Pasó lo que se veía venir. Luego de que varios senadores del Partido Liberal anunciaran su voto negativo a la reforma política en la plenaria del Senado y la Misión de Observación Electoral (MOE) y el componente de la FARC ena CSIVI pidieran que se retirara la iniciativa, se conoció una carta firmada por más de 40 senadores de diferentes corrientes políticas, sin contar al Centro Democrático, en la que dicen "No a la reforma".
Los argumentos son los que se han expuesto desde que el texto de la reforma empezó a quedar despedazado: que no se garantizaba una apertura democrática real ni la independencia de la autoridad electoral y que pone en riesgo avances que se había logrado en reformas anteriores.
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"No es una reforma estructural ni a largo plazo. Es una pieza de legislación inútil y dañina para el sistema democrático colombiano", se dice en la carta con la que llegarán este martes los legisladores al Senado.
Para el senador Mauricio Lizcano, de la U, "no se resuelven los problemas estructurales que aquejan a la política. El tema de financiación brilla por su ausencia. No están los controles para evitar la circulación excesiva de dinero en las campañas; el Consejo Nacional Electoral quedó más política que lo que estaba antes; el tema de transfuguismo quiere volver a una política personalista".
“La bancada del Partido Conservador decidió solicitar el archivo del proyecto de reforma política toda vez que no es la reforma que se quería, no es una reforma estructural y pone en riesgo los avances que se han hecho en materia electoral”, dijo el senador Juan Diego Gómez.
Fueron 17 senadores conservadores, ocho de la U y ocho de Cambio Radical los que se sumaron a lo que ya habían pedido nueve liberales. De esta manera, la reforma política se queda sin apoyo y se da por hecho su hundimiento en su último debate en la plenaria del Senado.