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El tiempo lo dirá, aunque muchos ya arriesgan una respuesta. ¿Podrá Rudy Giuliani, el operístico exalcalde de Nueva York y flamante asesor legal de la Casa Blanca, ayudar a Donald Trump? ¿O su gusto por la polémica agravará el sinfín de problemas legales del presidente?
Donald Trump defendió este viernes a su viejo amigo y confidente Rudolph Giuliani, quien desató una tormenta en la esfera política del país. Giuliani reveló que el magnate republicano reembolsó a su abogado personal Michael Cohen un pago de 130.000 dólares a la exactriz porno Stormy Daniels para silenciar su presunto romance en 2006.
"Rudy sabe que esto es una caza de brujas. Comenzó ayer (en su nuevo cargo). Se enterará bien de los hechos. Es un gran tipo", dijo Trump a periodistas.
Giuliani, de 73 años, fue un temido fiscal federal que persiguió con éxito a la mafia neoyorquina y a los delincuentes de cuello blanco de Wall Street, y luego un respetado alcalde republicano que ganó estatura tras los atentados del 11 de septiembre de 2001. Pero tras años como lobbista y asesor de seguridad de gobiernos extranjeros, su renacer político como consejero legal de la Casa Blanca le ha valido fuertes críticas tras explosivas declaraciones al canal Fox, una plataforma cercana a Trump.
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Un creador de tormentas
Como Trump ha indicado que no estaba al tanto de ese pago, y que nunca tuvo un affaire con Stormy Daniels, varios analistas se preguntan qué tipo de abogado contradice a su cliente en televisión nacional y deja a la Casa Blanca en jaque.
Giuliani "representa a Trump y sin embargo el efecto de su entrevista (en Fox) ha sido pintar a Trump como un mentiroso", dijo a la AFP Andrew Kirtzman, analista político y autor de la biografía "Rudy Giuliani: Emperor of the City" (2000). "La estrategia es curiosa, como mínimo".
"¿Cuál será su influencia en Trump, le dará cuerda o lo calmará?", preguntó Kirtzman. "Lo que hemos visto en las últimas 24 horas es que Giuliani está aumentando la ira de Trump aún más, y el tiempo dirá si esto es bueno para Trump".
El analista asegura que a Giuliani "le gusta entrar en una situación y hacerla explotar". "Realmente disfruta estar en el centro de una tormenta. ¡Y a veces las crea, para poder tener el rol protagónico!".
Rick Hasen, profesor de la escuela de leyes Irvine de la Universidad de California, recuerda "la penetrante mente legal" de Giuliani como fiscal en Nueva York en los años '80. Pero se pregunta si "aún posee esas habilidades mentales, al menos basado en su desempeño en el último par de días".
"Este no es el tipo de defensa cuidadosa que yo querría si estuviese en la posición de Trump", estimó Hasen.
Giuliani pareció luego justificar su revelación bajo el argumento de que el reembolso de Trump a Cohen, proveniente de su dinero personal, muestra que no hubo una violación de la ley de financiamiento de la campaña electoral.
Aún pronto para juzgar
Un exfiscal federal que pidió el anonimato estimó que todavía es temprano para juzgar a Giuliani. "Creo que es un error ridiculizar a un abogado experimentado", sostuvo. "En el pasado, ha superado las expectativas en situaciones extraordinariamente difíciles y competitivas", y su desempeño como fiscal en Nueva York fue "remarcable", recordó.
Cuando los desafíos legales de Trump aumentan y se suceden las renuncias y nuevas incorporaciones a su equipo de abogados, crecen las dudas sobre si Giuliani se mantendrá en el cargo. "Los dos tienen personalidades imposibles y son enormemente impredecibles. No parece ser una relación garantizada para durar durante años", sentenció el analista Kirtzman.
"Todos quienes trabajan para Trump tienen potencialmente un cargo de corta duración", coincidió Hasen, que destacó no obstante la contratación de otro abogado, Emmet Flood, considerado excelente.
"Es el tipo de abogado que Trump precisa. Alguien muy involucrado en este tipo de nivel de gobierno y trabajo de cuello blanco (...), habituado a lidiar con asuntos sensibles y a diseñar una estrategia que sirva al cliente", opinó. "En general eso no implica hablar con Fox News y luego ponerte al teléfono con periodistas".
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