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Un total de 17 de los 32 estados mexicanos aprobaron este miércoles una reforma constitucional para crear una Guardia Nacional propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador para combatir la violencia ligada al narcotráfico que azota el país.
De esa manera, la reforma quedó ratificada definitivamente ya que cumple con los requisitos legales para oficializar la iniciativa.
La propuesta original fue duramente criticada por la oposición y defensores de derechos humanos por considerar que conducía a la militarización permanente del país.
(En contexto: La Guardia Nacional de López Obrador)
Sin embargo, fue aprobada casi por unanimidad en las dos cámaras del Congreso federal luego de varias modificaciones, entre ellas eliminar un fuerte componente militar.
El líder del Senado mexicano, Martí Batres, del partido oficialista Morena, publicó en su cuenta de Twitter la lista de las 17 legislaturas estatales que han votado la iniciativa, cuatro de ellas este miércoles.
"Ya son los 17 Congresos Locales que marca la Constitución", señala Batres.
López Obrador, un izquierdista de 65 años, desató de entrada numerosas protestas con la propuesta de crear una Guardia Nacional.
(Ver más: Los dos proyectos que complican a López Obrador en México)
Una primera versión fue aprobada en la cámara de Diputados. Pero al llegar al Senado y tras una serie de foros en los que participaron expertos y ONGs se realizaron una veintena de modificaciones, entre ellas que el cuerpo dependa de la secretaría de Seguridad y no de la Defensa y que la participación de militares en tareas de seguridad sea por solo cinco años.
Mientras se realiza el proceso legislativo en los estados, en el Congreso bicameral federal se preparan las leyes secundarias que enmarcarán la actuación de la Guardia Nacional.
López Obrador se ha declarado satisfecho con la reforma. Pero ha señalado que, aunque la Guardia Nacional dependerá de Seguridad, podría ser dirigida por un militar en activo o retirado.
(Le puede interesar: El Ejército indígena se rebela contra proyectos de López Obrador)
Las Fuerzas Armadas fueron sacadas a las calles a combatir el narcotráfico en diciembre de 2006 actuando sin marco legal, lo que desató duras críticas de la oposición, de defensores de derechos humanos y del mismo López Obrador, quien en campaña prometió que los militares volverían a sus cuarteles.
La participación militar en la lucha antidrogas se acompañó de una vertiginosa ola de violencia. Según cifras gubernamentales, desde diciembre de 2006, se han registrado casi 250.000 muertes violentas, aunque no se detalla cuántos casos estarían ligados al crimen.
Asimismo, la cifra de homicidios en México se disparó a 33.334 en 2018, la más alta desde que se inició el registro en 1997.