¿Qué tan complicado es que los candidatos presidenciales hagan alianzas?
Los resultados del Congreso y de las consultas presidenciales de la derecha y la izquierda reafirmaron la fortaleza de Iván Duque y Gustavo Petro, pero también les dieron un nuevo impulso a Germán Vargas Lleras, Humberto de la Calle y Sergio Fajardo.
-Redacción Política
Todos se sienten fortalecidos. Y aunque es cierto que la elección presidencial se maneja a partir de unas dinámicas totalmente diferentes a la elección de Congreso de la República, y las motivaciones de los ciudadanos para acudir a las urnas son otras, también lo es que en la reciente historia de Colombia ningún presidente ha sido elegido sin el apoyo de los aparatos políticos de los partidos, es decir, de lo que se conoce como la maquinaria. Por eso, de la manera como quedaron repartidas las fuerzas en el Legislativo 2018-2022 se puede inferir el impulso con que parten los cinco candidatos que en la actualidad aparecen como los más opcionados a pelearse la primera magistratura del Estado.
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Todo mundo dice que las alianzas son absolutamente necesarias si se quiere pasar a segunda vuelta. Solo que, como quedó el Congreso, esos cinco candidatos, cada uno con su razón, se sienten sólidos, lo que hace complicado que alguien quiera claudicar en su aspiración a favor de otro. ¿Cómo son las cuentas? Iván Duque y el Centro Democrático parten sobre la base de 51 curules (19 en Senado y 32 en la Cámara de Representantes), obtenidas gracias a los cerca de 4,9 millones de votos sumados en ambas corporaciones. En la consulta frente a Marta Lucía Ramírez y Alejandro Ordóñez, Duque ganó con algo más de 4 millones de apoyos.
Es claro que no se puede simplemente sumar y decir que todos esos votos son seguros para el candidato uribista. Por ejemplo, llama la atención que la votación al Senado (2,5 millones) no se refleja en el respaldo en la consulta, lo que hace pensar que de otros partidos se marcaron tarjetas, así como de ciudadanos que ven en el factor Venezuela y aun en el de las Farc una motivación para expresar ese apoyo por Duque. Y también es una realidad que Álvaro Uribe, su mentor, no alcanzó el millón de votos, que era lo que muchos vaticinaban. Sin embargo, no se puede negar que el uribismo parte con un plante de, mínimo, entre 3,5 y 4 millones de votos.
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De entrada, en su discurso de victoria en la consulta, Duque reveló su intención de recorrer el país para buscar la unidad en un propósito común. “Nuestra propuesta es para todos los colombianos, sin exclusiones”, dijo, con pulla de por medio al advertir que no se puede permitir que al país “lleguen las tentaciones del autoritarismo populista que arruinó a Venezuela” y recalcar que no hay que dividir a la gente entre amigos y enemigos de la paz. No hizo un llamado específico a nadie, pero al buen entendedor le debe haber quedado claro que sus palabras tienen una dirección: la bancada conservadora, de 36 curules y 3,7 millones de votos en total (Senado y Cámara), donde Marta Lucía Ramírez, su fórmula vicepresidencial, tiene adeptos.
Gustavo Petro se hizo medir en la consulta frente a Carlos Caicedo y también salió fortalecido: 2,8 millones de votos para él y 3,3 millones entre los dos. Además, su Lista de la Decencia, de la que se había dicho que ni siquiera alcanzaría el umbral, logró cuatro curules en el Senado y dos en la Cámara (785 mil votos). Bien se puede decir entonces que el exalcalde de Bogotá arranca la carrera presidencial con mínimo 3 millones de apoyos. Caicedo, al anunciar su apoyo, fue directo: “Para poder ganar, Petro tendrá que contar con todos: con Humberto de la Calle y Clara López, con Sergio Fajardo y Claudia López. Tendrá que contar con el Polo, el ASI, la UP y nuestro aporte. Sin soberbias, sin autoritarismos, sin polarización, tendremos la posibilidad de ganar”, señaló.
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Hablando de De la Calle, no cabe duda de que los resultados de los comicios legislativos le dan un nuevo aire cuando muchos lo creían sin posibilidades. Son 49 escaños en el Capitolio (14 en Senado y 35 en la Cámara), con 4,3 millones de votos para su partido, el Liberal. “La carrera por la Presidencia apenas comienza”, expresó, dejando claro que por ahora no piensa en coaliciones: “Tenemos un camino recorrido, estamos seguros de lo que vamos a lograr. He sido y seguiré siendo coherente y por eso no estamos pensando en alianzas, habrá que esperar lo que pase en los comicios de mayo y ahí sabremos lo que es mejor para Colombia”.
El otro de la baraja que sale con nuevos bríos tras la elección del Congreso es Germán Vargas Lleras. Cuando las encuestas mostraban un panorama oscuro para su aspiración, Cambio Radical, el partido del cual es jefe natural, se convirtió en la segunda fuerza en el Senado, detrás del uribismo, con 16 curules, y la tercera en la Cámara, con 30. La suma de votos en ambas corporaciones da 4,2 millones. Y en este caso sí que se puede decir que esos apoyos son para el exvicepresidente. “Se equivocan las encuestas al decir que Vargas Lleras se estaba desinflando. Trabajamos región por región y se vio el crecimiento, lo que demuestra que es un partido donde la gente está comprometida con él”, enfatizó Jorge Enrique Vélez, director de Cambio Radical.
En cuanto a Sergio Fajardo, candidato de la Coalición Colombia, las 10 curules de la Alianza Verde y cinco del Polo en el Senado (1,3 millones de votos), más las 11 de los dos en la Cámara (1,3 millones de votos), implican igualmente un nuevo vigor para el exgobernador de Antioquia, al que muchos veían estancado. Con un plus adicional: la reaparición de Antanas Mockus con la segunda votación después de Uribe: más de 500 mil apoyos. “Fuimos un fenómeno político, no daban un peso por nosotros”, expresó Fajardo. Y aunque aceptó que hay quienes le han sugerido una alianza con Humberto de la Calle y que esta semana se sentarán a analizar el panorama electoral, dio a entender que, definitivamente, irán solos a la primera vuelta.
Este lunes, en una entrevista para Noticias Caracol, Mockus, arrodillado, les pidió a Fajardo y De la Calle que se unan, que si es así él le meterá el hombro para que esa alianza se amplíe y triunfe. Pero la percepción muestra que cada uno de estos cinco candidatos se siente fuerte y por ahora no está pensando en dar su brazo a torcer. Sobre la mesa están en juego también las decisiones que adopten los partidos Conservador y de la U (14 sillas en Senado y 25 en Cámara, sumando en total 3,6 millones de votos) sobre a quién van a apoyar, pues no cuentan con candidato propio. Y todavía pueden darse sorpresas en las fórmulas vicepresidenciales, que Petro no ha definido y que otros pueden cambiar hasta este viernes, o por el lado de los otros tres aspirantes en el juego electoral, que podrían declinar para adherir a alguien: Juan Carlos Pinzón, Piedad Córdoba y Viviane Morales. Sí, las alianzas son necesarias para pensar en la segunda vuelta, pero concretarlas, por lo pronto, se ve complicado.
Todos se sienten fortalecidos. Y aunque es cierto que la elección presidencial se maneja a partir de unas dinámicas totalmente diferentes a la elección de Congreso de la República, y las motivaciones de los ciudadanos para acudir a las urnas son otras, también lo es que en la reciente historia de Colombia ningún presidente ha sido elegido sin el apoyo de los aparatos políticos de los partidos, es decir, de lo que se conoce como la maquinaria. Por eso, de la manera como quedaron repartidas las fuerzas en el Legislativo 2018-2022 se puede inferir el impulso con que parten los cinco candidatos que en la actualidad aparecen como los más opcionados a pelearse la primera magistratura del Estado.
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Todo mundo dice que las alianzas son absolutamente necesarias si se quiere pasar a segunda vuelta. Solo que, como quedó el Congreso, esos cinco candidatos, cada uno con su razón, se sienten sólidos, lo que hace complicado que alguien quiera claudicar en su aspiración a favor de otro. ¿Cómo son las cuentas? Iván Duque y el Centro Democrático parten sobre la base de 51 curules (19 en Senado y 32 en la Cámara de Representantes), obtenidas gracias a los cerca de 4,9 millones de votos sumados en ambas corporaciones. En la consulta frente a Marta Lucía Ramírez y Alejandro Ordóñez, Duque ganó con algo más de 4 millones de apoyos.
Es claro que no se puede simplemente sumar y decir que todos esos votos son seguros para el candidato uribista. Por ejemplo, llama la atención que la votación al Senado (2,5 millones) no se refleja en el respaldo en la consulta, lo que hace pensar que de otros partidos se marcaron tarjetas, así como de ciudadanos que ven en el factor Venezuela y aun en el de las Farc una motivación para expresar ese apoyo por Duque. Y también es una realidad que Álvaro Uribe, su mentor, no alcanzó el millón de votos, que era lo que muchos vaticinaban. Sin embargo, no se puede negar que el uribismo parte con un plante de, mínimo, entre 3,5 y 4 millones de votos.
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De entrada, en su discurso de victoria en la consulta, Duque reveló su intención de recorrer el país para buscar la unidad en un propósito común. “Nuestra propuesta es para todos los colombianos, sin exclusiones”, dijo, con pulla de por medio al advertir que no se puede permitir que al país “lleguen las tentaciones del autoritarismo populista que arruinó a Venezuela” y recalcar que no hay que dividir a la gente entre amigos y enemigos de la paz. No hizo un llamado específico a nadie, pero al buen entendedor le debe haber quedado claro que sus palabras tienen una dirección: la bancada conservadora, de 36 curules y 3,7 millones de votos en total (Senado y Cámara), donde Marta Lucía Ramírez, su fórmula vicepresidencial, tiene adeptos.
Gustavo Petro se hizo medir en la consulta frente a Carlos Caicedo y también salió fortalecido: 2,8 millones de votos para él y 3,3 millones entre los dos. Además, su Lista de la Decencia, de la que se había dicho que ni siquiera alcanzaría el umbral, logró cuatro curules en el Senado y dos en la Cámara (785 mil votos). Bien se puede decir entonces que el exalcalde de Bogotá arranca la carrera presidencial con mínimo 3 millones de apoyos. Caicedo, al anunciar su apoyo, fue directo: “Para poder ganar, Petro tendrá que contar con todos: con Humberto de la Calle y Clara López, con Sergio Fajardo y Claudia López. Tendrá que contar con el Polo, el ASI, la UP y nuestro aporte. Sin soberbias, sin autoritarismos, sin polarización, tendremos la posibilidad de ganar”, señaló.
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Hablando de De la Calle, no cabe duda de que los resultados de los comicios legislativos le dan un nuevo aire cuando muchos lo creían sin posibilidades. Son 49 escaños en el Capitolio (14 en Senado y 35 en la Cámara), con 4,3 millones de votos para su partido, el Liberal. “La carrera por la Presidencia apenas comienza”, expresó, dejando claro que por ahora no piensa en coaliciones: “Tenemos un camino recorrido, estamos seguros de lo que vamos a lograr. He sido y seguiré siendo coherente y por eso no estamos pensando en alianzas, habrá que esperar lo que pase en los comicios de mayo y ahí sabremos lo que es mejor para Colombia”.
El otro de la baraja que sale con nuevos bríos tras la elección del Congreso es Germán Vargas Lleras. Cuando las encuestas mostraban un panorama oscuro para su aspiración, Cambio Radical, el partido del cual es jefe natural, se convirtió en la segunda fuerza en el Senado, detrás del uribismo, con 16 curules, y la tercera en la Cámara, con 30. La suma de votos en ambas corporaciones da 4,2 millones. Y en este caso sí que se puede decir que esos apoyos son para el exvicepresidente. “Se equivocan las encuestas al decir que Vargas Lleras se estaba desinflando. Trabajamos región por región y se vio el crecimiento, lo que demuestra que es un partido donde la gente está comprometida con él”, enfatizó Jorge Enrique Vélez, director de Cambio Radical.
En cuanto a Sergio Fajardo, candidato de la Coalición Colombia, las 10 curules de la Alianza Verde y cinco del Polo en el Senado (1,3 millones de votos), más las 11 de los dos en la Cámara (1,3 millones de votos), implican igualmente un nuevo vigor para el exgobernador de Antioquia, al que muchos veían estancado. Con un plus adicional: la reaparición de Antanas Mockus con la segunda votación después de Uribe: más de 500 mil apoyos. “Fuimos un fenómeno político, no daban un peso por nosotros”, expresó Fajardo. Y aunque aceptó que hay quienes le han sugerido una alianza con Humberto de la Calle y que esta semana se sentarán a analizar el panorama electoral, dio a entender que, definitivamente, irán solos a la primera vuelta.
Este lunes, en una entrevista para Noticias Caracol, Mockus, arrodillado, les pidió a Fajardo y De la Calle que se unan, que si es así él le meterá el hombro para que esa alianza se amplíe y triunfe. Pero la percepción muestra que cada uno de estos cinco candidatos se siente fuerte y por ahora no está pensando en dar su brazo a torcer. Sobre la mesa están en juego también las decisiones que adopten los partidos Conservador y de la U (14 sillas en Senado y 25 en Cámara, sumando en total 3,6 millones de votos) sobre a quién van a apoyar, pues no cuentan con candidato propio. Y todavía pueden darse sorpresas en las fórmulas vicepresidenciales, que Petro no ha definido y que otros pueden cambiar hasta este viernes, o por el lado de los otros tres aspirantes en el juego electoral, que podrían declinar para adherir a alguien: Juan Carlos Pinzón, Piedad Córdoba y Viviane Morales. Sí, las alianzas son necesarias para pensar en la segunda vuelta, pero concretarlas, por lo pronto, se ve complicado.