Cómo los videojuegos han encontrado la cura a la nostalgia
Desde hace años, grandes plataformas como Sony, Microsoft y Nintendo han lanzado reediciones y remakes de videojuegos viejos. Algunos consideran que la jugada no es más que pereza de la industria. Pero la estrategia está dando resultados y hay una muy buena razón para ello.
Juliana Vargas / @Jvargasleal
Hace unos días, las oficinas de IGN recibieron un misterioso huevo morado con un críptico mensaje: “Algo está apunto de eclosionar”. Tiempo después, la cuenta @SpyrotheDragon publicó un tweet en la cuenta oficial de Crash Bandicoot. Decía “Buenos tiempos” y estaba acompañado de una imagen del famoso zorro con una luz morada. Finalmente, se anunció que la trilogía original de “Spyro the Dragon”, la cual fue lanzada para Play Station en 1998, sería remasterizada y relanzada el 21 de septiembre.
“Spyro the Dragon” sigue el ejemplo de una explosión de reediciones, remasterizaciones y remakes que han inundado la industria de los videojuegos desde hace unos años. Resident Evil Zero, Metal Gear Solid: Peace Walker, Shadow of the Colossus, Final Fantasy X, Crash Bandicoot, Donkey Kong, Pokemon… etc, etc, etc, han intentado despertar nuestro pasado.
Un sector tilda esto de pereza: en lugar de pensar en nuevas tramas para desarrollar dentro de un videojuego, las empresas se limitan a acudir a una historia ya hecha hace cinco, 10 o 20 años y empaparla de gráficos vigentes. Otro sector considera que es una movida revitalizadora que atrae un público que en su momento no pudo jugar estos videojuegos.
Ni lo uno ni lo otro, la razón de esta explosión es una enfermedad. Una enfermedad que parece que padecemos todos los seres humanos en algún punto de nuestra existencia. Es una enfermedad que nos causa un dolor fantasma que no podemos ubicar, pero sabemos su causa: no poder encontrar el camino de regreso. Este camino generalmente conduce a un tiempo y lugar idealizados, en donde todo era mejor y estábamos en plenitud. Es una enfermedad casi que inevitable, pues el hombre tiende a romantizar las memorias, todo pasado fue mejor. Hablo de algo sencillo, hablo de la nostalgia.
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Ahora, para que exista nostalgia se requiere de algún accidente que imponga un quiebre entre el estado idealizado anterior y el estado posterior de añoranza. A primera vista, parece que en este caso no existe tal cosa. Sencillamente, los videojuegos vienen y van, las consolas evolucionan, un juego queda obsoleto y otro viene y lo reemplaza. Sin embargo, al enfocar el lente del lado del jugador encontramos un evento trágico común a todos nosotros: el momento en que murió nuestro niño interior.
Si el videojuego es creatividad, entretenimiento y risas; si el niño es creatividad, entretenimiento y risas, lo que están haciendo las empresas de videojuegos es curar nuestra nostalgia con estas reediciones y remasterizaciones. Con un Crash Bandicoot de nuevo en nuestras manos, una mujer de 30 años vuelve a tener 10. Puede que sea una ilusión, pero mediante este método se retrocede el tiempo de una u otra forma, por fin se encuentra el camino de regreso.
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Por estas razones es que han tenido tanto éxito los “juegos reciclados”, como algunos los llaman. Con esta estrategia, se está llegando a un público más amplio, unos por emoción de encontrar algo que no pudieron vivir en su momento y otros por nostalgia. Y para aquellos que crean que no sería lo mismo jugar un Crash Bandicoot a los 10 años o a los 30, Tifa, personaje de Final Fantasy VII, uno de los “remakes” más esperados del 2018, tiene algo que decir: “Un recuerdo es algo que se puede rememorar conscientemente, ¿cierto? Por eso es que en ocasiones puede ser una equivocación y algo diferente…Pero, es distinto cuando se trata de recuerdos encerrados en tu corazón”.
Si estos remakes son tan sólo un sueño, lo mejor que puede pasar es que no despierten a sus jugadores.
Hace unos días, las oficinas de IGN recibieron un misterioso huevo morado con un críptico mensaje: “Algo está apunto de eclosionar”. Tiempo después, la cuenta @SpyrotheDragon publicó un tweet en la cuenta oficial de Crash Bandicoot. Decía “Buenos tiempos” y estaba acompañado de una imagen del famoso zorro con una luz morada. Finalmente, se anunció que la trilogía original de “Spyro the Dragon”, la cual fue lanzada para Play Station en 1998, sería remasterizada y relanzada el 21 de septiembre.
“Spyro the Dragon” sigue el ejemplo de una explosión de reediciones, remasterizaciones y remakes que han inundado la industria de los videojuegos desde hace unos años. Resident Evil Zero, Metal Gear Solid: Peace Walker, Shadow of the Colossus, Final Fantasy X, Crash Bandicoot, Donkey Kong, Pokemon… etc, etc, etc, han intentado despertar nuestro pasado.
Un sector tilda esto de pereza: en lugar de pensar en nuevas tramas para desarrollar dentro de un videojuego, las empresas se limitan a acudir a una historia ya hecha hace cinco, 10 o 20 años y empaparla de gráficos vigentes. Otro sector considera que es una movida revitalizadora que atrae un público que en su momento no pudo jugar estos videojuegos.
Ni lo uno ni lo otro, la razón de esta explosión es una enfermedad. Una enfermedad que parece que padecemos todos los seres humanos en algún punto de nuestra existencia. Es una enfermedad que nos causa un dolor fantasma que no podemos ubicar, pero sabemos su causa: no poder encontrar el camino de regreso. Este camino generalmente conduce a un tiempo y lugar idealizados, en donde todo era mejor y estábamos en plenitud. Es una enfermedad casi que inevitable, pues el hombre tiende a romantizar las memorias, todo pasado fue mejor. Hablo de algo sencillo, hablo de la nostalgia.
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Si el videojuego es creatividad, entretenimiento y risas; si el niño es creatividad, entretenimiento y risas, lo que están haciendo las empresas de videojuegos es curar nuestra nostalgia con estas reediciones y remasterizaciones. Con un Crash Bandicoot de nuevo en nuestras manos, una mujer de 30 años vuelve a tener 10. Puede que sea una ilusión, pero mediante este método se retrocede el tiempo de una u otra forma, por fin se encuentra el camino de regreso.
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Por estas razones es que han tenido tanto éxito los “juegos reciclados”, como algunos los llaman. Con esta estrategia, se está llegando a un público más amplio, unos por emoción de encontrar algo que no pudieron vivir en su momento y otros por nostalgia. Y para aquellos que crean que no sería lo mismo jugar un Crash Bandicoot a los 10 años o a los 30, Tifa, personaje de Final Fantasy VII, uno de los “remakes” más esperados del 2018, tiene algo que decir: “Un recuerdo es algo que se puede rememorar conscientemente, ¿cierto? Por eso es que en ocasiones puede ser una equivocación y algo diferente…Pero, es distinto cuando se trata de recuerdos encerrados en tu corazón”.
Si estos remakes son tan sólo un sueño, lo mejor que puede pasar es que no despierten a sus jugadores.