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Una escena surreal ocurrió en el parque New Haven Green, a pocos metros de la Universidad de Yale en Connecticut. Más de 100 personas tuvieron que ser remitidas a centros hospitalarios por el que es, hasta ahora, el caso de sobredosis masivo en la historia de Estados Unidos. La droga culpable del episodio es conocida como "K2" o marihuana sintética, 100 veces más potente que la marihuana tradicional.
El episodio de New Haven refleja una difícil realidad que ha preocupado a las autoridades sanitarias de Estados Unidos en los últimos años. Las muertes por sobredosis de drogas en Estados Unidos aumentaron a casi 72.000 el año pasado, una cifra récord, que representa un incremento del 10% en un año y que supera a las víctimas mortales por accidentes de tráfico o por la violencia con armas de fuego. Ni siquiera el sida cobró tantas vidas en ese país en 12 meses.
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También conocida como "spice", el K2 se ha convertido en una de las drogas sintéticas más consumidas en EE.UU., tras unos años en los que, por su novedad, no estuvo perseguida y podía comprarse en algunas gasolineras y tiendas. Los más de 100 casos notificados por las autoridades incluyen a personas que fueron tratadas más de una vez, pues volvieron a fumar la droga tras salir del hospital.
"Hemos descubierto que este K2 tenía un efecto muy corto, pero también que era una versión de la droga que actuaba muy rápidamente", explicó la directora médica del hospital Yale New Haven, Sandy Bogucki, en declaraciones recogidas por el Hartford Courant. Según dijo, las personas que fumaron o ingirieron la sustancia en general cayeron bajo su efecto casi inmediatamente y muchas tuvieron que ser reanimadas.
Sin embargo, dado que los efectos no duran mucho y pudieron ser dadas de alta relativamente pronto, varias regresaron al parque en busca de una nueva dosis.
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Según el Hartford Courant, las autoridades han encausado a dos personas supuestamente responsables de distribuir esa partida de droga, en la que se han encontrado trazas del narcótico fentanil, lo que podría explicar los fuertes efectos que está teniendo.
La epidemia de sobredosis por drogas en Estados Unidos comenzó a principios de la década de 2010, principalmente vinculada a la prescripción excesiva de Oxycontin y otros analgésicos legales, lo que hizo que más de dos millones de personas se volvieran adictas.
De hecho, el presidente Donald Trump declaró el problema como una emergencia nacional de salud pública el año pasado, destinando fondos para las comunidades que luchan contra la adicción de sus habitantes y sufren el impacto social de las sobredosis, como los niños que quedan huérfanos.