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Édgar Orlando Gaitán Camacho, el falso taita que aprovechó sus conocimientos ancestrales para abusar sexualmente de por lo menos tres mujeres menores de edad, pisó suelo colombiano este miércoles tras ser deportado de México, donde permanecía prófugo de la justicia. El pasado 13 de mayo, un juez de Guadas concluyó que Gaitán es culpable del delito de acceso carnal con persona puesta en incapacidad de resistir y que entre 2008 y 2012, en la población de La Vega (Cundinamarca), utilizó sus conocimientos sobre la cultura indígena para hacerse pasar por chamán y acceder a las víctimas. (Lea aquí: ¿Cuándo van a capturarlo? El clamor de las víctimas del falso taita Édgar Gaitán)
Tras labores articuladas entre @DIJINPolicia y autoridades mexicanas, fue deportado desde México “el taita”, condenado por acceso carnal con menor de 14 años, entre otros delitos. pic.twitter.com/0gwwQiuib9
— Policía de Colombia (@PoliciaColombia) July 17, 2019
Desde ese lugar y desde un supuesto consultorio médico en Bogotá abusó sexualmente de decenas de mujeres que creyeron estar siendo sanadas en medio de rituales indígenas. Las manipuló psicológicamente y se aprovechó de su fe para someterlas durante años a vejámenes. Gracias a una primera denuncia de una menor de edad, se desencadenó una avalancha de testimonios de más mujeres que durante la última década fueron víctimas del falso tatia Édgar Gaitán. Tres de los casos lograron ser probados ante la justicia y en mayo pasado el Juzgado Promiscuo del Circuito de Guaduas (Cundinamarca) le anunció sentido de fallo condenatorio a Gaitán.
Los primeros rumores sobre abusos sexuales cometidos por este hombre se conocieron hacia 1999, cuando algunas mujeres comentaron que Gaitán las tocaba. Los casos susurrados no llegaron nunca a oídos de la justicia, pero sí se ventilaron entre la comunidad. En aquella época, Gaitán intentó justificarse diciendo que un demonio “lo había tentado a través de una mujer” y el tema no trascendió hasta que una joven fue a la Fiscalía. Esa primera denunciante develó su modus operandi y narró que fue abusada por el taita en cuatro ocasiones, en medio de sesiones con yagé para curar unos quistes en sus ovarios.
Después de esto, otras ocho víctimas radicaron sus denuncias en la Fiscalía y pusieron al descubierto patrones comunes: las violaciones ocurrieron en su casa en el barrio Polo Club, al noroccidente de Bogotá, en la finca de La Vega o en las instalaciones de la IPS Maya Pijá, que Gaitán fundó hace años. Además, los hechos sucedieron durante supuestas sanaciones con yagé, y en todos los casos, el supuesto chamán las tocó y las violó. Las comunidades indígenas y las mismas víctimas han aclarado que este caso no pretende estigmatizar la bebida del yagé, que tiene poderes curativos en la cultura indígena. La plata botánica fue un elemento más que usó Gaitán para manipular psicológicamente a sus pacientes, pero no representó por sí solo un peligro para ellas.
La manipulación psicológica fue en realidad la herramienta con la que Gaitán logró hacer de las suyas. Un dictamen pericial practicado por una de las mejores psiquiatras forenses del país explicó por qué algunas denunciantes padecieron hasta 16 abusos sin ser conscientes de que estaban siendo agredidas sexualmente. La profesional afirmó que las víctimas se encontraban en un estado de inferioridad psicológica y que el contexto ritualístico les impedía comprender lo que realmente estaba pasando, pues le profesaban mucha admiración y respeto al llamado taita Orlando. Por eso se habla de que las víctimas estaban en incapacidad de resistir.
Édgar Gaitán tendrá que comparecer a la audiencia de lectura de sentencia que el juez fijó para el 21 de noviembre a las 8:30 de la mañana. Ese día se sabrá cuántos años permanecerá privado de la libertad. Mientras tanto, en otras ciudades como Medellín, siguen apareciendo mujeres que denuncian haber sido víctimas de este falso chamán y piden que arranquen cuanto antes nuevos juicios.
VIDEO: El falso chamán que abusaba mujeres durante el yagé - Las Igualadas