“Ojalá el presidente Santos nos reciba”: hermano de fotógrafo ecuatoriano asesinado

Ricardo Rivas llega a Colombia este martes junto con los parientes de los otros dos integrantes del diario “El Comercio”, de Ecuador, ejecutados en cautiverio hace un mes. Esperan irse con buenas noticias sobre la repatriación de los cuerpos de Paúl Rivas, Javier Ortega y Efraín Segarra.

DIANA DURÁN NÚÑEZ
15 de mayo de 2018 - 02:00 a. m.
Ricardo Rivas (izq.) estará en Bogotá en compañía de los familiares de los otros dos integrantes del diario “El Comercio".  / AP
Ricardo Rivas (izq.) estará en Bogotá en compañía de los familiares de los otros dos integrantes del diario “El Comercio". / AP
Resume e infórmame rápido

Escucha este artículo

Audio generado con IA de Google

0:00

/

0:00

Ha pasado casi un mes desde que se confirmó el asesinato de su hermano y sus dos colegas de “El Comercio”. ¿Cómo ve hoy las cosas?

Ha sido difícil. Nadie en el país esperaba que esta situación se diera de la manera como se presentó, ha sido difícil de sobrellevar. Se siente dolor, impotencia, como que no sabemos qué hacer o qué esperar. Hay una realidad que espera que tú asumas el liderazgo para entender cuál es el propósito por el cual se dio todo esto. Ha sido difícil aprender a llorar por dentro mientras sales a hablar con el gobierno, con los medios, por un problema que dejó de ser de tres familias y se volvió un asunto de dos países.

¿Cómo ha sido la comunicación con el gobierno ecuatoriano después de que el presidente confirmó en público el asesinato de ellos tres?

Tuvimos una reunión a los dos días y se cortó la comunicación. De ahí nuestra exigencia de que esto no se quede en el olvido. La semana anterior nos llamó la Asamblea Nacional y presentamos un informe de acciones. Eso, al parecer, impulsó que la Presidencia nos llamara. Ya tuvimos dos reuniones de trabajo incluso con la Cancillería para abordar dos aspectos básicos: la repatriación de los cuerpos (que el grupo de Guacho confirmó y después canceló) y la conformación de una comisión internacional que pueda dar seguimiento a las acciones que se dieron alrededor de este lamentable hecho. Un tercer punto, compromiso del presidente Lenín Moreno, fue liberar la documentación que se considera reservada por transparencia y tranquilidad de las familias. Eso va a ocurrir el día lunes (ayer 14 de mayo).

¿Han tenido acceso previo a esa información clasificada?

No hemos visto absolutamente nada aún.

Usted y representantes de las otras dos familias afectadas por este trágico hecho vienen a Colombia. ¿Cuál es su objetivo con el viaje?

El martes vamos a Bogotá a sostener una serie de reuniones que estamos buscando para poder darle seguimiento a este tema. Buscamos acercamientos con la canciller María Ángela Holguín y ya tenemos confirmadas dos reuniones, con Fiscalía y la Flip. Ojalá el presidente Juan Manuel Santos nos reciba, sería genial. Lo vemos distante, pero sería una muestra de sensibilidad recibirnos aunque sea cinco o diez minutos.

(Le podría interesar: Javier, Efraín y Paúl: a Ecuador siempre le faltarán tres)

¿Les han vuelto a dar información sobre la entrega de los cuerpos?

De los cuerpos no nos han dicho nada más, justamente por eso queremos hablar con autoridades colombianas. Es el objetivo principal para nosotros. Vamos a aprovechar para hacer algún contacto con el Comité Internacional de la Cruz Roja allá, estamos cuadrando la agenda. Este caso ha recibido mucha visibilidad, pero en Latinoamérica la página se pasa muy rápidamente y esto no puede olvidarse mientras no se esclarezcan los acontecimientos. De los gobiernos colombiano y ecuatoriano queda mucho por decir.

¿Cómo evalúa la actuación del Gobierno colombiano en todo lo que pasó?

Colombia, es lamentable decirlo, no tuvo mayor participación y no lo tomó en serio. Tal vez se debió a la falta de sensibilidad, no solo del Gobierno, sino de muchos actores, por los lamentables hechos que ustedes viven desde hace muchas décadas; tal vez eso llevó a que no le prestaran atención. Solo a raíz del asesinato hubo intervención, vino el ministro de Defensa, habló el presidente. Lo que pedimos ahora es que las acciones muestren más colaboración para los objetivos que faltan. Los dos gobiernos solo han coordinado fracasos: traerlos con vida, traer los cuerpos.

¿Tienen algún indicio de que haya habido intento de rescate militar, como lo aseguró el grupo de “Guacho” en su comunicado?

Creo que es muy temprano para decir que hubo rescate militar. Habría que ver bajo qué circunstancias. Si se nos va a entregar documentación reservada, esperamos que esté completa o la volvemos a pedir. Hay muchas hipótesis, esta es una de ellas. Habría que analizar. Se ha dicho que fueron liberados, que fueron detenidos por otro grupo, que fueron detenidos de nuevo por ellos mismos. Es difícil, hay que ir desechando cosas.

¿Cómo fue ese momento en que el Gobierno ecuatoriano tuvo que confirmarles que sus tres familiares habían sido ejecutados?

Yo estaba en Lima, en la Cumbre de las Américas, junto con las otras familias. Nos indicaron de las fotos, pero las vi solamente cuando llegué a Ecuador. Pedí que me las enseñaran y me explicaron los porcentajes de coincidencia. Nos dijeron que había un 70 % de probabilidad de que fueran ciertas las imágenes. Luego, que 80 %. Nosotros no entendíamos por qué nos decían que todavía no estaba confirmado, al parecer sí lo estaba. No entiendo por qué nos mintieron.

Entonces nos dijeron que lo mejor que podíamos hacer era regresarnos con el presidente en su avión, y así lo hicimos. El viaje fue en silencio total. Nadie dijo absolutamente nada. Al llegar al Ecuador nos pasaron a un salón VIP, el presidente y los ministros se reunieron en otra sala y luego el presidente salió a hablar. Ahí fue cuando se dirigió a Guacho y le dio 12 horas para que enviara pruebas de vida de mi hermano, de Javier y de Efraín. Al terminar su discurso, nos dio la condolencias.

(Le sugerimos: “Hay silencio, dolor e incertidumbre”: codirector de "El Comercio")

¿No les pareció contradictorio que les diera condolencias antes de confirmar que ellos habían muerto?

Era contradictorio, pero en el momento tú no piensas. Fuimos conscientes de la incongruencia cuando ya era demasiado tarde.

Pero, ¿cuándo se lo confirmaron a ustedes entonces?

Cinco minutos antes de la alocución, el presidente Moreno seguía diciendo que faltaba confirmar. Ahí le dije al ministro Navas (del Interior) que era preferible que nos confirmara de una vez. Y nos lo dijo. Tal vez quería que saliera de la boca del presidente y no de él, tal vez temía alguna reacción. Pero eso fue más desgarrador, estar pendiente de ese 20 % que todavía faltaba por confirmar…

Usted ha señalado que lo ocurrido debe tener un propósito. ¿Cuál sería, en este caso?

Hay un propósito que debe cumplirse: a raíz de esto se visibilizaron los problemas sociales en la frontera colombo-ecuatoriana y ambos gobiernos están llamados a elaborar planes estratégicos en esas zonas para que se reflejen en el nivel de vida de los pobladores. Por otro lado, este es un llamado a que la comunidad periodística de ambos países luche siempre por la libertad de expresión y de prensa. Los periodistas no pueden ser callados. Darse cuenta a nivel periodístico de que el proceso de paz había cambiado la realidad del país, darse cuenta de que no fue así. En Ecuador se desnudaron las falencias en la frontera, es un despertar para todos tener que tomar decisiones no solo de índole militar, sino social, productiva, para que estas zonas puedan mejorar y la gente pueda vivir realmente tranquila y en paz.

¿Qué le diría al presidente Lenín Moreno?

Lo que ya le hemos dicho, que honre su compromiso de desclasificar los documentos sobre las medidas que se tomaron en este caso. Quisiéramos que Colombia hiciera lo mismo. Tenemos medidas cautelares (de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos) en este proceso y hay indagaciones que se están realizando.

(Lea recomendamos leer: Exigen la recuperación inmediata de los cuerpos de los periodistas del diario El Comercio)

¿Al presidente Juan Manuel Santos?

Quisiéramos que se comprometiera con gestos de transparencia para saber qué pasó, que se comprometiera con la repatriación de los cuerpos. Y que nos recibiera en este viaje.

¿Y a “Guacho”?

Le diría que me indique cuál fue la razón por la cual fueron asesinados nuestros periodistas, nuestros familiares, nuestros ecuatorianos. La verdadera razón.

Para quienes no conocimos a su hermano, ¿qué quisiera que supiéramos de él para recordarlo?

Él hizo un trabajo premiado a nivel nacional en 2013, llamado “Desaparecidos y tatuados en la piel”. A las víctimas les hizo pintar sobre sus cuerpos desnudos lo que sentían por la desaparición de sus seres queridos. Hace poco volví a ver ese trabajo y los entendí, entendí lo que manifestaron porque no aparece el ser amado que tenías a tu lado.

Por DIANA DURÁN NÚÑEZ

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta  política.
Aceptar