Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Lenin Moreno en Quito
El presidente de Ecuador, Lenín Moreno, llegó este miércoles a Quito, procedente de Guayaquil, para monitorear en la capital la situación durante las manifestaciones contra la eliminación del subsidio a los combustibles, decretado en el marco de un acuerdo crediticio con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
En la mañana, la ministra de Gobierno, María Paula Romo, indicó que Moreno llegaría a la capital "para supervisar, monitorear las cosas desde la ciudad de Quito", donde creen "que hay un mayor riesgo de tener incidentes hoy día".
Le puede interesar: Esta es la situación actual de Quito durante protestas en Ecuador
Indígenas elevan presión sobre el presidente
Miles de indígenas en Ecuador protagonizaron el miércoles la mayor movilización contra el gobierno de Lenín Moreno desde que estallaron hace una semana las violentas protestas. En la Amazonía las manifestaciones obligaron a paralizar el transporte de petróleo por el principal ducto, que bombea el 68% de la producción ecuatoriana.
En Quito un río de manifestantes marchó por el centro de la agobiada capital sin causar inconvenientes y, tras la jornada de protesta, Lenín Moreno abrió la expectativa de una pronta solución a la crisis. "Estamos obteniendo los mejores resultados del diálogo con los hermanos indígenas. Sin duda alguna, esto se va a solucionar muy pronto", dijo Moreno en un video difundido por la televisión estatal.
Le puede interesar: Octubre 9: Máxima tensión por marcha indígena en Ecuador, ¿qué puede pasar?
Duros enfrenamientos en Quito
El casco colonial de Quito fue escenario este miércoles de violentos choques y cargas policiales para dispersar a miles de manifestantes del sector estudiantil y obrero que secundaron una movilización nacional contra el presidente, Lenín Moreno, y las medidas económicas de su Gobierno.
Al grito de "¡fuera Moreno fuera!" y "el pueblo unido jamás será vencido", la multitud inició una marcha poco antes del mediodía en el parque de El Arbolito y se sumó a otra de sindicatos en la Avenida 10 de Agosto, que confluyeron en una marea humana hacia la ciudad vieja de la capital.
El objetivo de los manifestantes era a toda cosa acceder a la Plaza Grande y el aledaño Palacio de Carondelet, sede del Gobierno, pero el trazado colonial en cuadrícula que emana desde ese lugar estaba reforzado por diferentes cordones de seguridad, y en cada esquina había una numerosa presencia policial detrás de grandes vallas, que en algunos casos, eran reforzadas con alambrado de espinas.
Las órdenes de las fuerzas de seguridad eran impedir el acceso de los movilizados al emblemático edificio de la Presidencia ecuatoriana, pero a medida que los concentrados se iban acercando se producían forcejeos con los efectivos policiales.
Guayaquil da un respiro a Moreno
Una multitudinaria concentración también se realizó este miércoles en la portuaria Guayaquil, la segunda ciudad de Ecuador, contra las protestas que acosan a Moreno. "¡La democracia no caerá en las calles de Guayaquil!", clamó la alcaldesa de derecha Cynthia Viteri ante los manifestantes que se reunieron en la avenida 9 de Octubre.
El acto fue convocado en defensa de la paz. La mayoría de los asistentes llegaron vestidos de blanco. Guayaquil le dio así un respiro al gobierno en el marco de la gran movilización del miércoles encabezada por los indígenas en Quito.
Moreno vs. Correa
Moreno culpa de la agitación social a su antecesor y exaliado Rafael Correa. Según el mandatario, Correa intenta derrocarlo en alianza con el gobierno venezolano de Nicolás Maduro.
Le puede interesar: Los indígenas ponen en jaque a Ecuador
En Bélgica, Correa dijo hoy que sería candidato si es necesario tras plantear el adelanto de elecciones ante la que describe como "grave conmoción social". El exmandatario vive en ese país de donde es su esposa.
El exmandatario, que enfrenta una orden de captura en Ecuador por un delito que le endilga la fiscalía desde antes de que estallaran las protestas, negó sin embargo que esté alentando el golpismo.
Lo cierto es que "tenemos un problema muy serio de desajuste de la economía", señaló a la AFP Simón Pachano, politólogo de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso).
"Los precios de los combustibles es (un tema) muy complejo que ningún gobierno lo ha tocado en 15 años. Si es que el gobierno cede, se verá obligado a endeudarse mucho más".