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El 27 de octubre de 2019, William García Tirado era para muchos en Cartagena el ganador de las elecciones a la Alcaldía y se daba por contado que cuando culminara la jornada de votación sería el nuevo mandatario de la ciudad. Las diferentes encuestas de intención de voto que se habían hecho así lo anunciaban y, a juzgar por los resultados de los comicios anteriores, parecía no haber forma de que alguien lejano a la clase política tradicional en La Heroica llegara al Palacio de la Aduana.
De hecho, si no era García Tirado, las apuestas iban por Yolanda Wong Baldiris, quien fue la secretaria del Interior de Antonio Quinto Guerra, ganador de las elecciones atípicas de 2018, pero quien fue removido del cargo luego de que el Consejo de Estado declarada nula su elección al confirmar que sobre él había una inhabilidad por haber firmado contratos con el Estado en los tiempos que prohíbe la ley cuando se busca ser electo popularmente.
Sin embargo, lo que mostraba la Registraduría a los pocos minutos de que se cerraran las mesas el día de las elecciones regionales fue una sorpresa. Sobre García Tirado estaba la votación de William Dau Chamat, un abogado cartagenero de 67 años, de ascendencia libanesa, que dedicó una parte importante de su vida a la veeduría ciudadana y que centró su campaña en un agresivo discurso anticorrupción. Eran 10.919 votos, según la autoridad electoral, los que separaban a García Tirado de su objetivo de ser el alcalde.
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Fue un palazo. García Tirado, el más fiel representante de las casas políticas cartageneras aferradas al poder durante décadas —que contaba dentro de sus apoyos con personajes como William Montes y Miguel Ángel Rangel, involucrados en casos de parapolítica—, perdía frente a prácticamente "un aparecido" que, incluso, había permanecido en el último tiempo en Estados Unidos, hacia donde partió en 2004 tras supuestamente recibir amenazas por sus denuncias de corrupción.
No contento con el resultado, García Tirado le apostó a ganar en las jornadas de escrutinios e instauró denuncias por presunto fraude electoral ante la Fiscalía General de la Nación, pero su intento no tuvo frutos en ese momento. El 22 de noviembre de 2019, el delegado del registrador Nacional en Bolívar, Heriberto Pérez Triana, señaló que el alcalde de Cartagena era William Dau Chamat, una conclusión a la que se llegó después de que la comisión escrutadora departamental resolviera al menos 20 reclamaciones.
“Lo que hizo la comisión escrutadora fue resolver las apelaciones luego de analizar los distintos problemas jurídicos y se resolvió confirmar lo decidido por las comisiones anteriores, confirmar la elección de William Dau”, señaló en su momento Pérez Triana, lo que le dejaba a García Tirado la opción de aceptar una curul en el Concejo de Cartagena.
El 1° de enero pasado, como todos los alcaldes y gobernadores electos en el país, Dau Chamat se posesionó como primer mandatario de la capital de Bolívar y empezó a nombrar personas en su equipo de gobierno, muchas escogidas después de recibir hojas de vida que llegaron a su correo a través de una convocatoria pública que hizo en sus redes sociales.
Pasados casi tres meses de las elecciones, García Tirado sigue pataleando para quedarse con el poder y ha insistido en que hubo irregularidades y supuestas alteraciones a los formularios E-14, en los que se registran los votos depositados en las urnas. Como parte de esa pelea que aún sigue dando, el Juez Cuarto Municipal, en Cartagena, ordenó que se hiciera una inspección electoral y se solicitó a la Registraduría la entrega de los documentos para iniciar dicho proceso.
De acuerdo con Pérez Triana, en declaraciones registradas por diario El Universal, la Registraduría puso a disposición “los documentos electorales que se diligenciaron en el pasado proceso de elecciones. Adicionalmente han dispuesto que se puedan mostrar los formularios E-14, E-11, registro de votantes, y todos aquellos documentos que el juez considera necesarios para esta inspección”. La diligencia judicial se inició el pasado 20 de enero en una bodega de la ciudad en donde reposa la información electoral de 21 puestos de votación en los que se concentraron 897 mesas en los comicios de octubre y, según cálculos informales, es posible que el proceso de inspección demore unas dos semanas.
En toda la pelea jurídica que encabezan los apoderados de García Tirado, llama la atención que no tenga presencia la contraparte. Fuentes de la Alcaldía de Cartagena le aseguraron a El Espectador que el alcalde William Dau Chamat, quien ha desestimado las denuncias por fraude de García Tirado, no ha podido, hasta el momento, presentar alguna defensa.
Otra reciente decisión judicial tuvo lugar este miércoles, cuando el Juez Segundo de Familia de Oralidad de Cartagena declaró como improcedente una tutela que García Tirado había radicado argumentando que había irregularidades en la elección. En la tutela, los abogados de García Tirado pedían también reconteo de votos y su base legal era la presunta violación del derecho fundamental a elegir y ser elegido.