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Con una votación de 26 contra uno, Carlos Alberto Cuenca Chaux, representante por el Guainía, del partido Cambio Radical, se impuso como candidato a la presidencia de la Cámara de Representantes. Cuenca era el candidato que apoyaba el expresidente Germán Vargas Lleras y se enfrentaba a César Lorduy, quien tenía el apoyo de la casa Char, de Barranquilla.
“El Partido se ha manifestado de una manera contundente. Agradezco a mis compañeros por la confianza depositada. Hoy hemos ganado una batalla, pero no la guerra. Aquí no ganó Germán Vargas Lleras, ni perdieron los Char, aquí gano el partido Cambio Radical. La unión hace la fuerza”, manifestó el representante Cuenca.
La jornada de votación fue precedida, sobre el mediodía, por la declinación por parte de Lorduy de su candidatura, sin embargo, lo que sucedió en el interior de la colectividad, según voces desde adentro, fue la decisión de Vargas Lleras de retomar las riendas y el liderazgo de su partido, que había quedado en entredicho desde el pasado viernes, cuando el senador Luis Eduardo Díazgranados desobedeció la directriz de no votar en Plan Nacional de Desarrollo (PND) del Gobierno Nacional.
“Se quería demostrar que se puede derrotar la corrupción, la mermelada, la deslealtad y el transfuguismo”, comentó un miembro de ese partido, ante la clara división que existía entre los sectores de Vargas Lleras y los de los Char, cuyas caras más visibles son Fuad y Alejandro, actual alcalde la capital del Atlántico.
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Lo que vendrá en lo que resta de la tarde será la decisión que deberá tomar Cambio Radical respecto de las objeciones presidenciales a la ley estatutaria de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP). Se prevé que, con lo ocurrido con la candidatura a la presidencia de la Cámara, las mayorías apoyen la intención de no apoyar los reparos del presidente Duque.
Eso, en el papel, pondría en serios aprietos al Gobierno Nacional, que, además de no contar con las mayorías en el Congreso para tramitar con éxito las objeciones, perdería los apoyos del partido de Vargas Lleras, que se contabilizaban, por lo menos, en ocho en Senador, es decir, la mitad de la bancada.