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Las monjas rompen el silencio, luego de años de culpas y penitencias. Las primeras en hablar aparecieron hace una semana en el programa de investigación periodística "Informe Especial", que transmite la Red Pública de Chile, país que se encuentra en medio de uno de los escándalos más graves de abuso a menores por parte de miembros de la Iglesia Católica: crecen las denuncias de personas que siendo niños o adolescentes cayeron en manos de curas abusivos que los asustaron y manipularon para no denunciar. Más de 158 sacerdotes están siendo investigados y a varios obispos, acusados de ocultar los casos o entorpecer las investigaciones, el papa Francisco ya les aceptó la renuncia.
Las monjas que hablaron para la investigación dijeron que, tras denunciar los abusos a sus superioras, fueron castigadas y expulsadas de sus congregaciones. Por eso muchas prefirieron el silencio.
Yolanda Tondreaux, una de ellas, dijo que sufrió abusos apenas se puso los hábitos: "Un sacerdote se me acercó, me tocó el pecho y me dio besos en la cara llegando hasta los labios. Me manoseó. Me dio asco", contó y aseguró que acudió de inmediato ante la madre superiora, Patricia Ibarra, y denunció lo ocurrido, pero ella, lejos de ayudarla, la trató de "mentirosa" y le ordenó confesarse con el mismo cura denunciado.
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Ella pertenecía a la filial chilena de la Congregación de las Hermanas del Buen Samaritano fue fundada en 1987 por Irene García de Prado, una religiosa española fallecida el año pasado en Molina, orientada a la la atención de ancianos y enfermos, que viven ahí y reciben cuidados de manera gratuita.
"Las chicas jóvenes se fueron del convento por lo mismo, porque había curas que las manoseaban", sostuvo Tondreaux en el reportaje del medio chileno. Una investigación de la agencia de noticias Associated Press (AP) mostró que crecen las denuncias en Europa, África, América del Sur y Asia, lo que demuestra que el problema es global y extenso.
Un artículo del diario La Nación de Argentina reúne más casos de monjas abusadas. Dice que algunas monjas dieron la cara, impulsadas por el creciente reconocimiento de que los adultos pueden ser víctimas de abuso sexual cuando hay un desequilibrio de poder en una relación.
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"El tema cobró prominencia en el marco de escándalos en torno al abuso sexual de menores y más recientemente de adultos, incluidas revelaciones de que uno de los cardenales más destacados de Estados Unidos, Theodore McCarrick, abusaba sexualmente y hostigaba a seminaristas. Por las denuncias, el arzobispo emérito de Washington renunció ayer como miembro del colegio cardenalicio y fue recluido por el Papa", señala el diario argentino.
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La magnitud de los abusos no está clara todavía, pues es un tema que la jeraquía católica se niega a aceptar. "Los jefes de la Iglesia son renuentes a reconocer que algunos sacerdotes y obispos simplemente ignoran sus votos de celibato, sabiendo que sus secretos no serán revelados", señalan expertos a La Nación.
Consuelo Gómez, de la Congregación de las Hermanas del Buen Samaritano, contó su caso en el programa investigativo de la televisión chilena. "Estuve en ese convento entre 1998 y 2017 y en el pasado denuncié haber sido abusada por sacerdotes en Chile y por otra religiosa en España", recordó.
"Me hicieron sentir a mí que era culpable de todo. Pero ahora comprendí que esta es una historia que yo viví, que es mía, y que no soy la única", añadió, en declaraciones al portal Emol.
Las religiosas aseguraron haber declarado el pasado enero ante el arzobispo de Malta Charles Scicluna, enviado por el papa Francisco a Chile para escuchar a las víctimas de abusos en la Iglesia, pero dijeron que hasta el momento no han recibido ninguna respuesta oficial a sus denuncias.
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Cuenta La Nación que una monja en India interpuso una demanda ante la policía y acusó a un obispo de violación. En África hay casos con más frecuencia. "En 2013, por ejemplo, un renombrado cura ugandés escribió una carta a sus superiores en la que habló de "sacerdotes que tienen relaciones románticas con monjas" y fue suspendido hasta que ofreció una disculpa en mayo pasado. La monja europea habló para ayudar a arrojar luz sobre el tema", señala el diario argentino.
"Me entristece que haya tomado tanto tiempo el que esto salga a la luz, porque hay denuncias desde hace tiempo", expresó Karlijn Demasure, uno de los principales expertos de la Iglesia en abusos sexuales y de poder. "Espero que ahora se tomen medidas para atender a las víctimas y se ponga fin a estos abusos".