Tres días de fiesta por el Día Mundial de la Marihuana en EE. UU
El 20 abril da inicio, en ciertos estados del país donde la ley permite el uso recreativo de cannabis, a jornadas de celebración que dejan millonarios ingresos.
-Redacción Internacional con información de EFE
Lo que antes era un encuentro furtivo en Denver o San Francisco, la celebración del Día de la Marihuana, este año es una popular fiesta de tres días que empuja no solo las multimillonarias ventas de la planta sino también el debate legislativo sobre la despenalización de su consumo en Estados Unidos.
Uno de los estados que lo celebró con mayor libertad fue California, debido a que desde el pasado primero de enero entró en vigor la ley que permite el uso recreativo de cannabis.
(Le puede interesar: Legalización de la marihuana tradicional redujo el consumo de opioides en EEUU)
Otros, en cambio, llevan varios años organizando dicho evento. Este es el caso de Colorado, el cual ofrecerá por quinta vez el Festival Mile High 420, la popular fiesta de marihuana en uno de los parques más grandes de Denver. De hecho, según sus organizadores, hoteles y restaurantes ofrecen descuentos especiales debido a la masiva cantidad de personas que se desplaza para celebrar.
Por su parte, el festival musical 420 On The Block, el cual se realiza también en Denver y es organizado por Green Solutions, suele contar con 15.000 participantes, de los cuales el 90% son turistas llegados de otros estados.
En parques como el de Golden State, en San Francisco, donde el número de personas es similar, se ha tenido que implementar un sistema de seguridad y de trasporte público específico para controlar y movilizar a la multitud.
El respaldo social de la marihuana ha llegado hasta la política estadounidense, a pesar de que siue siendo una "sustancia controlada" a nivel federal. Funcionarios públicos, tanto de izquierda como de derecha, han apoyado el consumo del producto. Es el caso del senador republicano de Colorado, Cory Gardner, quien inició gestiones ante el Departamento de Justicia federal para proteger la industria de la marihuana en su estado.
(Lea también: La legalización de la marihuana en EE.UU., un nuevo pulso entre poderes)
Otro republicano que apoya abiertamente el tema es Mitch McConnell, de Kentucky, quien presentó la semana pasada un proyecto de ley para descriminalizar permanentemente el cáñamo, un producto no psicoactivo del cannabis y que hasta principios del siglo pasado se cultivaba y producía legalmente en amplios sectores del país.
Una de las propuestas que más impacto tendrían, de ser aprobadas, es la del demócrata Chuck Schumer, quien presentó ayer un proyecto de ley para "legalizar y normalizar" su uso y consumo. De obtener el visto bueno, la marihuana saldría de la lista que la clasifica como una "sustancia peligrosa", la misma en la que están la cocaína y la heroína.
Si el proyecto de ley supera los obstáculos, incluyendo al presidente Trump, el Gobierno podría destinar fondos para investigar sus efectos benéficos y los dispensarios podrían tratar directamente con los bancos, algo que ahora no sucede y genera un complicado sistema de contabilidad y pagos de impuestos.
En Colorado, las empresas de este creciente sector ya generan unos 3.000 millones de dólares de ingresos al año y se proyecta que se podrían alcanzar los 7.000 millones de dólares anuales en California para 2020.
En la actualidad, nueve estados y el Distrito de Columbia, donde se encuentra la capital del país, permiten la venta legal de marihuana recreativa y en 30 estados es legal el uso de marihuana con propósitos medicinales.
Para Kristi Kelly, presidente de Marihuana Industry Group (MIG), que agrupa a los principales negocios de marihuana en Colorado, el consumo de marihuana ya dejó de ser una actividad "marginalizada" o "secreta" para ser algo "que los adultos ahora hacen con normalidad".
"La industria de la marihuana ya es parte de las comunidades en las que vivimos y operamos. Somos miembros de la comunidad y trabajamos con las autoridades locales para identificar soluciones que beneficien a nuestros vecinos", declaró Kelly a Efe.
(Lea también: La marihuana se abre paso en Estados Unidos pese a las amenazas de Trump)
Kevin Walters, del Departamento de Psicología de la Universidad Estatal de Colorado, opinó que el cambio cultural causado por la aceptación popular de la marihuana se produce "ahora mismo" y ante "nuestros propios ojos".
Con todo, explicó a Efe, se desconocen todavía las "amplias implicaciones del futuro de esta industria y de sus trabajadores". Entre esas consecuencias figuran por ejemplo el absentismo laboral, como para celebrar el Día de la Marihuana, pues se calcula que un tercio de los participantes en los festivales de estos días no acuden a su puesto de trabajo.
Lo que antes era un encuentro furtivo en Denver o San Francisco, la celebración del Día de la Marihuana, este año es una popular fiesta de tres días que empuja no solo las multimillonarias ventas de la planta sino también el debate legislativo sobre la despenalización de su consumo en Estados Unidos.
Uno de los estados que lo celebró con mayor libertad fue California, debido a que desde el pasado primero de enero entró en vigor la ley que permite el uso recreativo de cannabis.
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Otros, en cambio, llevan varios años organizando dicho evento. Este es el caso de Colorado, el cual ofrecerá por quinta vez el Festival Mile High 420, la popular fiesta de marihuana en uno de los parques más grandes de Denver. De hecho, según sus organizadores, hoteles y restaurantes ofrecen descuentos especiales debido a la masiva cantidad de personas que se desplaza para celebrar.
Por su parte, el festival musical 420 On The Block, el cual se realiza también en Denver y es organizado por Green Solutions, suele contar con 15.000 participantes, de los cuales el 90% son turistas llegados de otros estados.
En parques como el de Golden State, en San Francisco, donde el número de personas es similar, se ha tenido que implementar un sistema de seguridad y de trasporte público específico para controlar y movilizar a la multitud.
El respaldo social de la marihuana ha llegado hasta la política estadounidense, a pesar de que siue siendo una "sustancia controlada" a nivel federal. Funcionarios públicos, tanto de izquierda como de derecha, han apoyado el consumo del producto. Es el caso del senador republicano de Colorado, Cory Gardner, quien inició gestiones ante el Departamento de Justicia federal para proteger la industria de la marihuana en su estado.
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Otro republicano que apoya abiertamente el tema es Mitch McConnell, de Kentucky, quien presentó la semana pasada un proyecto de ley para descriminalizar permanentemente el cáñamo, un producto no psicoactivo del cannabis y que hasta principios del siglo pasado se cultivaba y producía legalmente en amplios sectores del país.
Una de las propuestas que más impacto tendrían, de ser aprobadas, es la del demócrata Chuck Schumer, quien presentó ayer un proyecto de ley para "legalizar y normalizar" su uso y consumo. De obtener el visto bueno, la marihuana saldría de la lista que la clasifica como una "sustancia peligrosa", la misma en la que están la cocaína y la heroína.
Si el proyecto de ley supera los obstáculos, incluyendo al presidente Trump, el Gobierno podría destinar fondos para investigar sus efectos benéficos y los dispensarios podrían tratar directamente con los bancos, algo que ahora no sucede y genera un complicado sistema de contabilidad y pagos de impuestos.
En Colorado, las empresas de este creciente sector ya generan unos 3.000 millones de dólares de ingresos al año y se proyecta que se podrían alcanzar los 7.000 millones de dólares anuales en California para 2020.
En la actualidad, nueve estados y el Distrito de Columbia, donde se encuentra la capital del país, permiten la venta legal de marihuana recreativa y en 30 estados es legal el uso de marihuana con propósitos medicinales.
Para Kristi Kelly, presidente de Marihuana Industry Group (MIG), que agrupa a los principales negocios de marihuana en Colorado, el consumo de marihuana ya dejó de ser una actividad "marginalizada" o "secreta" para ser algo "que los adultos ahora hacen con normalidad".
"La industria de la marihuana ya es parte de las comunidades en las que vivimos y operamos. Somos miembros de la comunidad y trabajamos con las autoridades locales para identificar soluciones que beneficien a nuestros vecinos", declaró Kelly a Efe.
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Kevin Walters, del Departamento de Psicología de la Universidad Estatal de Colorado, opinó que el cambio cultural causado por la aceptación popular de la marihuana se produce "ahora mismo" y ante "nuestros propios ojos".
Con todo, explicó a Efe, se desconocen todavía las "amplias implicaciones del futuro de esta industria y de sus trabajadores". Entre esas consecuencias figuran por ejemplo el absentismo laboral, como para celebrar el Día de la Marihuana, pues se calcula que un tercio de los participantes en los festivales de estos días no acuden a su puesto de trabajo.