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Ya han pasado dos años desde que 195 países se reunieron en París (Francia), donde se comprometieron a hacer todos los esfuerzos posibles para evitar que la temperatura global subiera más de dos grados. Entre ellos estaba Colombia, que en ese entonces afirmó pomposamente que reduciría la emisión de gases de efecto invernadero en un 20% para el 2030. Aunque todavía falta mucho, casi 12 años, para saber si la meta se cumplió, es claro que pasar del papel a la acción no va a ser una tarea fácil. (Lea: Reforestar el planeta ayudaría a cumplir el 37% de los Acuerdos de París)
Lograr esta reducción requiere coordinar varias piezas, razón por la que el Gobierno aterrizó el compromiso entre los distintos ministerios, entre ellos el de Industria, Turismo y Comercio. Aunque son varias las tareas que viene dando los primeros pasos, una de las que ya empieza a dar resultado es el proyecto Nama Industria, a través del que se ha logrado que sólo un pequeño número de empresas del sector industrial ahorre 12.865 megawats de energía por hora. Es decir, el 5.4% de su consumo inicial.
En palabras de Diego Daniel Olarte Suárez, asesor de Desarrollo Sostenible del PNUD, el proyecto busca ayudar a cumplir la meta de reducción “por medio de la implementación de eficiencia energética en los procesos productivos de las industrias”. Es decir, les ayuda a identificar en qué momento de la producción podrían reducir el consumo de energía y dónde la están gastando de forma innecesaria, lo que al final, además, se traduce en que el sector industrial demande menos energía en total.
Hasta el momento, explica Paola Andrea Cuellar, coordinadora de Nama Industria, se han intervenido sólo 29 compañías, pero la meta es que para 2020, cuando concluya, sean 260 las industrias que reciban esta asesoría a nivel nacional: 160 en Bogotá y Cundinamarca, y 100 más en otras regiones. (Puede leer: El científico que no cree en el Acuerdo de París)
Por esto, pese a que el ahorro suena poco (5.4%), la cifra gana importancia si se tiene en cuenta que fue lograda por 26 industrias en sólo un año, ya que el proyecto empezó en noviembre de 2016.
“Incluso hemos visto un gran ahorro con acciones sencillas”, comenta Cuellar. Y lo dice porque el proyecto asesora a las industrias de dos formas. La primera es hacer un diagnóstico del proceso de la industria para identificar “las buenas prácticas operativas energéticas”. En otras palabras, lo que hacen es buscar los puntos en los que la compañía puede hacer cambios que representen muy bajo costo o una inversión nula como “incentivar una cultura de cuidado energético, medir los picos de consumo o algo tan simple como aislar las tuberías de vapor de las calderas para evitar que se pierda calor – y por ende energía”. Sólo por medio de estas acciones estiman que una empresa puede llegar a ahorrar entre el 3 y el 5% de su consumo energético. (Le puede interesar: Arrancó plan piloto para reducir CO2 en Bogotá y la región central)
En cambio, el segundo tipo de asesoría puede resultar más costoso para las empresas, pues incluye reconversión o adaptación tecnológica. Por ejemplo, se les aconseja cambiar las calderas, comprar equipos que aprovechen los gases de combustión para generar electricidad u optimizar sistemas de aire comprimido. “El ahorro de consumo de energía no es sólo un tema de medio ambiente, sino de mejorar la productividad y la competitividad de la industria. La idea es que los empresarios puedan ver que, incluso, es posible recuperar la inversión que hicieron en la tecnología en un año o seis meses”, agrega Olarte.
Cabe aclarar que Nama Industria no le gira plata directamente a las empresas, sino que las asesora para que tomen decisiones, tanto financieras como sostenibles, que les permitan ver una reducción en el consumo energético. Como lo señala Olarte, no es un programa “asistencialista”, pues son las mismas compañías las que invierten para hacer los cambios necesarios.
Pero los frutos parecen ser buenos. Con sólo las 26 compañías que ya se sumaron a Nama se ahorró lo equivalente a “a cargar 56 millones de veces un smartphone y el mismo gasto en combustible fósiles que se necesita para 52.760 recorridos en Transmilenio desde el portal Usme hasta el Portal Norte”. Luego viene un dato que interesa más para lograr cumplir con lo firmado en la COP21: se dejaron de emitir 3.589 toneladas de CO2, lo que es similar al gasto de 71 mil viajes en avión ida y vuela de Bogotá a Quito.
Entre las industrias que ya han sido asesoradas por el proyecto hay textileras, ladrilleras, industrias de plástico, químicas, cerámicas y metal mecánicas, entre otras. Coltejer, Fabricato, Italcol y Challenger son algunas de ellas. (Lea: Empresas de carbono habrían manipulado acuerdo mundial de cambio climático)
Parte del programa Nama Industria es financiado por Global Environmental Facility, está asesorado por el PNUD y es manejado por la Corporación Ambiental Empresarial (CAEM) de la Cámara de Comercio de Bogotá. Las industrias que estén interesadas en recibir esta asesoría sin ningún costo pueden inscribirse en la convocatoria que está abierta permanentemente en la página de CAEM.