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En la madrugada de este sábado 13 de abril, el grupo Tarazá del Eln habría atacado en el Bajo Cauca antioqueño a tropas del Ejército, resultando muerto un uniformado. El comandante de la Séptima División, el general Juan Carlos Ramírez denunció a través de su cuenta de Twitter que en un supuesto ataque con “artefactos explosivos no convencionales” perdió la vida el soldado Carlos Alberto Ureña.
El hecho se habría producido en la vereda Raudal Viejo, en zona rural de Valdivia (Antioquia) donde en la que el general aseguró estar emprendiendo acciones que han golpeado a los grupos armados allí presentes. La Séptima división lo reiteró a través de un comunicado: “ante las contundentes operaciones desplegadas en la zona del Bajo Cauca antioqueño y que han afectado y debilitado las diferentes estructuras logísticas y criminales del Eln, demostrando una vez más su total incapacidad para confrontar en combate a nuestras tropas, ante lo cual recurren a estos ataques mediante artefactos explosivos”.
Esta división del Ejército, que tiene jurisdicción sobre los departamentos de Antioquia, Chocó, Córdoba, Sucre, Santander y Boyacá; anunció que ya desplegó uniformados a la tarea de encontrar a los responsables del supuesto atentado. “Ya fueron insertadas, por aire y tierra, más tropas con el objetivo de perseguir y localizar a los bandidos culpables de esta acción criminal”, concluyó el comunicado.
Hace apenas dos días, el Eln había anunciado a través de su página web que, como gesto de voluntad de paz, durante Semana Santa sostendrán una tregua unilateral. Este hecho se produce a pocas horas de que inicie el cese al fuego. Según el grupo armado, no recurrirá a acciones violentas a partir del domingo 14 de abril hasta el próximo 21 del mismo mes. “Durante esos días actuaremos de manera defensiva, es decir, sólo responderemos si somos atacados y no realizaremos acciones ofensivas”, se lee en el comunicado de la organización.
En el Bajo Cauca antioqueño además del Eln, hacen presencia otros grupos armados como Los Caparrapos, el Clan del Golfo, entre otros grupos armados organizados. Allí, al parecer, se disputan el control sobre la minería ilegal, las rentas ilícitas y las rutas para el narcotráfico y microtráfico. En 2018, los homicidios en esa regió se incrementaron en un 200 por ciento respecto del año anterior, a causa de los enfrentamientos entre estas organizaciones.
Como informó este diario a mediados de 2018, la Defensoría del Pueblo estimó que se está volviendo a un ciclo de violencia que no se observaba en el Bajo Cauca antioqueño desde hace ocho años. Antioquia fue el segundo departamento con más desplazamientos ocurridos el año pasado, apenas después de Norte de Santander. En la región donde ocurrió el atentado de hoy hubo 14 desplazamientos masivos en 2018, cuatro de ellos en Cáceres, seis en Tarazá, dos en Caucasia y dos en Zaragoza, para un total de 3.467 personas desplazadas. Además, en dos ocasiones se las comunidades de Cáceres quedaron confinadas ante las hostilidades, afectando a 1.120 personas.