Control de inflación permitirá reducir tasas a mediano plazo: Banco de la República
Juan José Echavarría considera que la inflación de bienes regulados, como la energía eléctrica y rubros relacionados con el costo del transporte, se encuentra cercana a 6 %. Denuncia un ambiente hostil en el banco por culpa del sindicato, que pide 10 % de las utilidades de 2016 de la entidad.
Jorge Sáenz v.
Los analistas del mercado apuestan por un nuevo recorte de tasas de 0,25 puntos básicos y el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, considera que puede ser hasta de 0,50. El gerente del Banco de la República, Juan José Echavarría, señala que los buenos resultados “permitirán reducir tasas a mediano plazo”. Advierte que hay rubros que presionan la inflación, como los precios de la energía, el transporte y los combustibles.
¿La inflación de marzo amplía el espacio para que anuncie un nuevo recorte de tasas en la próxima reunión?
Mal haría en tratar de pronosticar la decisión que se adopte en la próxima junta. No es mi función y en esta oportunidad encuentro excesivamente difícil hacerlo, pues la incertidumbre es alta y cada uno de los siete miembros de la junta toma su decisión. Lo que sí puedo afirmar es que las noticias en materia de inflación han sido excelentes y que ello permitirá reducir tasas a mediano plazo.
¿Hay focos de preocupación?
Para comenzar, es difícil pensar que la inflación de alimentos siempre va a estar en 1 % cuando para los demás bienes en la economía es superior a 3 %. Esto significa que los precios reales de los alimentos están cayendo y eso produce generalmente efectos de “telaraña”, con menores cosechas futuras. La inflación de bienes regulados, como la energía eléctrica y rubros relacionados con el costo del transporte, se encuentra cercana a 6 %.
Lea también: Despejado el espacio para nuevo recorte de tasas
¿Hay más peros?
La inflación observada fue baja, 3,14 %, pero aún no llegamos a 3 %. Además, las expectativas de inflación para 2018 y 2019 son más altas que nuestras proyecciones. Los modelos del banco están hablando de 3 % para diciembre de este año, pero los mercados están esperando más. Y las distintas encuestas a los analistas hablan de una inflación cercana a 3,4 % para 2018 y de 3,3 % para 2019.
¿Parte de esos regulados tiene que ver con el Gobierno?
Sí, pero en general son por fórmulas. Por ejemplo, el precio del petróleo está subiendo en el mundo y eso aumenta el de la gasolina en Colombia, por las fórmulas que tenemos. Es entendible, pero pone más presión sobre el Banco. Uno quisiera que a largo plazo esas fórmulas lleven al 3 %. Eso no está ocurriendo todavía.
¿En algunos años los alimentos han ayudado al control de la inflación?
Esa es la situación actual, pero podría tratarse de un escenario no sostenible.
¿El banco sacrifica crecimiento por defender la inflación?
La mayoría de bancos centrales del mundo tratan de mantener niveles de inflación bajos y estables, pues consideran que al lograrlo contribuyen al crecimiento a largo plazo de la economía y a elevar el ingreso de los ciudadanos. Por ello, al contrario de lo que afirma, el Banco de la República contribuye al crecimiento y a la equidad al defender los niveles bajos de inflación. En ocasiones toca subir tasas, aun cuando la economía esté creciendo menos del potencial y la inflación esté desbordada.
¿Por qué no hay mayor intervención del banco para conseguir un crecimiento acelerado de la economía?
Podremos seguir bajando tasas cuando la inflación esté en 3 % y el crecimiento de la economía continúe en 2,7 %, por debajo del crecimiento potencial de 3,3 %. Pero sólo con reformas “estructurales” crecerá el país a largo plazo. Esas reformas han llevado a China a crecer a tasas anuales mayores al 7 % con inflación baja y estable, y a Chile y Perú a crecer mucho más que Colombia.
¿Qué reformas requiere adelantar la siguiente administración para que la economía crezca más?
Yo sólo digo lo que indicaron Fedesarrollo y la comisión de expertos: hay que aumentar el IVA, hay que disminuir los impuestos a las empresas y hay que elevar los tributos a las personas. Lo del IVA se hizo, pero lo otro quedó corto. Pero, definitivamente, no se hizo lo de aumentar impuestos a las personas: eso tiene todo el sentido y hay que hacerlo.
Lea también: Modelos de crecimiento
¿El banco es cerrado partidario de eliminar tres ceros de la moneda colombiana?
Se trata de una decisión del Congreso de la República, pero el banco ha apoyado la eliminación de los tres ceros desde el 2000. En la denominada nueva familia de billetes se consideró que el proceso terminaría algún día sin los ceros, y por eso se diseñaron los billetes en forma tal que simplemente se sustituiría la palabra mil por nuevos.
¿Siempre se asocia este mecanismo a una hiperinflación y no la tenemos?
Es cierto, pero tuvimos varias décadas con inflación anual superior al 20 % y esto tiene un impacto acumulado importante sobre el nivel de precios. Yo creo que el país algún día tendrá que eliminar los tres ceros. La pregunta es cuándo. Con la nueva denominación de billetes no vamos a ser mucho más ricos ni mucho más pobres, y se trata sólo de una simplificación en la convención de pagos.
¿Asobancaria no apoya el proyecto de eliminación de los tres ceros?
Curiosamente, Asobancaria apoyó la eliminación de los tres ceros en los proyectos anteriores. Quizá los banqueros están preocupados con que la adopción de la familia sin ceros comience muy pronto. Comenzaríamos en enero de 2020 y tendríamos un período de transición de tres años para los billetes y cuatro años para las monedas.
Un argumento para la supresión de los tres ceros es la existencia de caletas con dineros obtenidos ilegalmente. ¿Cuánto estima que se mueve en la economía colombiana por cuenta del narcotráfico?
El banco ha financiado algunos estudios sobre ese tema. Uno de Roberto Steiner de hace dos décadas y otro de Daniel Mejía. Sorprendentemente, los dos llegan a algo parecido y es más o menos 2 % del PIB, que es una cifra importante, pero que no mueve la economía colombiana. Existe la idea de que el narcotráfico determina la tasa de cambio (dólar), que determina el crecimiento de la economía y el contrabando que está castigando la industria. Yo no tengo evidencia de ninguna de las tres. Se ha dicho que mueve la economía y nadie explica por qué creciendo los cultivos (ilícitos) la economía está estancada.
Lea también: Comienza la tarea de aprobar la eliminación de los tres ceros en el peso
¿En qué está la relación entre sindicato y Banco de la República?
El sindicato no presentaba un nuevo pliego de peticiones desde hace 20 años, y lo hizo ahora por primera vez, luego de la asamblea celebrada en septiembre de 2017. La administración del banco ha denunciado la convención colectiva cada semestre desde 1999. Siguiendo esa sana lógica, el banco propuso iniciar las negociaciones correspondientes e hizo reiterados llamados a la comisión negociadora para que nos sentáramos a conversar sobre las preocupaciones de las dos partes. La comisión negociadora nunca lo aceptó, pues consideraba que solamente se deberían tratar los puntos de su pliego. Afortunadamente, mediante resolución 001478 del pasado 6 de abril, el Ministerio de Trabajo consideró que el banco cumplió con sus obligaciones legales en relación con la iniciación de la negociación de la convención colectiva de trabajo. El Ministerio también encuentra probado que el banco ha estado dispuesto a dialogar y que en dicho proceso no ha desconocido ninguno de los derechos de la organización sindical. El ministerio deja constancia de las diversas invitaciones hechas por el banco con ese fin.
¿Qué sigue?
Es el momento de sentarnos a conversar sobre los temas de interés de ambas partes, como ha sostenido reiteradamente el banco, pero esto no ocurrirá, necesariamente. El sindicato podría recurrir a otras instancias legales (a raíz de la comunicación del ministerio) o retirar su pliego de peticiones, o llevar la discusión a un tribunal de arbitramento si no logramos negociar. Todas las posibilidades están sobre la mesa y es el sindicato el que finalmente tiene “la sartén por el mango” cuando se decida el camino a seguir. El banco ha tratado todo el tiempo que nos sentemos a discutir y negociar, pero tomará las medidas pertinentes en cada caso.
¿Cuál ha sido la discusión hasta el momento?
En su pliego de peticiones el sindicato solicita repartir entre los empleados el 10 % de las utilidades del banco en 2016. También que los trabajadores que no posean vivienda propia reciban un subsidio de $234 millones y los que ya tengan casa $117 millones, destinados en ambos casos a mejoras o adquisición de una nueva vivienda. Se solicitan primas especiales, adicionales a las vigentes hoy: de permanencia laboral, de fortalecimiento del núcleo familiar, para programas familiares, entre otras.
¿Usted ve enrarecido el ambiente laboral en el banco?
Excesivamente, y no entiendo la razón. Han obligado a realizar la junta mensual fuera de la institución y han tratado de impedir nuestro tránsito por los pisos del banco. El sindicato posiblemente pensó que la estrategia de gritos y ataques personales funcionaba.
Los analistas del mercado apuestan por un nuevo recorte de tasas de 0,25 puntos básicos y el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, considera que puede ser hasta de 0,50. El gerente del Banco de la República, Juan José Echavarría, señala que los buenos resultados “permitirán reducir tasas a mediano plazo”. Advierte que hay rubros que presionan la inflación, como los precios de la energía, el transporte y los combustibles.
¿La inflación de marzo amplía el espacio para que anuncie un nuevo recorte de tasas en la próxima reunión?
Mal haría en tratar de pronosticar la decisión que se adopte en la próxima junta. No es mi función y en esta oportunidad encuentro excesivamente difícil hacerlo, pues la incertidumbre es alta y cada uno de los siete miembros de la junta toma su decisión. Lo que sí puedo afirmar es que las noticias en materia de inflación han sido excelentes y que ello permitirá reducir tasas a mediano plazo.
¿Hay focos de preocupación?
Para comenzar, es difícil pensar que la inflación de alimentos siempre va a estar en 1 % cuando para los demás bienes en la economía es superior a 3 %. Esto significa que los precios reales de los alimentos están cayendo y eso produce generalmente efectos de “telaraña”, con menores cosechas futuras. La inflación de bienes regulados, como la energía eléctrica y rubros relacionados con el costo del transporte, se encuentra cercana a 6 %.
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¿Hay más peros?
La inflación observada fue baja, 3,14 %, pero aún no llegamos a 3 %. Además, las expectativas de inflación para 2018 y 2019 son más altas que nuestras proyecciones. Los modelos del banco están hablando de 3 % para diciembre de este año, pero los mercados están esperando más. Y las distintas encuestas a los analistas hablan de una inflación cercana a 3,4 % para 2018 y de 3,3 % para 2019.
¿Parte de esos regulados tiene que ver con el Gobierno?
Sí, pero en general son por fórmulas. Por ejemplo, el precio del petróleo está subiendo en el mundo y eso aumenta el de la gasolina en Colombia, por las fórmulas que tenemos. Es entendible, pero pone más presión sobre el Banco. Uno quisiera que a largo plazo esas fórmulas lleven al 3 %. Eso no está ocurriendo todavía.
¿En algunos años los alimentos han ayudado al control de la inflación?
Esa es la situación actual, pero podría tratarse de un escenario no sostenible.
¿El banco sacrifica crecimiento por defender la inflación?
La mayoría de bancos centrales del mundo tratan de mantener niveles de inflación bajos y estables, pues consideran que al lograrlo contribuyen al crecimiento a largo plazo de la economía y a elevar el ingreso de los ciudadanos. Por ello, al contrario de lo que afirma, el Banco de la República contribuye al crecimiento y a la equidad al defender los niveles bajos de inflación. En ocasiones toca subir tasas, aun cuando la economía esté creciendo menos del potencial y la inflación esté desbordada.
¿Por qué no hay mayor intervención del banco para conseguir un crecimiento acelerado de la economía?
Podremos seguir bajando tasas cuando la inflación esté en 3 % y el crecimiento de la economía continúe en 2,7 %, por debajo del crecimiento potencial de 3,3 %. Pero sólo con reformas “estructurales” crecerá el país a largo plazo. Esas reformas han llevado a China a crecer a tasas anuales mayores al 7 % con inflación baja y estable, y a Chile y Perú a crecer mucho más que Colombia.
¿Qué reformas requiere adelantar la siguiente administración para que la economía crezca más?
Yo sólo digo lo que indicaron Fedesarrollo y la comisión de expertos: hay que aumentar el IVA, hay que disminuir los impuestos a las empresas y hay que elevar los tributos a las personas. Lo del IVA se hizo, pero lo otro quedó corto. Pero, definitivamente, no se hizo lo de aumentar impuestos a las personas: eso tiene todo el sentido y hay que hacerlo.
Lea también: Modelos de crecimiento
¿El banco es cerrado partidario de eliminar tres ceros de la moneda colombiana?
Se trata de una decisión del Congreso de la República, pero el banco ha apoyado la eliminación de los tres ceros desde el 2000. En la denominada nueva familia de billetes se consideró que el proceso terminaría algún día sin los ceros, y por eso se diseñaron los billetes en forma tal que simplemente se sustituiría la palabra mil por nuevos.
¿Siempre se asocia este mecanismo a una hiperinflación y no la tenemos?
Es cierto, pero tuvimos varias décadas con inflación anual superior al 20 % y esto tiene un impacto acumulado importante sobre el nivel de precios. Yo creo que el país algún día tendrá que eliminar los tres ceros. La pregunta es cuándo. Con la nueva denominación de billetes no vamos a ser mucho más ricos ni mucho más pobres, y se trata sólo de una simplificación en la convención de pagos.
¿Asobancaria no apoya el proyecto de eliminación de los tres ceros?
Curiosamente, Asobancaria apoyó la eliminación de los tres ceros en los proyectos anteriores. Quizá los banqueros están preocupados con que la adopción de la familia sin ceros comience muy pronto. Comenzaríamos en enero de 2020 y tendríamos un período de transición de tres años para los billetes y cuatro años para las monedas.
Un argumento para la supresión de los tres ceros es la existencia de caletas con dineros obtenidos ilegalmente. ¿Cuánto estima que se mueve en la economía colombiana por cuenta del narcotráfico?
El banco ha financiado algunos estudios sobre ese tema. Uno de Roberto Steiner de hace dos décadas y otro de Daniel Mejía. Sorprendentemente, los dos llegan a algo parecido y es más o menos 2 % del PIB, que es una cifra importante, pero que no mueve la economía colombiana. Existe la idea de que el narcotráfico determina la tasa de cambio (dólar), que determina el crecimiento de la economía y el contrabando que está castigando la industria. Yo no tengo evidencia de ninguna de las tres. Se ha dicho que mueve la economía y nadie explica por qué creciendo los cultivos (ilícitos) la economía está estancada.
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¿En qué está la relación entre sindicato y Banco de la República?
El sindicato no presentaba un nuevo pliego de peticiones desde hace 20 años, y lo hizo ahora por primera vez, luego de la asamblea celebrada en septiembre de 2017. La administración del banco ha denunciado la convención colectiva cada semestre desde 1999. Siguiendo esa sana lógica, el banco propuso iniciar las negociaciones correspondientes e hizo reiterados llamados a la comisión negociadora para que nos sentáramos a conversar sobre las preocupaciones de las dos partes. La comisión negociadora nunca lo aceptó, pues consideraba que solamente se deberían tratar los puntos de su pliego. Afortunadamente, mediante resolución 001478 del pasado 6 de abril, el Ministerio de Trabajo consideró que el banco cumplió con sus obligaciones legales en relación con la iniciación de la negociación de la convención colectiva de trabajo. El Ministerio también encuentra probado que el banco ha estado dispuesto a dialogar y que en dicho proceso no ha desconocido ninguno de los derechos de la organización sindical. El ministerio deja constancia de las diversas invitaciones hechas por el banco con ese fin.
¿Qué sigue?
Es el momento de sentarnos a conversar sobre los temas de interés de ambas partes, como ha sostenido reiteradamente el banco, pero esto no ocurrirá, necesariamente. El sindicato podría recurrir a otras instancias legales (a raíz de la comunicación del ministerio) o retirar su pliego de peticiones, o llevar la discusión a un tribunal de arbitramento si no logramos negociar. Todas las posibilidades están sobre la mesa y es el sindicato el que finalmente tiene “la sartén por el mango” cuando se decida el camino a seguir. El banco ha tratado todo el tiempo que nos sentemos a discutir y negociar, pero tomará las medidas pertinentes en cada caso.
¿Cuál ha sido la discusión hasta el momento?
En su pliego de peticiones el sindicato solicita repartir entre los empleados el 10 % de las utilidades del banco en 2016. También que los trabajadores que no posean vivienda propia reciban un subsidio de $234 millones y los que ya tengan casa $117 millones, destinados en ambos casos a mejoras o adquisición de una nueva vivienda. Se solicitan primas especiales, adicionales a las vigentes hoy: de permanencia laboral, de fortalecimiento del núcleo familiar, para programas familiares, entre otras.
¿Usted ve enrarecido el ambiente laboral en el banco?
Excesivamente, y no entiendo la razón. Han obligado a realizar la junta mensual fuera de la institución y han tratado de impedir nuestro tránsito por los pisos del banco. El sindicato posiblemente pensó que la estrategia de gritos y ataques personales funcionaba.