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No importan las ocupaciones. Pueden ser albañiles o cocineros —como eran los ocupantes del último “narcojet” descubierto—, camareros, electricistas, pintores, mecánicos, enfermeras, profesores, ingenieros o técnicos. Lo que buscan los carteles de la droga es gente vulnerable, que no pueda negarse a llevar droga o permitir su paso para ser enviada a Europa o Estados Unidos. El principal requisito de los potenciales “colaboradores” es una tranquilidad a prueba de controles. “El negocio cambió y, para lograr su cometido, los delincuentes utilizan ahora una modalidad de corrupción que ha permeado a varios funcionarios de la terminal aérea internacional El Dorado”, señalaron fuentes de la Fiscalía a este diario.
El más reciente caso es el del italiano Alessandro Iembo, dos hermanos ingleses, Martin James Neil y Stephen Neil, y los españoles José Ramón Miguelez-Botas y Víctor Franco-Lorenzo. Los cinco, ya detenidos, lograron aterrizar el pasado 29 de enero en el aeropuerto de Farnborough, al sur de Londres, en un jet privado proveniente de Bogotá, cargado con 500 kilogramos de cocaína, escondidos en 15 maletas y avaluados en 50 millones de libras esterlinas. Un recordatorio de que las redes de narcotraficantes siguen viendo en El Dorado una plataforma para sacar droga del país. “No hay que llamarnos a engaños, es un caso de corrupción en el cual muchas personas, de diferentes instituciones del aeropuerto El Dorado, se han prestado. Hay que descubrir quién está detrás de esta actividad criminal”, señaló el general Hoover Penilla, comandante de la Policía de Bogotá.
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¿Cómo funciona la red?
Este no es el primer caso que encuentran las autoridades frente a funcionarios que venden sus servicios al narcotráfico. De hecho, en la Fiscalía se adelantan varias líneas de investigación que van desde la contaminación de maletas o la inclusión de droga en los equipajes en El Dorado de Bogotá, a la contaminación de cargamentos de flores, aguacates, entre otros elementos de exportación. Y ahora el uso de vuelos privados. “Para estos casos buscan a funcionarios que, a través de los accesos exclusivos para trabajadores, evaden los controles de seguridad y así logran la salida de la droga”, señalan fuentes del ente investigador.
Uno de los antecedentes más recordados es el del avión presidencial. Ciro Antonio Guevara Ocampo, Álvaro Méndez López y Carlos Adolfo Cabarcas Guerrero, tres técnicos de la Fuerza Aérea Colombia (FAC), fueron condenados a seis años de prisión por su responsabilidad con el hallazgo de heroína en el avión que el 21 de septiembre de 1996 llevaría al entonces presidente Ernesto Samper a Nueva York. Los técnicos eran las únicas personas que tenían acceso al compartimiento donde fueron encontrados 14 paquetes con la sustancia.
En 2012, la Policía desarticuló una estructura especializada en contaminar vuelos comerciales y de carga desde el aeropuerto El Dorado de Bogotá, comprometida con la recepción, el embalaje y envío permanente de estupefacientes hacia Madrid (España) y Ámsterdam (Holanda). Una primera modalidad consistía en el uso de maletas (tipo equipaje), que eran cargadas con cantidades que oscilaban entre 5 y 20 kilos de clorhidrato de cocaína, y eran preparadas en el lugar de almacenamiento, para luego ser despachadas hacia la terminal aérea, donde entre seis y siete funcionarios se encargaban de ingresarlas hasta el avión respectivo.
De acuerdo con la investigación, el grupo recibía sobornos que podían ir de $15 a $20 millones. Su tarea era ingresar las maletas al equipaje en tránsito ya revisado por el personal de seguridad. “Al quedar en la banda transportadora, cambiaban los stickers de abordo y aseguraban de ese modo el traslado hacia Europa. La organización también contaminaba cargamentos de flores enviados desde los municipios de Mosquera y Madrid (Cundinamarca)”, señalan los investigadores.
En noviembre pasado fueron capturados seis funcionarios de una aerolínea por traficar droga al exterior a través de terceros. Según el reporte de la Fiscalía, los kilos de droga se escondían en chalecos artesanales, los cuales eran entregados en los baños de las salas de abordaje. Una vez burlados los controles de seguridad, coordinaban con viajeros previamente contactados para la entrega del paquete. Este modus operandi se descubrió tras una investigación de 16 meses, en los cuales se reconstruyeron los hechos a través de testimonios y cámaras de seguridad del aeropuerto. Y no son los únicos empleados de aerolíneas que han sido detenidos por este tema.
(Vea: Investigan envíos desde El Dorado de chalecos cargados de droga a Europa)
Ahora las pistas que siguen los investigadores apuntan a miembros de la Policía. “El caso (del ‘narcojet’ que llegó a Inglaterra) fue asignado a un fiscal antinarcóticos y ya tenemos pruebas que nos llevarán a tomar decisiones en contra de funcionarios que están involucrados en estos hechos”, dice la Fiscalía. Otro de los detalles que revisan las autoridades son los nexos con mafias en Europa. “El margen de ganancia es muy alto. Compran un kilo en Colombia en alrededor de $5 millones y, puesto en Europa, ese mismo kilo ya vale entre 25.000 y 30.000 euros”, explicaron fuentes de la Fiscalía.
Por este mismo caso, la Procuraduría ya abrió una indagación preliminar contra miembros de la Policía Antinarcóticos, a raíz de las fallas en los controles sobre el vuelo chárter en el que se llevó la droga hasta el Reino Unido. “(Se) busca establecer la responsabilidad de los miembros de la Compañía Antinarcóticos Control Aeroportuario de Bogotá, a cargo del control y vigilancia de los hangares de la compañía Central Charter de Colombia S. A. S., desde donde decoló la aeronave después de supuestamente haber cumplido con los controles policivos previos”, indicó el Ministerio Público. Si algo dejó ver el episodio del “narcojet!, es que, a pesar de su modernización, al aeropuerto El Dorado lo siguen usando los carteles de la droga. Y siguen “coronando”.