Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
El exfiscal anticorrupción, Luis Gustavo Moreno, compareció este martes ante la Corte Suprema de Justicia por el proceso contra Musa Besaile. En sus declaraciones, manifestó hasta ahora un dato desconocido: el magistrado Gustavo Malo, además de Francisco Ricaurte, también sabía -supuestamente- de sus andanzas en alto tribunal para exigir dineros al senador a cambio de alterar un proceso por parapolítica., expediente que justo está en el despacho de Malo. Por eso, la Corte Suprema compulsó copias a la Comisión de Acusación y a la Fiscalía para que investiguen a Malo y Ricaurte, respectivamente. (En contexto: “Gustavo Moreno era un extorsionista profesional": Musa Besaile)
En diligencia, que se extendió por varias horas, también estaba presupuestado que el exfiscal –en lista de extraditables– se refiriera a procesos como el de los congresistas Alvaro Ashton, Hernán Andrade y el exsenador Luis Alfredo Ramos. Sin embargo, fuentes que conocieron el desarrollo de la diligencia manifestaron que, debido a su cansancio físico, esta tuvo que aplazarse y aún no se tiene una nueva fecha establecida. Antes de caer la tarde, Moreno salió del Palacio de Justicia rodeado de una fuerte comitiva de seguridad rumbo a los calabozos de la Fiscalía.
Hace unas semanas, Musa Besaile dio todos los detalles de cómo Moreno habría aprovechado su poder para, supuestamente, pedirle dinero en 2015 a cambio de incidir en su expediente por parapolítica en la Corte Suprema. “Moreno era un extorsionista profesional. No estaba debutando pues sabía lo que estaba haciendo. Me dijo que estaba en representación de su papá. Me dijo el nombre de su padre en voz baja y yo escuché. Entonces sacó un lapicero de su saco y escribió el nombre: José Leonidas Bustos, el presidente de la Corte Suprema de Justicia”, dijo Musa, en su momento, a la emisora W Radio. (Lea: Gustavo Moreno acepta convertirse en el delator de la corrupción judicial en Colombia)
Según de Besaile, Moreno inicialmente le habría solicitado $6.000 millones, pero, ante la negativa del senador, el exfiscal habría empezado a rebajar la suma a $4.000 y, finalmente, a $2.000 millones. Esta última cifra fue la que Besaile pagó para que no se efectuara una orden de captura que, según la investigación, no había sido ordenada. En ese sentido, las declaraciones que rinda el exfiscal Moreno serán importantes, pues es uno de los testigos claves con que cuentan las autoridades para establecer los pormenores en este caso de corrupción que tocó uno de los máximos órganos de justicia en el país.