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El pasado 17 de abril se confirmó el secuestro de una pareja ecuatoriana que se desplazaba por la frontera colombo-ecuatoriana. Sin que Ecuador saliera del asombro por la muerte del equipo periodístico del diario El Comercio, disidencias de las Farc decidieron retener a Katty Velasco y Óscar Villacis. La prueba: un video que empezó a circular en la mañana de ese martes, donde se veía a los jóvenes encadenados y pidiendo ayuda al presidente Lenín Moreno. Sus familiares han tocado diversas puertas para encontrar a sus seres queridos sin ninguna respuesta alentadora.
Hace unos días llegaron a Colombia pidiendo ayuda para que se rescate lo más pronto posible a sus hermanos. En diálogo con El Espectador, Ana Velasco clama para que su hermana regrese sana y salva a ver a la hija de cuatro años que dejó en el país vecino.
(En contexto: Familiares de pareja ecuatoriana secuestrada expondrán su caso en Colombia)
¿Por qué decidieron venir a Colombia?
Nuestro objetivo es pedir ayuda a todas las autoridades para que al secuestro de nuestros familiares, Katty Velasco y Óscar Villacís, se le siga dando seguimiento; que los dos gobiernos, el colombiano y el ecuatoriano, se unan y hagan todo el esfuerzo que se deba. No queremos que esto tenga un destino final fatal, sino que podamos tener la alegría de poder rescatarlos con vida. Lo que más queremos es que nos ayuden y nos den a nuestros hermanos de vuelta.
¿Cómo empezó el plan para venir a pedir ayuda a Colombia?
Con el pasar de los días, y como no había más información, buscamos en el gobierno ecuatoriano datos. No nos quisieron decir nada, con el argumento de que el secuestro ocurrió en Colombia y aquí se estaba manejando todo, que no sabían nada más. Al ver que no nos brindaban lo que requeríamos, decidimos venir a buscar información y pedir ayuda a las autoridades colombianas.
¿Cómo financiaron su viaje?
En esos momentos nació la idea de hacer una rifa solidaria que organizamos entre las dos familias en la ciudad en que vivimos, Santo Domingo (Ecuador), con la ayuda de las autoridades de nuestra ciudad y la gobernadora. Caminamos días y noches tocando las puertas de cada casa para que nos colaboraran. Hicimos alrededor de 2.000 boletas que fueron donadas por una imprenta de Santo Domingo. En los parques también hacíamos plantones con personas que nos ayudaban para tratar de vender estas boletas.
Entonces, ¿el gobierno de Ecuador no les ha dicho nada de sus familiares?
Lo único que nos han dado es la información de dónde se hospedaron y que encontraron la moto de Óscar. Pero no saben quién los secuestró, dónde los secuestraron, a qué hora...
De acuerdo con sus indagaciones, ¿cuál fue el punto de llegada de la pareja?
Dicen que ellos cruzaron a una zona colombiana que se llama Costa Rica (en Nariño). Ahí es donde se presume que fue el secuestro.
(Le puede interesar: La disidencia de alias “Guacho” y sus cocaleros 'calientan' la frontera con Ecuador)
¿Ecuador ya comenzó alguna operación de rescate o negociación para traerlos de regreso?
No. Nosotros nos sentimos decepcionados de nuestro gobierno. Nos sentimos abandonados, el gobierno no quiere empezar algún tipo de negociación. No quiere plantear otra alternativa para poderlos rescatar con vida, argumentando que los captores no tienen palabra y se basan en estas cosas para no hacer más. Incluso, días después de que nos enteráramos de que estaban secuestrados, empezaron a decir que ellos eran agentes infiltrados de la Policía. Luego empezaron a decir que tenían nexos con el narcotráfico, que tenían nexos con este tal Guacho, y las cosas no son así. Cuando nos enteramos de esos rumores, sentimos rabia y coraje, porque sentimos que el gobierno estaba tratando de decir estas cosas para lavarse las manos y no hacer nada por nuestros familiares. Ellos son dos personas sencillas, humildes y trabajadoras. Mi hermana estaba recién graduada de su bachillerato y ni siquiera vivía en Santo Domingo. Vivía en Guayaquil. Mi cuñado se dedicaba a la pintura y cosas de construcción.
Ustedes llegaron a Colombia en busca de ayuda y la primera en abrirles la puerta fue la alta consejera presidencial para los derechos humanos, Paula Gaviria. ¿Cuál fue el resultado de ese encuentro?
Fue favorable, ella nos recibió de buena manera. Nos dijo que iban a seguir investigando y a hacer que esta investigación se profundice mucho más. Que se unan más organizaciones para poder lograr un acuerdo o tener contacto con los captores, y así lograr una negociación humanitaria donde podamos crear conciencia en estas personas.
¿Conciencia para qué?
Para que entiendan: ¿qué ganan ellos con tener a nuestros hermanos retenidos? No ganan nada de parte del Gobierno y, al contrario, están destruyendo familia, a unos hijos que esperan a sus padres. Ella (Gaviria) se comprometió a ayudarnos en todo este proceso mientras continúe este gobierno de Santos e incluso también se comprometió con el nuevo gobierno a hacer que este caso siga abierto, que se siga indagando, que no se quede ahí.
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¿Qué otros encuentros tuvieron en esta visita?
Nos reunimos el martes en la mañana con ONG, con unos grupos jesuitas, Codhes, Minga, quienes también nos brindaron su apoyo y están dispuestos a colaborar en todo lo que sea posible. También tuvimos reunión en la Fiscalía, con el senador Jimmy Chamorro e incluso con la Conferencia Episcopal de Colombia.
¿Cuál es el sentir de los ecuatorianos frente a estos hechos que han venido ocurriendo en los últimos meses en la frontera?
Todos nos sentimos dolidos, desesperados y asombrados, porque nunca hemos vivido esta situación de que grupos armados colombianos secuestren a ecuatorianos. El país está levantado. Se han realizado marchas por la paz. Todas las ciudades de Ecuador están apoyando y tratando de que el gobierno ecuatoriano haga algo para que no se sigan perdiendo más vidas. Ya no sólo faltan tres (lema sobre los trabajadores de El Comercio asesinados por el grupo de Guacho en abril pasado), sino dos más que son Katty y Óscar, y estamos luchando para que ellos regresen con vida y que esta situación no le vuelva a pasar a ninguna otra familia.
El Gobierno colombiano ha venido adelantando varias operaciones militares en zona fronteriza para capturar a “Guacho”. ¿Qué opinan al respecto?
Ellos están haciendo su trabajo, tal vez con el objetivo de que estos grupos se acaben y que no se siga generando este tipo de situaciones. En parte, a veces nos sentimos de acuerdo porque creemos que quizás así se puede dar un rescate y poderlos encontrar con vida. Sin embargo, también pensamos en la otra opción, que ellos puedan perder la vida en estos operativos.
(Más información: Ecuador confirma secuestro de dos nuevas personas en zona fronteriza)
¿Estaría de acuerdo entonces con un rescate militar?
Sí. Estaría de acuerdo con todo, con tal de que ellos regresen.
¿Qué mensaje le envía tanto al Gobierno colombiano como al ecuatoriano?
Queremos que se haga todo el esfuerzo. Que trabajen conjuntamente, que los dos gobiernos se cojan de la mano y luchen por esta causa. Que no paren, que esto no se quede así. Que hagan todas las investigaciones, todo el seguimiento posible y que no escatimen esfuerzos. Esto no puede seguir pasando. Sabemos que Colombia ha sido golpeado muchas veces por el secuestro y ha habido muchas familias que han pasado por lo que nosotros estamos pasando. Nos solidarizamos con quienes han pasado por esto, y creo que tanto Colombia como Ecuador tienen que poner un alto en el camino, para que no sigan cayendo más víctimas de estos grupos y que no se sigan perdiendo más vidas.
¿Sienten que sus familias son víctimas de un coletazo del proceso de paz?
Sí. Creemos que son víctimas. No entendemos cuál es la razón por la que están secuestrados, porque dinero no tenemos para pagar un rescate. Somos personas humildes. Ellos no pertenecen a ningún grupo ilegal o no tienen ninguna alianza con el narcotráfico. Tampoco son parte de la Policía. Son personas común y corrientes, por lo que siempre nos preguntamos: ¿por qué los secuestraron? ¿Cuál es el objetivo de sus captores? ¿Qué quieren ganar con esto?