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Este viernes, una jueza de control de garantías envió a la cárcel a los cinco hombres capturados el pasado 12 de febrero en la finca de Guasca (Cundinamarca) propiedad del embajador de Colombia en Uruguay Fernando Sanclemente. Pablo Castillo, Jhon Jairo Morales, Yefer Iván Castillo, Dumer Bohórquez y Christian Aníbal Gómez, a quienes la Fiscalía imputó delitos de narcotráfico, seguirán siendo investigados mientras que ellos están en prisión.
Según la jueza, los hombres deben permanecer en la cárcel mientras avanza el proceso pues hay riesgos de que reincidan porque posiblemente pertenecen a una organización criminal mayor, como ha defendido la Fiscalía desde el inicio. En criterio de la funcionaria judicial “se necesitaba una inversión millonaria para adecuar esas instalaciones para la producción de cocaína”, recursos que los capturados no tendrían, pues “eran solamente una pieza más de esa organización criminal, un eslabón en la cadena de tráfico de sustancias ilícitas”, señaló la funcionaria judicial.
(En contexto: Finca con laboratorio para coca es de la familia del embajador en Uruguay)
Para la Fiscalía, las más de siete toneladas de insumos para la preparación de cocaína, así como los microondas, centrifugadoras, prensadoras, moldes y demás artículos propios de un laboratorio, que fueron hallados en la finca donde fueron capturados los cinco hombres, darían indicios de sus vínculos con el narcotráfico. Por ello, les imputó los delitos de porte y fabricación de estupefacientes así como tenencia de sustancias utilizadas para el procesamiento de narcóticos, de los que se declararon inocentes.
A su vez, la jueza señaló que no había lugar a dejarlos en libertad, pues los delitos por los que están siendo investigados les podrían significar una pena superior a los cuatro años de prisión. La funcionaria dijo que, con la decisión de enviarlos a la cárcel, buscaba enviar un mensaje a “la sociedad de que, el Estado, con todos sus esfuerzos, está combatiendo el problema del narcotráfico” y “no solo destruyendo laboratorios”.
Según aseguró la fiscal del caso, Morales, Bohórquez, Gómez y los Castillo, representan un peligro para la sociedad, pues sus presuntos vínculos con el narcotráfico son una amenaza para la salud pública. Asimismo, los hombres podrían reincidir, pues se presume que pertenecen a una organización criminal cuyos jefes todavía no han sido identificados, con lo cual, “de quedar en libertad, no les quedaría difícil retomar sus actividades delictivas”.
(También: Detalles del allanamiento a la finca de la familia del embajador Sanclemente)
A través de un comunicado, Fernando Sanclemente aseguró que desde hace 44 años los terrrenos de Alas de San Francisco (en la vereda Mariano Ospina de Guasca) han estado en su familia, y allí se han dedicado a labores como la cría de caballos de competencia, lechería y la cría de ganado Angus. A renglón seguido, el representante de los colombianos en Uruguay aseguró que en el lugar nunca se habían desarrollado actividades ilícitas.
Sin embargo, el embajador señaló que Las Colinas de Guasca Ltda, empresa propietaria del terreno y de la que Fernando Sanclemente fue representante legal hasta que asumió el cargo de embajador, arrendó desde el 15 de junio de 2017 una porción de 36 fanegadas a unos paperos. En esta área habría sido donde se encontraron los laboratorios ilícitos y algunas cantidades no especificadas de droga.
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