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En una inusual declaración conjunta entre los partidos Liberal, de La U y Cambio Radical –que se fortalecen como un bloque partidista en independencia al Ejecutivo, con todo y que La U está declarado como partido de Gobierno– las colectividades instan a fortalecer la moción de censura en el Congreso, dan su espaldarazo a las marchas pacíficas y, de paso, piden al presidente Iván Duque abrir el diálogo y no “atrincherarse en un círculo cerrado de voces radicales”.
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Si bien no hacen referencia explícita al episodio, en su misiva los partidos alegan que “la ley está mal hecha y permite la renuncia de ministros para evitar la censura política”, en relación con la dimisión del exministro de Defensa, Guillermo Botero, previo a la votación de la moción de censura de este miércoles. “Se está generando el absurdo de la destitución de un ministro que ya dimitió”, alegan, precisando que buscarán que dicha “incoherencia” sea resuelta a través de una reforma que presentarán hoy.
“Un cambio de ministro no es suficiente, no implica un cambio en sus políticas. La censura política ya ha ocurrido, el ministro ha caído por sus múltiples errores. El Congreso ha sentado posición. Ha demostrado unas claras mayorías en favor de la vida, pero también en favor de la legitimidad de nuestras Fuerzas Militares con la exigencia del cumplimiento de las normas de nuestra Constitución y del Derecho Internacional Humanitario (DIH)”, sostienen.
En esa línea, reivindican que el Congreso ha recuperado su autonomía y es garante del equilibrio de poderes, por lo que desde la independencia observarán, “con distancia y prudencia” los cambios que decida hacer Duque, particularmente en su política de seguridad, de cara a “recuperar para las Fuerzas Militares la confianza y la legitimidad necesarias para que sigan cumpliendo con toda seguridad jurídica su heroico deber. Esa es la primera tarea del nuevo ministro de la Defensa”.
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Para los liberales, Cambio Radical y La U, dicha política de seguridad –que contará con el respaldo de todos los colombianos– debe orientarse a “acciones de fuerza” contra los delincuentes, empezando por aquellos que decidieron mantenerse al margen de la ley y que “son los verdaderos responsables de la tragedia del reclutamiento de menores”. Eso sí, lo anterior en el marco del respeto a la Constitución y al DIH.
Reclaman, además, cambios en materia del agro, desarrollo rural integral, equidad para combatir el desempleo, y “la histórica e injusta brecha social que sigue mostrando a Colombia como uno de los más inequitativos de América Latina”. En síntesis, agregan, “una agenda de país y de futuro”.
Por otro lado, frente a la ola de crímenes de diferentes grupos poblaciones, las tres colectividades aseguran que la seguridad nacional “no puede ser un argumento de persecución, ni un instrumento de violencia ilegal e ilegítima”. Por ello, insisten en que debe estar al servicio de la vida, honra y bienes de todos los colombianos.
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“No hay seguridad sin paz y no hay paz completa sin seguridad legítima. La paz es un derecho síntesis. Es el deseo en el corazón de todos los colombianos. También es el anhelo en el corazón de las familias de los soldados y policías que se juegan la vida todos los días en defensa de la patria”, señalan.
Los partidos concluyen su misiva elevando un llamado al presidente para que escuche las voces de la gran mayoría de colombianos y se abra el diálogo con movimientos sociales y nuevas expresiones de la ciudadanía. Por todo esto, instan a que la protesta del 21 de noviembre cuente con todo el respeto y se descalifique cualquier hecho violento.
“(Presidente) no se atrinchere en un círculo cerrado de voces radicales, que cayendo en la tentación de la arrogancia, suelen decirle a los gobernantes que todo va bien”, precisan, insistiendo en que la libertad de prensa y el derecho de los partidos “deben ser respetados sin descalificaciones y sin estigmatizaciones”. Concluyen asegurando que el bloque de partidos “se mantendrá ejerciendo su derecho y cumpliendo con el deber de ejercer el control político”.