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En las altas cortes no todas las visitas quedan registradas en los libros oficiales. Si un magistrado ingresa con alguien en su carro directamente al sótano del Palacio de Justicia, por ejemplo, esa persona ingresará directamente a los despachos sin que su nombre y cédula hayan asido anotados. Los invitados, sin embargo, no siempre logran entrar de esa manera. La mayoría de las veces lo deben hacer por las porterías. Y si hay algo que queda claro con los récords de visitantes del Consejo Superior de la Judicatura, en donde estuvo Francisco Ricaurte desde noviembre de 2012 hasta noviembre de 2014, es que al volverse integrante de ese tribunal, Ricaurte se convirtió en un hombre al que todo el mundo quería ver. (Leonidas Bustos y Francisco Ricaurte, los poderosos de la Corte Suprema)
El Espectador conoció los registros de la Judicatura en los dos años que Ricaurte fue magistrado, y al compararlos con los de los dos últimos años suyos en la Corte Suprema de Justicia, hay un dato que salta a la vista: el número de visitantes se multiplicó por 10. En sus 24 últimos meses como integrante de la Sala Laboral de la Corte Suprema, el juez cartagenero recibió 77 visitantes. En el mismo período, en la Judicatura, Ricaurte recibió a 622 personas, entre los que figuran principalmente congresistas, y, además, exauditores, aspirantes a diversos cargos, funcionarios de la Sala Laboral en la que él trabajó de 2004 a 2012, y diversos delegados de la Rama Judicial. (Investigación contra Gustavo Moreno por corrupción aterrizó en la Corte Suprema)
Como ya es conocido, el abogado y exfiscal Gustavo Moreno, bastante cercano a Ricaurte, fue uno de los que más hizo presencia en ese despacho. Estuvo nueve veces allí entre 2012 y 2014. Con una particularidad: El Espectador encontró que el 27 de diciembre de 2012 Moreno ingresó al despacho de Ricaurte junto con su esposa, Carolina Rico Rodríguez. Las reuniones con Moreno, en promedio, duraban entre 30 y 60 minutos. También estuvo allí Yebrail Plazas, el periodista que apoyó a Moreno en la investigación de su libro El falso testimonio, en cuyo lanzamiento Ricaurte fue invitado de honor.
Como reveló este diario ayer sábado, otro visitante asiduo de Ricaurte en la Judicatura fue el senador Álvaro Ashton, a quien la Corte Suprema le acaba de abrir una indagación preliminar para establecen si él también le entregó dinero a Moreno —quien fue abogado suyo en el proceso que le abrieron por parapolítica— con el propósito de influir en decisiones judiciales. En otras palabras, si Ashton alimentó la red de corrupción que, se supone, tejieron Moreno, Ricaurte y José Leonidas Bustos, estos dos últimos expresidentes de la Corte. Ashton, hasta ahora, ha negado su participación en cualquier irregularidad. Los registros muestran que fue el congresista que más visitó a Ricaurte: cinco veces.
Cuando la Corte abrió preliminar contra Ashton, hizo lo mismo con el senador conservador Hernán Andrade, quien también ha rechazado tajantemente haber participado en un esquema de corrupción con funcionarios de la Corte Suprema. Andrade, recién ratificado como la cabeza de su partido, visitó tres veces a Ricaurte en su oficina: una en abril de 2013, otra en marzo de 2014 y una más en abril de ese mismo año. Según las grabaciones que tiene la DEA de las conversaciones entre Leonardo Pinilla —socio de Gustavo Moreno— y el exgobernador Alejandro Lyons, Andrade habría pagado $2.300 millones por influir en decisiones judiciales en la Corte.
En general, la memoria les falla a quienes visitaron a Ricaurte. Los exsenadores Juan Carlos Vélez, del Centro Democrático, y Ómar Yepes Alzate, del Partido Conservador, visitaron al exmagistrado en marzo y agosto de 2014, respectivamente, y ambos le dijeron a El Espectador que no recuerdan el motivo de sus visitas. “Yo iba muchas veces a la Judicatura porque tenía muchos amigos allá. Me invitaban a tomar café y yo aprovechaba para ir a saludarlos. Si fui, fue por razones sociales”, aseguró Yepes. Vélez, por su parte, aseguró no acordarse de la visita, pero aclaró que, si lo hizo, fue “para algún tema del Congreso como miembro de la Comisión Primera o de la reforma de la justicia. Pero no recuerdo haber visitado al exmagistrado Ricaurte”.
Otro de los miembros del Congreso que visitó a Ricaurte fue Saúl Cruz, el subsecretario del Senado investigado por la Procuraduría por haber fingido una agresión física por parte de un equipo de Noticias Uno en junio pasado. Según los registros, Cruz estuvo en el despacho del exmagistrado el 20 de noviembre de 2013, pero le dijo a este diario que no recordaba el motivo de la reunión. “Conozco a Ricaurte por cuestiones de trabajo, pero no recuerdo la razón de la visita”, aclaró. El representante a la Cámara por el Partido de la U Efraín Antonio Torres Monsalvo fue otro de los congresistas que estuvo con Ricaurte en su despacho. Lo hizo durante una hora en la tarde del 27 de diciembre de 2012. Se trata de una fecha que llama la atención, pues, por esa época, los magistrados están en vacancia judicial.
Torres, al igual que otros de sus compañeros, no recuerda el motivo de su visita. “Debió ser para hablar sobre la reforma de equilibrio de poderes. No me acuerdo de nada más. Era miembro de la Comisión Primera de la Cámara y hablábamos con las personas involucradas en el proyecto”, explicó el representante, quien, a la pregunta de por qué estaba en la Judicatura en época de vacaciones, contestó: “Yo trabajo todos los días. Ellos (los magistrados) también. Si tuviera algo malo, lo visitaría en otra parte”. A otra visitante que le falló la memoria fue a Laura Emilse Marulanda, exauditora involucrada en una investigación de la Fiscalía por, presuntamente, no haber pagado una cirugía plástica en el Hospital La María en Medellín, en donde su hermano era gerente.
El 22 de abril de 2014, Marulanda entró al despacho de Ricaurte, pero dijo que no recordaba ese ingreso. “Recuerdo que alguna vez fui a la Judicatura, pero no recuerdo a qué. Cuando uno está en un cargo público va a todos los despachos y por esa época estaba en la mitad de mi período como auditora”, le dijo Marulanda a El Espectador.
Por otra parte, de los registros de las visitas, hay dos magistrados del Consejo Nacional Electoral: Gilberto Rondón y Antonio Emiliano Rivera, quienes estuvieron con Ricaurte entre 2012 y 2014. En cuanto a Rivera, quien para las tres fechas de sus ingresos era secretario de la Comisión Primera de la Cámara, su primer ingreso fue el 13 de diciembre de 2012, y en otras dos ocasiones entre enero y septiembre de 2013.
“No recuerdo haber visitado a Ricaurte. Si lo hice, la primera vez debió ser para algo protocolario y el resto para algún tema legislativo”, aclaró Rivera, quien está ternado a una de las listas de auditor que estudia el Consejo de Estado, y quien aseguró que en los registros de visitas hay inconsistencias, pues no estaba en la ciudad en una de las visitas. Rondón, por otra parte, entró al despacho de Ricaurte tres veces entre marzo y junio de 2014. Él, a diferencia de la mayoría de los visitantes consultados por este diario, aclaró que tiene una relación con los magistrados, pues su esposa fue directora de la Rama Judicial entre 2012 y 2013 y “me hice amigo de ellos. De vez en cuando los visité. En ese momento era candidato a la Contraloría, pero no fui a buscar votos”.
En cuanto a otros congresistas que estuvieron con Francisco Ricaurte en su despacho de la Judicatura está la senadora del Partido de la U Sandra Elena Villadiego Villadiego. En total, entre septiembre de 2013 y octubre de 2014, la congresista cordobesa realizó tres visitas al exmagistrado Ricaurte. El Espectador intentó comunicarse con Villadiego, pero no fue posible. El representante a la Cámara por el Partido Conservador, Telésforo Pedraza, fue otro de los congresistas que ingresó al despacho el 6 de octubre de 2010. Al representante negó haber estado en el despacho de Ricaurte y dijo que le va a pedir una aclaración a la Judicatura.
En manos de la Comisión de Acusación está la investigación contra el magistrado Francisco Ricaurte. Sin embargo, la Corte Suprema de Justicia ya advirtió que la Fiscalía también debía tomar cartas en el asunto, pues su investigación ha arrojado datos claves que demostrarían que Ricaurte delinquió cuando ya no tenía la investidura de alto magistrado. Mientras las investigaciones dan resultados, el alto tribunal y la Comisión siguen recibiendo las declaraciones de jueces, exfuncionarios de la Corte, abogados y congresistas que podrían seguir develando lo que durante años nadie se atrevió a denunciar.