donald Trump ya anunció que tomará "represalias" si se presentaba una nueva ofensiva contra estadounidenses.
Y este martes sucedió: por lo menos dos cohetes impactaron en la base militar iraquí de Besmaya, en el sur de la capital, que alberga tropas de la coalición internacional de lucha contra Estado Islámico (EI) liderada por Estados Unidos. "La pasada noche, dos cohetes impactaron contra posiciones de nuestras fuerzas de seguridad en la base de Besmaya", informó en un breve tuit la Célula de Información de Seguridad del Gobierno iraquí, sin aportar más detalles sobre los daños o si se produjeron víctimas.
Ver más: Irak aprueba expulsión de tropas estadounidenses del país
La base de Besmaya, en el sur de Bagdad, alberga a tropas españolas, portuguesas, británicas y estadounidenses de la coalición internacional que lucha contra el EI en Irak. Hasta el momento, los ataques no han sido reivindicados por ningún grupo, aunque Washington acusa directamente a la milicia armada chií Kata'ib Hizbulá, integrada dentro de la agrupación Multitud Popular.
¿Qué es la agrupación Multitud Popular? Esta es una milicia progubernamental iraquí, integrada principalmente por chiíes y que fueron fundamentales en la lucha contra el grupo terrorista Estado Islámico en Irak, apoyando a las tropas regulares; en la guerra de Siria luchan en el bando del presidente Bachar al-Asad, respaldado por Teherán al igual que el Gobierno de Bagdad.
Ayer, el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, llamó al primer ministro iraquí en funciones, Adel Abdelmahdi, y reiteró que es responsabilidad del Gobierno iraquí proteger a las tropas extranjeras. Esta conversación se produjo después de que el pasado 14 de marzo al menos tres miembros de la coalición internacional, además de dos militares iraquíes, resultaran heridos en un ataque con cohetes contra la base de Taji, a unos 30 kilómetros al norte de Bagdad.
El pasado día 11, dos militares estadounidenses y uno británico perecieron en un ataque con casi una veintena de cohetes contra las mismas instalaciones, donde está desplegado personal de la coalición internacional en tareas de entrenamiento y asesoramiento. Al día siguiente, Estados Unidos respondió con bombardeos contra lo que identificó como posiciones de las milicias iraquíes Kata'ib Hizbulá, apoyadas por Irán, si bien el Gobierno iraquí denunció que las acciones causaron cinco bajas entre sus militarse y policías y la muerte de un civil.
Estos ataques se producen en medio de una escalada de tensión en Oriente Medio que comenzó a principios de enero tras la muerte del poderoso general iraní Qasem Soleimaní en un bombardeo selectivo de Estados Unidos en Bagdad
La advertencia de Trump
Y aunque Estados Unidos ahora está desbordado por la crisis que ha causado el coronavirus, las advertencias de Donald Trump no deben ser echada en saco roto. El Presidente ya dijo que tomará represalias en caso de ser necesario y muchos temen que así lo haga. El jefe de la diplomacia estadounidense, Mike Pompeo, señaló que Estados Unidos no tolerará ataques y amenazas a vidas estadounidenses y tomará medidas adicionales si es necesario en defensa propia", indicó la portavoz del Departamento de Estado, Morgan Ortagus.Ver más: Los llamados de contención a Estados Unidos e Irán
Desde finales de octubre se han perpetrado 23 ataques con cohetes contra objetivos estadounidenses en Irak. Las facciones armadas pro Irán instan a menudo a destruir a las fuerzas estadounidenses fuera de su país. Aunque nadie ha reivindicado estos ataques, Washington acusa a las brigadas de Hezbolá, una de las facciones pro Irán más radicales que opera en Irak.
En represalias por este ataque, aviones estadounidenses bombardearon el viernes de madrugada varias provincias del sur de Irak, donde, según Washington, se encontraban bases de las brigadas de Hezbolá. A finales de 2019, los disparos de cohetes que mataron a un contratista estadounidense desencadenaron un dispositivo de Washington en Bagdad en el que murió el poderoso general iraní Qasem Soleimani y su lugarteniente. Poco después, misiles iraníes cayeron sobre una base utilizada por el ejército estadounidense en Irak.