“En 2022, vamos a reducir el 20 % de la mortalidad infantil por desnutrición”: directora ICBF
Juliana Pungiluppi presenta los objetivos y las características principales de “Ni 1+”, la nueva estrategia para combatir la desnutrición infantil.
Juan Miguel Hernández / @JuanMiguel94
La directora general del ICBF, Juliana Pungiluppi, presentó la semana pasada en La Guajira el nuevo plan de trabajo contra la desnutrición infantil “Ni 1+”. El objetivo de esta estrategia, que tendrá como principales aliados al Ministerio de Salud, al Ministerio de Vivienda y a Unicef, será fortalecer la articulación institucional en materia de seguridad alimentaria para que disminuyan las muertes de niños menores de cinco años relacionadas con la desnutrición. Se espera que este plan ayude a cumplir con las metas propuestas en el Plan Nacional de Desarrollo y con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU. (Lea: En una semana, ocho niños murieron en el país por causas asociadas a desnutrición)
¿Cuáles son las líneas generales de este nuevo plan contra la desnutrición?
El plan apunta, principalmente, a mejorar la identificación de niños en riesgo de o en desnutrición aguda y severa mediante acciones de búsqueda entre diferente entidades del Estado: equipos extramurales del sector salud, Unidades Móviles del ICBF, cogestores de la Red Unidos de Prosperidad Social y las brigadas contra la deserción del sector educativo. Otro de los elementos principales es la puesta en marcha de un sistema de información único que permita dar seguimiento a los casos desde que los niños son identificados hasta que se recuperan. Se ahondará, además, en la identificación de los determinantes externos de la mortalidad infantil, como factores epidemiológicos y climáticos.
¿Cuáles son las características o los elementos más novedosos de “Ni 1+”?
Se pueden destacar tres. La primera: articulación y trabajo interinstitucional, que si bien suena obvio, no existía. Habrá seguimiento y reportes semanales por parte de todas las entidades involucradas, sobre todo de aquellas que tienen responsabilidades en la búsqueda activa de niños en riesgo. Se expedirán reportes mensuales al presidente de la república. La segunda: búsqueda activa mediante diferentes mecanismos, asegurando cobertura en todo el territorio. La tercera: financiamiento directo de la fórmula intrahospitalaria y dotación de equipos antropométricos en centros de salud, de la mano de capacitación cualificada.
¿Cuál es el panorama de la desnutrición en el país y cómo se quiere reducir? En concreto, ¿cuáles son las expectativas que tienen con este nuevo programa?
El plan apunta a acercar al país hacia el cumplimiento del segundo objetivo de desarrollo sostenible: “Hambre cero”. A diciembre de 2019 se habrá reducido la mortalidad infantil por desnutrición en un 5 % y al 2022 en un 20 %. Se toma como línea de base 8,2 muertes por cada 100.000 menores de cinco años, que es la cifra oficial de 2016. El plan se focalizará en los siete departamentos más afectados: La Guajira (63,2 p/100.000), Vichada (146,9), Guainía (171), Cesar (37) y Chocó (44,25). Se priorizó también Norte de Santander, debido al incremento de casos por el factor migratorio, y Risaralda, para dar respuesta a las sentencias de la Corte Constitucional al respecto.
¿Qué acciones se harán en esos departamentos?
En estos departamentos el ICBF abrirá un total de cuatro nuevos Centros de Recuperación Nutricional (CRN), donde se estabilizan los niños que han sido atendidos en los centros de salud. Los niños recuperados en estos CRN tendrán acceso preferencial a los programas de primera infancia del ICBF y al programa “1.000 Días para Cambiar el Mundo”, que identifica y atiende a niños menores de cinco años con riesgo de desnutrición aguda y mujeres gestantes con bajo peso. La primera dama de la nación, María Juliana Ruiz, acompañará a la Comisión Intersectorial de Seguridad Alimentaria (CISAN), instancia en la que se dará seguimiento al cumplimiento de metas e indicadores del plan. Este incluye que esta instancia sesione en los departamentos priorizados. La próxima reunión será en el departamento del Chocó a finales de mayo. ¿Cuánto dinero se va a invertir en el nuevo plan?
La principal apuesta es a construir sobre capacidades instaladas. Las Unidades Móviles del ICBF durante 2019 costarán $1.450 millones. Operar y establecer los Centros de Recuperación Nutricional cuesta al año $1.500 millones. Los equipos antropométricos para los territorios priorizados cuestan alrededor de $140 millones. El plan, más que una apuesta de recursos, es una apuesta de afinar procesos existentes, de articulación y coordinación, de capacitación, que en muchos casos es más difícil pero más impactante. (Puede leer: En el 2018 podrían morir 280.000 niños en Venezuela por desnutrición)
¿Cómo afecta la desnutrición la capacidad de aprendizaje de los niños?
Un niño que no recibe los aportes requeridos de macronutrientes (proteínas, carbohidratos y grasas) y de micronutrientes (vitaminas y minerales) no cuenta con las bases para tener un adecuado desarrollo neuronal y potenciar las funciones ejecutivas que definen la capacidad de planear, conectar y realizar las acciones que se propone. Los controles prenatales durante el embarazo son fundamentales. Muchas de las madres venezolanas que llegan a Colombia a tener sus hijos no han tenido controles.
El tipo de parto, es decir, el aumento en el número de cesáreas en el país, también tiene un impacto en la salud nutricional.
La directora general del ICBF, Juliana Pungiluppi, presentó la semana pasada en La Guajira el nuevo plan de trabajo contra la desnutrición infantil “Ni 1+”. El objetivo de esta estrategia, que tendrá como principales aliados al Ministerio de Salud, al Ministerio de Vivienda y a Unicef, será fortalecer la articulación institucional en materia de seguridad alimentaria para que disminuyan las muertes de niños menores de cinco años relacionadas con la desnutrición. Se espera que este plan ayude a cumplir con las metas propuestas en el Plan Nacional de Desarrollo y con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU. (Lea: En una semana, ocho niños murieron en el país por causas asociadas a desnutrición)
¿Cuáles son las líneas generales de este nuevo plan contra la desnutrición?
El plan apunta, principalmente, a mejorar la identificación de niños en riesgo de o en desnutrición aguda y severa mediante acciones de búsqueda entre diferente entidades del Estado: equipos extramurales del sector salud, Unidades Móviles del ICBF, cogestores de la Red Unidos de Prosperidad Social y las brigadas contra la deserción del sector educativo. Otro de los elementos principales es la puesta en marcha de un sistema de información único que permita dar seguimiento a los casos desde que los niños son identificados hasta que se recuperan. Se ahondará, además, en la identificación de los determinantes externos de la mortalidad infantil, como factores epidemiológicos y climáticos.
¿Cuáles son las características o los elementos más novedosos de “Ni 1+”?
Se pueden destacar tres. La primera: articulación y trabajo interinstitucional, que si bien suena obvio, no existía. Habrá seguimiento y reportes semanales por parte de todas las entidades involucradas, sobre todo de aquellas que tienen responsabilidades en la búsqueda activa de niños en riesgo. Se expedirán reportes mensuales al presidente de la república. La segunda: búsqueda activa mediante diferentes mecanismos, asegurando cobertura en todo el territorio. La tercera: financiamiento directo de la fórmula intrahospitalaria y dotación de equipos antropométricos en centros de salud, de la mano de capacitación cualificada.
¿Cuál es el panorama de la desnutrición en el país y cómo se quiere reducir? En concreto, ¿cuáles son las expectativas que tienen con este nuevo programa?
El plan apunta a acercar al país hacia el cumplimiento del segundo objetivo de desarrollo sostenible: “Hambre cero”. A diciembre de 2019 se habrá reducido la mortalidad infantil por desnutrición en un 5 % y al 2022 en un 20 %. Se toma como línea de base 8,2 muertes por cada 100.000 menores de cinco años, que es la cifra oficial de 2016. El plan se focalizará en los siete departamentos más afectados: La Guajira (63,2 p/100.000), Vichada (146,9), Guainía (171), Cesar (37) y Chocó (44,25). Se priorizó también Norte de Santander, debido al incremento de casos por el factor migratorio, y Risaralda, para dar respuesta a las sentencias de la Corte Constitucional al respecto.
¿Qué acciones se harán en esos departamentos?
En estos departamentos el ICBF abrirá un total de cuatro nuevos Centros de Recuperación Nutricional (CRN), donde se estabilizan los niños que han sido atendidos en los centros de salud. Los niños recuperados en estos CRN tendrán acceso preferencial a los programas de primera infancia del ICBF y al programa “1.000 Días para Cambiar el Mundo”, que identifica y atiende a niños menores de cinco años con riesgo de desnutrición aguda y mujeres gestantes con bajo peso. La primera dama de la nación, María Juliana Ruiz, acompañará a la Comisión Intersectorial de Seguridad Alimentaria (CISAN), instancia en la que se dará seguimiento al cumplimiento de metas e indicadores del plan. Este incluye que esta instancia sesione en los departamentos priorizados. La próxima reunión será en el departamento del Chocó a finales de mayo. ¿Cuánto dinero se va a invertir en el nuevo plan?
La principal apuesta es a construir sobre capacidades instaladas. Las Unidades Móviles del ICBF durante 2019 costarán $1.450 millones. Operar y establecer los Centros de Recuperación Nutricional cuesta al año $1.500 millones. Los equipos antropométricos para los territorios priorizados cuestan alrededor de $140 millones. El plan, más que una apuesta de recursos, es una apuesta de afinar procesos existentes, de articulación y coordinación, de capacitación, que en muchos casos es más difícil pero más impactante. (Puede leer: En el 2018 podrían morir 280.000 niños en Venezuela por desnutrición)
¿Cómo afecta la desnutrición la capacidad de aprendizaje de los niños?
Un niño que no recibe los aportes requeridos de macronutrientes (proteínas, carbohidratos y grasas) y de micronutrientes (vitaminas y minerales) no cuenta con las bases para tener un adecuado desarrollo neuronal y potenciar las funciones ejecutivas que definen la capacidad de planear, conectar y realizar las acciones que se propone. Los controles prenatales durante el embarazo son fundamentales. Muchas de las madres venezolanas que llegan a Colombia a tener sus hijos no han tenido controles.
El tipo de parto, es decir, el aumento en el número de cesáreas en el país, también tiene un impacto en la salud nutricional.