Funeral de Isabel II: así fue el último adiós a la reina en el Castillo de Windsor

La tradición exige un período de duelo nacional de 12 días después de la muerte de un monarca. En este caso, el rey Carlos III solicitó ampliarlo hasta siete días después del funeral de la reina, es decir, hasta el 26 de septiembre.

Foto: EFE - NEIL HALL

Miles de personas en el Reino Unido le dieron su último adiós a Isabel II. Las procesiones y conmemoraciones que siguieron tras la muerte de la monarca más longeva en la historia de Inglaterra culminaron con un funeral de Estado en la Abadía de Westminster. Mandatarios y monarcas de decenas de países se reunieron en esa ceremonia, que fue transmitida a nivel mundial. Le contamos, minuto a minuto, cómo se llevó a cabo el funeral.

📝📝 Antes de empezar, un poco de contexto

• El fallecimiento de la reina: La reina Isabel II, jefa de Estado del Reino Unido y de 14 países de la Commonwealth, falleció el jueves 8 de septiembre a los 96 años, tras siete décadas de reinado en los que asumió numerosas crisis de una monarquía que ahora abre un nuevo capítulo. Su hijo Carlos, de 73 años, se convirtió automáticamente en el nuevo monarca.
• ¿Dónde verlo? Este será el primer funeral de un monarca del Reino Unido que se llevará a cabo en la Abadía de Westminster desde el siglo XIII, y la primera vez que se permitirán cámaras en la ceremonia fúnebre de un monarca británico, según datos de la revista Time. La BBC transmitirá la ceremonia a nivel mundial, así como en el canal de YouTube de la familia real. Puede encontrar la transmisión en la página web de El Espectador.
• ¿Quiénes asistirán? Cientos de dirigentes y monarcas están invitados al funeral, que será una de las mayores reuniones diplomáticas en décadas. La Abadía de Westminster tiene aforo para unas 2.000 personas y se prevé entre ellas a unos 500 jefes de Estado u otro dignatario oficial por país, acompañado por sus cónyuges, según la BBC y Sky News.
• ¿Cuánto dura el período de luto? La tradición exige un período de duelo nacional de 12 días después de la muerte de un monarca. En este caso, el rey Carlos III solicitó ampliarlo hasta siete días después del funeral de la reina, es decir, hasta el 26 de septiembre.
• Minutos antes del funeral: La procesión real salió del Palacio de Westminster hacia la Abadía de Westminster. El carruaje de armas estatal llevó el ataúd de la reina, acompañado por unos 200 músicos, incluidas las gaitas y los tambores de los regimientos escocés e irlandés. Los miembros de la familia acompañaron el carruaje, que llegó a las puertas de la abadía.

El ataúd de la reina descendió por la bóveda real, donde permanecerá hasta un servicio de entierro privado, programado para más tarde. Entretanto, el flautista del soberano tocó un lamento y, como lo dice la tradición, a medida de su retiro, el sonido de las flautas fue desvaneciéndose.

La corona del estado imperial, el orbe y el cetro fueron retirados del ataúd de Isabel II y fueron colocados en el altar, en preparación para el final del servicio. El féretro pronto descenderá a la bóveda real.

El Lord chambelán rompió su varita de oficio y la colocó sobre el ataúd, una tradición que se ve por primera vez, pues ningún servicio de entierro se había transmitido anteriormente por televisión. Esto simbolizó el fin de su reinado.

El decano de Windsor abrió la ceremonia en la Capilla de San Jorge diciendo: “Aquí, donde ella adoraba con tanta frecuencia, estamos obligados a recordar a alguien cuya fe cristiana, sin complicaciones pero profunda, dio tantos frutos en una vida de servicio incansable a la nación, a la Commonwealth y al resto del mundo. En un mundo que se agita rápidamente y con frecuencia, su presencia tranquila y digna nos ha dado confianza para enfrentar el futuro como ella lo hizo: con coraje y esperanza. Con corazones agradecidos, reflexionamos sobre estas y muchas otras formas en las que su larga vida ha sido una bendición para nosotros. Oramos para que Dios nos dé la gracia de honrar su memoria siguiendo su ejemplo”.

El coche fúnebre que transportaba a la reina llegó a las afueras de la capilla de San Jorge, en el Castillo de Windsor. Se retiró el ataúd, envuelto en el estandarte real. La corona imperial y el orbe permanecieron en la parte superior. Este fue llevado a la capilla, seguido por los miembros de la familia real.

El ataúd de la reina se subió lentamente por las escaleras hasta la capilla, siguiendo el mismo camino que el ataúd de su difunto esposo, el príncipe Felipe, hace un año. Le siguieron sus hijos, el rey Carlos, la princesa Ana, el príncipe Andrés y el príncipe Eduardo. Detrás de ellos estaban el príncipe William, el príncipe Harry y Peter Phillips, así como otros miembros de su familia. Los corgis también participaron de la procesión.

El rey, acompañado por otros miembros de la familia real, se unió a la procesión en los terrenos del Castillo de Windsor. Camilla, la reina consorte, lo siguió en un automóvil junto con Catherine, princesa de Gales, Meghan, duquesa de Sussex, y Sophie, condesa de Wessex.

La procesión se dirigió hacia los escalones del oeste de la capilla de San Jorge, en el Castillo de Windsor. El grupo de portadores fue el encargado de levantar el ataúd del coche fúnebre y de llevarlo en procesión a la capilla antes del servicio de entierro.

Liz Truss, en compañía de su esposo, Hugh O’Leary, llegó al lugar donde se realizará la ceremonia en el Palacio de Windsor. Detrás de ella estaba la primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, con su pareja, Clarke Gayford.

Entretanto, Olena Zelenska, la primera dama de Ucrania, dijo que fue un “gran honor” estar presente en el funeral de la reina “en nombre de todos los ucranianos”.

La procesión pasó por el Paseo Largo, en dirección a la Capilla de San Jorge. A ella se unieron el rey y otros miembros de la familia real en el Cuadrángulo del castillo. Mientras tanto, el Regimiento Montado de Caballería Doméstica y los miembros del clero, incluido el arzobispo de Canterbury, ocuparon sus lugares en los escalones que conducen a la capilla.

El convoy con el coche fúnebre que transportaba el ataúd de la reina llegó a Shaw Farm Gate, en Albert Road, Windsor. Aquel se unió a una procesión fúnebre lista para encabezar la caminata hasta el Castillo de Windsor, donde se llevará a cabo un servicio en la Capilla de San Jorge.

El coche fúnebre estatal está cerca de Windsor, donde decenas de miles de seguidores reales se alinean detrás de las barreras a lo largo de Long Walk, en Windsor Great Park, para presentar sus respetos a la difunta monarca.

Más temprano, la multitud cantó la pieza “God Save The Queen” al unísono con el himno nacional, tal como se cantó en el servicio que se mostró en la Abadía de Westminster y se transmitió en pantallas gigantes.

Entre aplausos y flores, el coche fúnebre de la reina se abrió paso por la vía que conecta a Londres con Windsor. Miles de personas esperaban la llegada de la procesión a lo largo de Long Walk, el acceso al Castillo de Windsor.

Después de ser puesto en el coche fúnebre estatal, el ataúd de Isabel II será transportado al Castillo de Windsor. Entretanto, el rey Carlos III saluda y se escucha una interpretación final de “God Save the Queen”.

La procesión llegó Wellington Arch, donde el grupo de portadores levantará el ataúd del carruaje de armas estatal y lo colocará en el coche fúnebre estatal, antes de que el automóvil salga hacia Windsor. Habrá un saludo real y se tocará el himno nacional.

El arco era una entrada original al Palacio de Buckingham. Tiempo después se convirtió en un arco de victoria que conmemora la derrota de Napoleón por parte del duque de Wellington.

De acuerdo con información de The Guardian, el número de seguidores que están esperando a la monarca en Long Walk, en Windsor, ha aumentado. Por ejemplo, Jay Gallagher, de 47 años, que viajó desde Kettering, Northamptonshire, con su pareja y su hijo, sirvió durante seis años en el ejército británico como soldado de infantería en el 2º regimiento de Royal Anglians, y se refirió a la reina como su “jefe”. “Ella era alguien a quien siempre he admirado”, le dijo al medio británico mientras esperaba detrás de las barreras en el cruce de Albert Road y Long Walk. “Yo serví para ella”, agregó.

Según se lee en The New York Times, dada la espera de varias horas, algunas personas llevaron comida y bebidas. Muchas de ellas están viendo la transmisión desde Londres del funeral, a través de pantallas gigantes. Karl Dixon, de la ciudad de Glossop, Inglaterra, le comentó al diario estadounidense que viajó a Windsor el viernes y que ha dormido en una casa rodante desde entonces. “Ha cumplido 70 años de servicio; tres o cuatro días por ella es lo mínimo que puedo hacer como muestra de respeto”, dijo sobre la reina.

El cuerpo de Isabel II está alrededor del Victoria Memorial, que se encuentra fuera del Palacio de Buckingham. Allí se encuentran miembros del personal y de la casa de la monarca.

El ataúd también pasó por el balcón real en el Palacio de Buckingham, donde, en junio pasado, la reina hizo una breve aparición durante su Jubileo de Platino, con el que celebró 70 años en el trono. En ese entonces salió para ver un paso elevado en su honor.

El ataúd de la reina entró a The Mall, mientras la procesión fúnebre continúa hacia el Palacio de Buckingham. Allí, los miembros del personal están alineados frente al edificio para presentar sus respetos a Isabel II. Chefs, mayordomos y oficiales de policía están entre quienes se encuentran al frente de la residencia principal de la reina.

El ataúd de la reina pasó por el Cenotafio, un monumento a los muertos británicos durante la guerra. Presentar sus respetos allí cada noviembre era uno de sus deberes más venerados. Entretanto, el rey y sus hermanos saludaron el monumento a los soldados británicos y de la Commonwealth asesinados en la Primera y Segunda Guerra Mundial. Además, la procesión pasó por Downing Street, que también se encuentra en medio de una transición: de Boris Johnson a la nueva primera ministra, Liz Truss.

La procesión de Isabel II también pasó cerca de las estatuas del rey Jorge VI y de la reina Isabel, la reina Madre. El público aplaudió en ese momento.

La procesión, encabezada por el rey, está formada por varias comparsas, acompañadas, cada una de ellas, por una banda de servicio. Las armas están siendo disparadas en Hyde Park por la Artillería a Caballo Real de la Tropa del Rey cada minuto durante la procesión, mientras que el Big Ben dobla cada minuto.

En medio de la procesión hacia Wellington Arch, el ataúd de la reina es seguido por el rey, el príncipe de Gales, el duque de Sussex, el duque de York y la princesa Real.

Las fuerzas armadas bordean la ruta desde la Abadía de Westminster hasta la cima de Constitution Hill, en Commonwealth Memorial Gates.

Miembros de la Real Policía Montada de Canadá encabezan la procesión, seguida inmediatamente por representantes de las fundaciones George Cross de Malta, la antigua Royal Ulster Constabulary y cuatro representantes del Servicio Nacional de Salud.

El ataúd de la reina está saliendo de la Abadía de Westminster y comenzará el viaje a la Capilla de San Jorge, en Windsor. Siguiendo su cuerpo están el rey y la reina Consorte, luego la princesa Real, el duque de York y el conde de Wessex. El príncipe y la princesa de Gales los siguen con sus hijos, George y Charlotte, así como el duque y la duquesa de Sussex.

La procesión, encabezada por el rey, estará formada por varias comparsas, acompañadas cada una de ellas por una banda de servicio. Estos grupos incluyen representantes de la Real Policía Montada de Canadá, así como destacamentos de las fuerzas armadas de la Commonwealth.

En el recinto reinó el silencio a lo largo de dos minutos, antes de que los trompetistas tocaran la Diana y de que sonara el himno nacional. Al finalizar los dos minutos en su honor y el canto oficial, el Flautista del Soberano se dispuso a tocar el tradicional lamento “Sleep, dearie, sleep”.

La reina prometió en una transmisión por su cumpleaños número 21 que dedicaría toda su vida a servir a la nación y a la Commonwealth. “Rara vez se ha cumplido tan bien una promesa así”, dijo el arzobispo. “El ejemplo de su difunta majestad no se estableció a través de su posición o su ambición, sino a través de quién siguió. Sé que Su Majestad comparte la misma fe y esperanza en Jesucristo que su madre; el mismo sentido de servicio y deber”, agregó.

La procesión que lleva el ataúd de la reina llegó a la puerta oeste de la Abadía de Westminster. El grupo de portadores, compuesto por miembros de la guardia de la reina, llevará el féretro desde la cureña hasta el funeral.

La familia real siguió el ataúd de la reina hasta la abadía. La procesión desde Westminster Hall duró unos ocho minutos. Cuando el ataúd entró al recinto, el coro de la Abadía de Westminster cantó Las Sentencias, de Apocalipsis 14:13, con música escrita por William Croft y utilizada en todos los funerales de Estado desde principios del siglo XVIII.

Recordando a la reina Isabel II tras su muerte

La reina Isabel II, la monarca reinante más larga de Gran Bretaña, murió el jueves a los 96 años. Estos eran sus problemas de salud. Y acá puede recordar los momentos más importantes de la larga vida de la reina Isabel II.

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👑 Así fueron las últimas horas de la reina Isabel II: no todos pudieron despedirse de ella. Había todo un protocolo para atender esta emergencia en Reino Unido, bautizado como la Operación ‘Puente de Londres’: así era. Este es Balmoral, el castillo donde murió.

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