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El empresario Luis Carlos Sarmiento Gutiérrez, presidente del Grupo Aval, declaró hoy como testigo del expresidente de Corficolombiana, José Elías Melo, en el marco del caso Odebrecht. La Fiscalía busca demostrar que Melo, como presidente de Corficolombiana (del Grupo Aval), socia de Odebrecht en la Concesionaria Ruta del Sol a través de su filial Episol, sabía del soborno de US$6,5 millones que Odebrecht pagó al exviceministro de Transporte Gabriel García Morales para conseguir el contrato de la obra en 2009.
El proceso contra Melo comenzó en agosto de 2017, cuando le imputaron cargos por los delitos de cohecho por dar u ofrecer e interés indebido en la celebración de contratos. En esa misma época le dictaron medida de aseguramiento en su contra y fue recluido en La Picota de Bogotá. Él, por su parte, sostiene que es inocente y que nunca estuvo al tanto de los sobornos que pagó Odebrecht para obtener la licitación de la Ruta del Sol, contrato que al momento de adjudicarse tenía un valor de $2 billones.
El banquero, interrogado por la Fiscalía y por el abogado de Melo, comenzó su testimonio explicando que para el año 2009 era miembro de las juntas directivas del Banco de Bogotá y de Corficolombiana. En esta última, por ejemplo, se hablaba de los proyectos de infraestructura en que se iba a participar, y uno de ellos era la licitación de la Ruta del Sol 2.
“No recuerdo específicamente qué temas se tocaron (en relación con el proyecto de la Ruta del Sol 2), pero estoy seguro de que se habló de la posible asociación con los brasileños de Odebrecht”, explicó Sarmiento, quien agregó que las discusiones de los temas que se hablaron quedaron consignadas en actas de las juntas.
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La defensa de Melo exhibió en la audiencia el acta 1649 de una junta directiva de Corficolombiana, fechada el 29 de julio de 2009. En dicha reunión asistió Sarmiento, Alejandro Figueroa, Hernán Rincón Gómez y otras personas que se desempeñaban como suplentes, para hablar del proyecto Ruta de Sol.
“Según el acta, y si bien recuerdo el vicepresidente de inversiones de Corficolombiana, Gustavo Ramírez, nos hizo un resumen de lo que venía pasando con el proyecto de Ruta del Sol 2. Para ese momento se había suscrito un memorando de entendimiento con los brasileños y presentó un informe (…) en el que nos dice cuáles son los temas principales del memorando. Nos cuenta sobre el proceso de licitación, sobre el presupuesto que existía en aquel momento, (el) costo de presentar la licitación y nos dice, básicamente, qué actividades estaba ejecutando los miembros del consorcio y en qué estado de avance iban”, precisó Sarmiento.
En relación con el memorando de entendimiento, se tocaron tres temas fundamentales: confidencialidad, exclusividad y el porcentaje de participación de los socios. Respecto al primero, Sarmiento dijo que se estaba discutiendo la confidencialidad de las partes en relación con los diseños y los costos de la contrucción de la carretera, incluso si la licitación no saliera.
En relación con la exclusividad, el empresario resaltó que lo que se buscaba era que las conversaciones no fueran divulgadas en relación con la compañía que participara en la concesión. Y, en lo que tiene que ver con la participación, Sarmiento manifestó que para marzo de 2009, cuando se publicaron los pliegos de la licitación, “era para nosotros evidente que no podíamos tener participación mayoritaria por no contar con la experiencia necesaria para acreditar en la que se requería en el pliego de condiciones. En cuanto a participación, Odebrecht había exigido no solamente tener participación mayoritaria sino operar y controlar la compañía”. La conclusión, según Sarmiento, es que Odebrecht se quedara con una participación mayoritaria a la del Grupo Aval.
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Ante la pregunta de la participación de José Elías Melo en la Ruta del Sol, el hijo de Luis Carlos Sarmiento Angulo contestó que no fue testigo de reuniones entre Corficolombiana y los brasileños (en representación de Odebrecht), pero que le tocaba verificar que se estuviera negociando el memorando de entendimiento. “En ese sentido José Elías Melo y funcionarios de mi equipo me mantenían enterado de lo que estaba pasando con la negociación del memorando de entendimiento”, explicó.
Para el empresario, la importancia de que el Grupo Aval se asociara con Odebrecht en 2009 radicó en que era una de las empresas de construcción más grandes en América, y porque tenía la experiencia para acreditar lo que se pedía en los pliegos de condiciones de la concesión. “Si bien habíamos establecido que sería 67% Odebrecht y 33% nosotros (Grupo Aval), al final Odebrecht decidió llamar a un constructor local, el Grupo Solarte, para que participara (…). De manera que Odebrecht bajo de 67 a 62%, el Grupo Solarte quedó caso con un 5% y nosotros con el 33% restante”, declaró.
Las implicaciones de que Odebrecht se quedara con la participación más alta, aclaró Sarmiento, residía en que tenían control mayoritario en las juntas directivas, la mayoría de votos en las asambleas y, en cuanto a la operación de la compañía, quedó establecido que ellos eran los líderes y operadores.
El empresario aseguró que Melo no recibió bonificaciones por la licitación de la Ruta del Sol 2 y que no tuvo conocimiento de los US$6.5 millones que recibió el exviceministro Gabriel García Morales para adjudicar la obra.
“En los primeros años, Odebrecht fue un buen socio. Es un gran constructor. La obra se ejecutaba con problemas en licencias ambientales, problemas de orden público, problemas por encontrar políticos en algunos pueblos que no dejaban pasar la carretera, pero la obra se estaba ejecutando. Hacia el año 2015 vine a encontrar que Odebrecht estaba haciendo contratos que no parecían necesarios para la obra y ahí la relación de deterioró. Hacia finales del 2016 se acabó la relación cuando nos dimos cuenta por los medios de que Odebrecht había confesado sobornos trasnacionales”, respondió Sarmiento en relación con el comportamiento de la mutacional brasileña.
Apenas se enteró de los actos ilícitos de Odebrecht, Sarmiento reveló que el 20 o 21 de diciembre de 2016 contactaron a los brasileños para que contaran qué habían confesado ante la justicia de Estados Unidos y para que aclararan si estaba comprometida la Ruta del Sol.
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“Los brasileros se habían ido de Colombia en ese momento y argumentaron que estaban en vacaciones. También argumentaron que el acuerdo con el gobierno de Estados Unidos era confidencial y que no nos podían dar mas razones. Los convocamos a varias reuniones, convocamos una junta directiva que no se pudo hacer por falta de quórum, convocamos una asamblea extraordinaria que no se pudo llevar a cabo por falta de quórum, y solamente en enero de 2017 pudimos reunirnos con ellos (los representantes de Episol, filial de Corficolombiana). Nos dicen que no tiene nada que ver los sobornos con la Ruta del Sol, que son sobornos que se hicieron desde Brasil y que nunca salió plata de la concesionaria ni de la constructora para esos sobornos”, dijo Sarmiento.
Sarmiento dijo que su actuación consistió en buscar a comienzos de 2017 a Rafael Neira, contralor corporativo del Grupo Aval, para que realizara una auditoria e identificara a las personas que estuvieron involucradas en la licitación. Esto, con el fin establecer si se conocía de los sobornos o se habían lucrado de ellos.
En ningún momento, aclaró el empresario, tuvo conocimiento que Odebrecht había participado sobornos. “En 2015 sí habíamos detectado unos contratos que, como dije anteriormente, no parecían necesarios para la ejecución de la obra, pero que nunca pudimos probar su irregularidad y de hecho Odebrecht defendió e hizo una investigación interna cuyo resultado fue que no eran irregulares y que sí eran necesarios para la obra”, finalizó Sarmiento.