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La aplicación Figure 1, desde su lanzamiento en 2013 en inglés, cuenta, según un comunicado de la compañía, con una comunidad de más de un millón de profesionales y con una red de verificación en cerca de 100 países.
Su funcionamiento es similar al de cualquier red social -sin imágenes de platos de comida, playas o gatos-, pero con reglas para mantener la privacidad del enfermo.
Al descargar la aplicación gratuita, los usuarios pueden tomar fotografías con su celular, utilizar las herramientas disponibles para ocultar la información de identificación del paciente -no subir caras o tatuajes-, y usar un formulario de consentimiento con firma digital, adaptado a la legislación de cada país.
La principal ventaja de esta red está en el intercambio rápido de información entre médicos que puede ayudar a realizar diagnósticos y tratamientos de manera eficiente.
De igual forma, los estudiantes del sector de la Salud (el 65 % de los alumnos de medicina de EE.UU. usan Figure 1, según la compañía) pueden acceder a fotos médicas, radiografías, gráficas o resonancias magnéticas para discutir en tiempo real cuadros clínicos.
El concepto de Figure 1 fue desarrollado por el médico canadiense Joshua Landy que, según su hoja de lanzamiento, considera muy importante el desarrollo de la aplicación en español y portugués.
"Los profesionales de la Salud de Latinoamérica ofrecen un aporte inestimable a Figure 1", señala Landy, quien valora el trabajo y las condiciones de los médicos en América Latina para solucionar problemas sanitarios.
El servicio, que surgió al ver que los médicos compartían fotos de pacientes o pruebas médicas entre sus colegas para explicar su trabajo o pedir consejo, incluye mensajes privados como novedad de la aplicación en lengua española.
Figure 1 se suma al conjunto de redes sociales "verticales" como Sermo o Neomed, que utiliza la comunidad digital para avanzar en la ciencia médica.
En Colombia los médicos José Villamizar, Sandra Milena Moreno y Freddy Moreno, de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Javeriana de Cali, llevaron a cabo una investigación para determinar si los estudiantes de medicina eran consientes de los riesgos éticos de publicar información sobre sus pacientes en redes sociales.
De los 292 alumnos que respondieron la encuesta, el 17 % admitió haber publicado por lo menos en una ocasión alguna fotografía mientras atendía a un paciente. Y 285 estudiantes dijeron haber publicado información que podía ser poco profesional y que podía ser interpretada de forma errónea al ser sacada de su contexto original.