Un intento de paz entre el Eln y el Epl que fracasó
Esa región de Norte de Santander vive una nueva confrontación desde 2018 entre ambas guerrillas. Un intento de paz se frustró en 2019, pero el Epl habría abierto una ventana al diálogo.
Nicolás Sánchez Arévalo / @ANicolasSanchez
En el Catatumbo (Norte de Santander) hay unas 20.000 personas confinadas por cuenta de la confrontación entre el Ejército de Liberación Nacional (Eln) y el Ejército Popular de Liberación (Epl) que se recrudeció desde noviembre de 2019. Se trata de los municipios de Hacarí, Ábrego y La Playa. La Defensoría del Pueblo registró desplazamientos masivos, combates, homicidios selectivos, minas antipersonales y amenazas. Además, el Epl impuso un paro armado durante más de una semana. La crisis es producto de una guerra que va a completar dos años entre ambas guerrillas. Un hecho que ha pasado desapercibido es que ese conflicto estuvo a punto de terminar el año pasado, cuando comandantes de las insurgencias casi llegan a un acuerdo de cese de hostilidades. Sin embargo, lo que se había avanzado se rompió.
Colombia 2020 conoció, por fuentes de la zona, que hacia mediados de 2019 hubo acercamientos que avanzaron a tal punto que ambas estructuras armadas nombraron comisiones para adelantar una negociación.
Una de las exigencias del Eln era que el Epl replegara una estructura enviada por Luis Antonio Quiceno Sanjuan, conocido como Pácora, máximo comandante de esa guerrilla para la época, al municipio de Puerto Santander. Ese reducto, conocido también como Frente Fronteras, debía establecer un corredor estratégico entre el Catatumbo y Venezuela. Sin embargo, la tropa, que era comandada por Grillo, hizo alianzas con el grupo paramilitar Los Rastrojos. Por eso, en marzo de 2018, el Eln acusó al Epl de ser “una guerrilla desfigurada en su concepción revolucionaria, alejada de los sentimientos populares, agresiva e impositiva con la población, degradada por sus alianzas con el bandidaje de los carteles de la droga relacionados con el paramilitarismo”.
También lea: Epl habría anunciado el levantamiento del paro armado en el Catatumbo
Antes de eso las relaciones entre ambas organizaciones ya eran complejas. En febrero de 2018, un ataque del Eln contra una embarcación en la que se movilizaban unos indígenas barí, a quienes señalaban de establecer alianzas con el Epl para controlar rutas del narcotráfico, fue una de las alertas de que la guerra era inminente. Los roces entre los miembros de ambas guerrillas empezaron tras la salida del frente 33 de las Farc por cuenta del Acuerdo de Paz suscrito entre el Estado y la insurgencia. “Cuando Farc firmó el acuerdo y salió de los territorios que compartía con el Eln, el Epl intentó copar esos espacios y el Eln no se lo permitió. Eso generó un sinnúmero de choques que comenzaron por cosas mínimas y hoy esas cosas mínimas llegaron a los tiros”, aseguró una fuente de la región que pidió no ser identificada, porque se mueve permanentemente en el Catatumbo y no quiere tener problemas con los grupos armados.
El 14 de marzo de 2018 explotó la guerra entre ambas organizaciones. Ese día el Eln lanzó un ataque coordinado contra posiciones del Epl en cinco municipios. La confrontación fue tan candente que durante el 2018 la Unidad de Víctimas registró 30.380 personas afectadas directamente (de las cuales 10.093 eran de Hacarí), mientras que la cifra en 2017 había sido de 7.368. En 2019 la confrontación mermó, pues durante ese año el número de víctimas se redujo a 8.144. Ese desescalamiento se debió, en parte, a que el Eln le dio duros golpes militares al Epl durante 2018. Por ejemplo, los elenos tomaron control de zonas como la vereda Mesitas, en Hacarí, que era uno de los bastiones históricos del Epl en la región. Los Pelusos se replegaron hacia Sardinata.
(Lea también: En Catatumbo asesinaron a un líder que luchó más de 30 años por su comunidad)
Por otra parte, las conversaciones también ayudaron a mitigar la guerra. El avance era tal que Pácora, tras la petición que le hizo el Eln, le ordenó al Frente Fronteras que se devolviera al Catatumbo. Sin embargo, los hombres de Grillo no obedecieron, por lo que el comandante del Epl los declaró objetivo militar.
Los avances se perdieron debido a que en un operativo de la Fuerza Pública, que se desarrolló en septiembre de 2019 en la vereda Las Mercedes de Sardinata, Pácora murió y Hugo fue capturado. La comunicación entre ambos grupos se perdió en ese momento.
La comandancia del Epl pasó a manos de Cóndor y Grillo. Este decidió volver al Catatumbo a tomar control sobre las tropas. “El gran problema es que ellos no son políticos”, aseguró la fuente citada anteriormente. Con los acuerdos rotos la guerra se recrudeció. En un comunicado, que se conoció el 11 de febrero, el Epl señaló al Eln de negarse a “querer buscar una salida por la vía del diálogo a el presente conflicto en el que estamos embarcadas ambas organizaciones guerrilleras”. También aseguraron que los elenos estarían aliados con la Fuerza Pública para atacar las tropas pelusas. La población está en medio de la confrontación.
En un comunicado atribuido al Epl, que se conoció el jueves, abrieron una posibilidad de conversar. En el documento autorizaron “a la comisión diocesana de Reconciliación y Paz para que sirvan como garantes del diálogo entre las dos organizaciones”. El obispo de Ocaña, Gabriel Ángel Villa, quien hace parte de esa comisión de sacerdotes, aseguró que “la posición de la Iglesia son diálogos pastorales, pero no propiamente diálogos de paz, porque eso tiene que pasar por una autorización del Gobierno”. Pero no hay claridad de si ese documento es verídico. Incluso, en otro comunicado, supuestamente de la misma guerrilla (con diferencias en la escritura característica de esa guerrilla), desmienten la veracidad del primero.
El alto comisionado de paz, Miguel Ceballos, prefirió no referirse al tema. El Epl es catalogado por el Estado como un Grupo Armado Organizado sin estatus político, por lo que ninguna persona está autorizada a entablar conversaciones con esa organización.
(Lea también: Catatumbo, bajo amenaza)
Comunidades reclaman diálogo
El 13 y el 18 de febrero varias organizaciones comunales se reunieron para buscar soluciones a la crisis humanitaria. Un lider* que asistió a esos encuentros y es el presidente de una junta de acción comunal resaltó que “es necesario que el Gobierno mire las posibilidades de reactivar los diálogos con el Eln, también pedimos que mire al Epl, que no es un secreto que hace presencia militar y política en la región”.
La misma persona dijo que se conformará una comitiva de líderes que visitarán las embajadas de Cuba y Noruega. Tienen dos objetivos: pedirles a esos países, que fueron garantes en las negociaciones que adelantó el Estado con el Eln, que se retome el diálogo y que la Embajada cubana le transmita al Comando Central de esa guerrilla “las inquietudes, inconformidades, violaciones de derechos humanos, de DIH que hemos vivido”, aseguró.
La Comisión por la Vida, la Paz y la Reconciliación del Catatumbo, iniciativa que agrupa a varias organizaciones sociales de la región, también se pronunció. En un comunicado pidieron retomar la mesa de negociaciones entre el Estado y el Eln y, por último, “mantener la búsqueda de vías dialogadas para superar la confrontación entre el Eln y Epl”.
La población civil es la más afectada en medio de la confrontación armada que libran ambos grupos armados. Las organizaciones sociales y la Iglesia esperan que el Eln y el Epl escuchen las vías de solución que están planteando para así ponerle fin a un enfrentamiento que ha fracturado y atemorizado a la región.
(Lea también: Asociación Campesina del Catatumbo, perseguida por apostarle al Acuerdo de Paz)
*Nota de la editora: el nombre del lider fue eliminado de la publicación porque así lo pidió esa persona por temor a represalias. En primera instancia había autorizado que se revelara su identidad, pero cambió de opinión.
En el Catatumbo (Norte de Santander) hay unas 20.000 personas confinadas por cuenta de la confrontación entre el Ejército de Liberación Nacional (Eln) y el Ejército Popular de Liberación (Epl) que se recrudeció desde noviembre de 2019. Se trata de los municipios de Hacarí, Ábrego y La Playa. La Defensoría del Pueblo registró desplazamientos masivos, combates, homicidios selectivos, minas antipersonales y amenazas. Además, el Epl impuso un paro armado durante más de una semana. La crisis es producto de una guerra que va a completar dos años entre ambas guerrillas. Un hecho que ha pasado desapercibido es que ese conflicto estuvo a punto de terminar el año pasado, cuando comandantes de las insurgencias casi llegan a un acuerdo de cese de hostilidades. Sin embargo, lo que se había avanzado se rompió.
Colombia 2020 conoció, por fuentes de la zona, que hacia mediados de 2019 hubo acercamientos que avanzaron a tal punto que ambas estructuras armadas nombraron comisiones para adelantar una negociación.
Una de las exigencias del Eln era que el Epl replegara una estructura enviada por Luis Antonio Quiceno Sanjuan, conocido como Pácora, máximo comandante de esa guerrilla para la época, al municipio de Puerto Santander. Ese reducto, conocido también como Frente Fronteras, debía establecer un corredor estratégico entre el Catatumbo y Venezuela. Sin embargo, la tropa, que era comandada por Grillo, hizo alianzas con el grupo paramilitar Los Rastrojos. Por eso, en marzo de 2018, el Eln acusó al Epl de ser “una guerrilla desfigurada en su concepción revolucionaria, alejada de los sentimientos populares, agresiva e impositiva con la población, degradada por sus alianzas con el bandidaje de los carteles de la droga relacionados con el paramilitarismo”.
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Antes de eso las relaciones entre ambas organizaciones ya eran complejas. En febrero de 2018, un ataque del Eln contra una embarcación en la que se movilizaban unos indígenas barí, a quienes señalaban de establecer alianzas con el Epl para controlar rutas del narcotráfico, fue una de las alertas de que la guerra era inminente. Los roces entre los miembros de ambas guerrillas empezaron tras la salida del frente 33 de las Farc por cuenta del Acuerdo de Paz suscrito entre el Estado y la insurgencia. “Cuando Farc firmó el acuerdo y salió de los territorios que compartía con el Eln, el Epl intentó copar esos espacios y el Eln no se lo permitió. Eso generó un sinnúmero de choques que comenzaron por cosas mínimas y hoy esas cosas mínimas llegaron a los tiros”, aseguró una fuente de la región que pidió no ser identificada, porque se mueve permanentemente en el Catatumbo y no quiere tener problemas con los grupos armados.
El 14 de marzo de 2018 explotó la guerra entre ambas organizaciones. Ese día el Eln lanzó un ataque coordinado contra posiciones del Epl en cinco municipios. La confrontación fue tan candente que durante el 2018 la Unidad de Víctimas registró 30.380 personas afectadas directamente (de las cuales 10.093 eran de Hacarí), mientras que la cifra en 2017 había sido de 7.368. En 2019 la confrontación mermó, pues durante ese año el número de víctimas se redujo a 8.144. Ese desescalamiento se debió, en parte, a que el Eln le dio duros golpes militares al Epl durante 2018. Por ejemplo, los elenos tomaron control de zonas como la vereda Mesitas, en Hacarí, que era uno de los bastiones históricos del Epl en la región. Los Pelusos se replegaron hacia Sardinata.
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Por otra parte, las conversaciones también ayudaron a mitigar la guerra. El avance era tal que Pácora, tras la petición que le hizo el Eln, le ordenó al Frente Fronteras que se devolviera al Catatumbo. Sin embargo, los hombres de Grillo no obedecieron, por lo que el comandante del Epl los declaró objetivo militar.
Los avances se perdieron debido a que en un operativo de la Fuerza Pública, que se desarrolló en septiembre de 2019 en la vereda Las Mercedes de Sardinata, Pácora murió y Hugo fue capturado. La comunicación entre ambos grupos se perdió en ese momento.
La comandancia del Epl pasó a manos de Cóndor y Grillo. Este decidió volver al Catatumbo a tomar control sobre las tropas. “El gran problema es que ellos no son políticos”, aseguró la fuente citada anteriormente. Con los acuerdos rotos la guerra se recrudeció. En un comunicado, que se conoció el 11 de febrero, el Epl señaló al Eln de negarse a “querer buscar una salida por la vía del diálogo a el presente conflicto en el que estamos embarcadas ambas organizaciones guerrilleras”. También aseguraron que los elenos estarían aliados con la Fuerza Pública para atacar las tropas pelusas. La población está en medio de la confrontación.
En un comunicado atribuido al Epl, que se conoció el jueves, abrieron una posibilidad de conversar. En el documento autorizaron “a la comisión diocesana de Reconciliación y Paz para que sirvan como garantes del diálogo entre las dos organizaciones”. El obispo de Ocaña, Gabriel Ángel Villa, quien hace parte de esa comisión de sacerdotes, aseguró que “la posición de la Iglesia son diálogos pastorales, pero no propiamente diálogos de paz, porque eso tiene que pasar por una autorización del Gobierno”. Pero no hay claridad de si ese documento es verídico. Incluso, en otro comunicado, supuestamente de la misma guerrilla (con diferencias en la escritura característica de esa guerrilla), desmienten la veracidad del primero.
El alto comisionado de paz, Miguel Ceballos, prefirió no referirse al tema. El Epl es catalogado por el Estado como un Grupo Armado Organizado sin estatus político, por lo que ninguna persona está autorizada a entablar conversaciones con esa organización.
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Comunidades reclaman diálogo
El 13 y el 18 de febrero varias organizaciones comunales se reunieron para buscar soluciones a la crisis humanitaria. Un lider* que asistió a esos encuentros y es el presidente de una junta de acción comunal resaltó que “es necesario que el Gobierno mire las posibilidades de reactivar los diálogos con el Eln, también pedimos que mire al Epl, que no es un secreto que hace presencia militar y política en la región”.
La misma persona dijo que se conformará una comitiva de líderes que visitarán las embajadas de Cuba y Noruega. Tienen dos objetivos: pedirles a esos países, que fueron garantes en las negociaciones que adelantó el Estado con el Eln, que se retome el diálogo y que la Embajada cubana le transmita al Comando Central de esa guerrilla “las inquietudes, inconformidades, violaciones de derechos humanos, de DIH que hemos vivido”, aseguró.
La Comisión por la Vida, la Paz y la Reconciliación del Catatumbo, iniciativa que agrupa a varias organizaciones sociales de la región, también se pronunció. En un comunicado pidieron retomar la mesa de negociaciones entre el Estado y el Eln y, por último, “mantener la búsqueda de vías dialogadas para superar la confrontación entre el Eln y Epl”.
La población civil es la más afectada en medio de la confrontación armada que libran ambos grupos armados. Las organizaciones sociales y la Iglesia esperan que el Eln y el Epl escuchen las vías de solución que están planteando para así ponerle fin a un enfrentamiento que ha fracturado y atemorizado a la región.
(Lea también: Asociación Campesina del Catatumbo, perseguida por apostarle al Acuerdo de Paz)
*Nota de la editora: el nombre del lider fue eliminado de la publicación porque así lo pidió esa persona por temor a represalias. En primera instancia había autorizado que se revelara su identidad, pero cambió de opinión.