El gobernador de Nariño, Camilo Romero, estaba esperando a encontrarse con el presidente Iván Duque Márquez para mostrarle su descontento por la intención de volver a la aspersión con glifosato para la erradicación de los cultivos ilícitos. Ese encuentro se dio este miércoles en el XXIV Encuentro de la Jurisdicción de lo Contencioso Administrativo, realizado en Pasto, capital de ese departamento.
Durante su intervención en la instalación del evento, Romero hizo, de frente, fuertes críticas al primer mandatario y le resaltó la necesidad de que la situación de cultivos ilícitos sea vista como un problema social, más que criminal.
“Tenemos propósitos comunes. Primero, el respaldo irrestricto a nuestra Fuerza Pública. Segundo, hay que acabar con los cultivos ilícitos. Y nos duele creer que, además de las problemáticas que vive nuestra región, la respuesta sea el glifosato”, señaló Romero durante su intervención.
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En ese mismo sentido, advirtió que cualquier política antidroga que no sea concertada con las familias cultivadoras será una política fracasada.
“En cuestión de meses o años volverán a tener sembrado el territorio de coca por algo básico y elemental: porque en el territorio hay 50.000 familias, hombres y mujeres de carne y hueso, no cifras, que han tenido que sobrevivir, con sus familias, de los cultivos ilícitos”, dijo el gobernador de Nariño.
Por eso, pidió al presidente Duque que lidere un diálogo con la ciudadanía para involucrar a las familias que viven de los cultivos ilícitos y hablar del daño ambiental y a la vida que causa el glifosato.
“Podrán fumigar, pero nuestras familias se irán a otros territorios y volverán a sembrar. Aquí hay un problema social y tiene que ser visto así”, concluyó Romero.
A su turno, el presidente Duque mostró su preocupación por el crecimiento exponencial de los cultivos en el país y que detrás del narcotráfico haya ecocidios, cadenas de lavado de activos y una juventud amenazada en las calles, parques y colegios por su exposición a jíbaros.
“Debemos buscar unidos que la legalidad triunfe, y eso implica que entendamos que la discusión no es solamente sobre los derechos sino sobre los deberes. Y eso se olvida muchas veces en el fragor de la política o el calor de los discursos”, dijo Duque.
Asimismo, subrayó la necesidad de que el Estado llegue a los territorios con la capacidad de cerrar brechas a través de la inversión social para que los derechos no queden en letra muerta. “Construir la paz requiere que los colombianos digamos que no existe ideología ni causa política que justifique un asesinato, un secuestro, una extorsión, la destrucción de la infraestructura o los ecocidios”, expresó el mandatario.
La situación sobre cultivos de coca en Nariño es compleja, sobre todo, porque es el departamento que alberga al municipio de Tumaco, en donde, según cifras oficiales, se concentra la mayor cantidad de hectáreas sembradas en el país. Una característica que ha convertido al municipio en uno de los bastiones del narcotráfico y un territorio de disputa tanto por bandas criminales como por la Fuerza Pública.
Contexto: Tumaco, el municipio más afectado por cultivos de coca en el país
Horas antes, el presidente Duque anunció que la opción de volver a la aspersión no está descartada, sin embargo, señaló también que la decisión se tomaría cumpliendo con los lineamientos que ha dado la Corte Constitucional en abril de 2017, especialmente, en lo que respecta a su uso de forma aérea, teniendo en cuenta los peligros que el herbicida representa para la salud.
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